viernes, 20 de junio de 2008

Patricio Aylwin indignado con columna de Hermógenes Pérez de Arce.


Lo acusó de comprarse una casa con gastos reservados de su época de Presidente. El ex mandatario respondió seco: “En cerca de 60 años nadie jamás ha puesto en duda mi honorabilidad”

Hace algunos días fueros los dimes y diretes entre el académico y columnista de El Mercurio Carlos Peña y los candidatos a presidentes de la UDI, Juan Antonio Coloma y José Kast.

Ahora le tocó el turno al abogado y también columnista Hermógenes Pérez de Arce y el ex Mandatario Patricio Aylwin Azócar, donde nuevamente el señero matutino nacional fue utilizado como ring para un duro intercambio de carácter político.

En el cuerpo A del periódico, Pérez de Arce, ex candidato a senador por la Alianza en 1989 e identificado como uno de los últimos defensores de Augusto Pinochet, acusa en el artículo “Manos sucias, manos limpias” al ex gobernante de haber comprado la casa colindante a la propiedad que posee en la comuna de Providencia (calle Arturo Medina) “con fondos reservados” existentes en su época de Jefe de Estado.

El profesional usó como referencia en la carta una entrevista que la periodista Raquel Correa le efectuó a Aylwin y que se publicó el 24 de diciembre de 2006, donde se dice que: “Cuando le comentamos al chofer que nos trajo que su oficina colindaba con su casa y que la había comprado cuando fue Presidente, nos dijo: Con los gastos reservados”. A lo cual Pérez de Arce agrega: “Parece que todos sabían. Pero don Patricio dijo que la había adquirido con un préstamo hipotecario”.

Las economías de “Don Pato”

La respuesta de Aylwin apareció hoy en el decano. El ex Mandatario señaló que “la imputación que el articulista me hace de haber adquirido la casa vecina a la que habito desde hace más de medio siglo con los gastos reservados de la Presidencia de la República es absolutamente falsa y constituye una injuria”.

El longevo militante DC explica que “con el propósito de tener una oficina en la cual trabajar después del término de mi período de gobierno, compré esa casa -vecina a mi residencia-, que su entonces propietario quería vender, por escritura de 27 de enero de 1994, en el precio de 45 millones de pesos, que pagué con 11 millones trescientos veinte mil ochocientos sesenta pesos -que eran parte de mis economías- al contado, y el saldo de más de 33 millones de pesos con un crédito hipotecario que me concedió el entonces Banco Sudamericano -hoy Scotiabank-, del que soy antiguo cliente, crédito que terminé de pagar a fines del año antepasado, por lo que dicho banco me otorgó escritura de cancelación y alzamiento de hipoteca el 6 de enero de 2006”.

El primer Presidente después de la dictadura militar concluyó que “en cerca de 60 años de ejercicio de mi profesión de abogado y de participación en la vida pública de mi patria, nadie jamás ha puesto en duda mi honorabilidad. Comprenderán el señor Director y los lectores de El Mercurio que, más allá de las diferencias ideológicas que el señor Pérez de Arce tiene conmigo, cosa que como demócrata respeto, no pueda aceptar que me injurie”.
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Fuente: Cambio21.
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