lunes, 9 de junio de 2008

“Exterminados como ratones”.

Conozca la forma como el columnista Álvaro Puga, alías Alexis y la prensa nacional desinformó y creó una de las portadas más polémicas del periodismo chileno

La Operación Colombo ha vuelto a cobrar vida gracias al procesamiento de 98 personas vinculadas al asesinato de 119 opositores al régimen militar de Augusto Pinochet, por parte del ministro de fuero Víctor Montiglio.

No obstante, existe un factor que no ha sido debidamente indagado por la Justicia, menos por los medios de comunicación chilenos. Se trata del rol de la prensa nacional en torno al montaje periodístico más polémico de todos los tiempos, donde el papel del profesional que urdió la campaña de desinformación, Álvaro Puga, fue clave en el desarrollo de la matanza más numerosa en el triste balance de la dictadura, como asimismo de algunos reporteros de los diarios El Mercurio, Las Últimas Noticias, La Segunda y La Tercera, de la época.

La Operación Colombo, también llamado “Caso de los 119”, fue el operativo efectuado por la DINA en julio de 1975, el cual trajo como resultado el desaparecimiento de 119 personas, 100 hombres y 19 mujeres. En el procedimiento, enmarcado dentro de la Operación Cóndor, participaron importantes servicios de inteligencia a este lado del continente.

En el fallecido ex comandante en jefe del Ejército, Augusto Pinochet Ugarte, recayó toda la responsabilidad penal del caso, por tratarse del máximo superior jerárquico en la DINA. Nuestro país era en esos años centro de atención por las reiteradas denuncias sobre violaciones a los derechos humanos.

La desinformación como arma de represión

Días después de perpetrara la Operación Colombo, cuando abundaba el miedo y el silencio en los primeros años de la dictadura de Pinochet, los principales diarios de circulación nacional titularon el hecho de la siguiente manera:

“El MIR asesina a 60 de sus hombres en el exterior” (La Tercera), “Identificados 60 miristas ejecutados por sus propios camaradas” (El Mercurio), “Sangrienta pugna del MIR en el exterior” (Las Últimas Noticias) y el célebre “Exterminados como ratones” (La Segunda).

Se trataba de realidad virtual, y eso que Internet no pensaba en aparecer todavía. Todo era parte de un montaje periodístico, el cual incluía falsedades y datos desvirtuados, como que, por ejemplo, que no había detenidos desaparecidos, que las personas buscadas por sus familiares huyeron al extranjero y, peor aún, que tales opositores al régimen militar eran miristas que se estaban eliminando unos a otros en suelo foráneo, a causa de disputas internas.

Incluso más. Las publicaciones “Lea” (Argentina) y “Novo O Día” (Brasil) fueron usadas como fuente autorizada por los periódicos nacionales. Se escribía sobre el paradero definitivo de 119 personas. Desde Brasil se hablaba del destino de 60 desaparecidos que murieron en “enfrentamientos con fuerzas del gobierno argentino en Salta”, mientras que de Argentina de los 59 faltantes, todos “eliminados por sus propios compañeros de lucha”.

Resulta que “Lea” tuvo una existencia efímera en los kioscos, de hecho perteneció a la editorial estatal Codex y no tuvo relevancia local. O Día existía desde hace algunos años antes en la ciudad de Curutiba. Sin embargo, ambas revistas dejaron de imprimirse en julio de 1975.

Interviene el Colegio de Periodistas

Ya que las indagaciones judiciales no profundizaron la responsabilidad de los profesionales de la prensa en este vergonzoso caso de manipulación de datos, fue el Colegio de Periodistas quien fue al rescate de la verdad.

El 2006 el Tribunal de Ética de este organismo elaboró un fallo de 35 páginas, donde estableció culpas sobre los miembros de la prensa que redactaron y publicaron tales informaciones.

Los directores de El Mercurio de aquellos años, René Silva Espejo, y La Segunda, Mario Carneyro, fueron declarados inimputables por haber fallecido. Hubo una censura pública y suspensiones de medio año sin colegiatura a los ex directores de Las Últimas Noticias, Fernando Díaz Palma, y La Tercera, Alberto Guerrero. La periodista de El Mercurio, Beatriz Undurraga, fue suspendida por tres meses.

El personaje principal: Álvaro Puga, “Alexis”

A dos años del retorno a la democracia (agosto de 1992), la periodista Mónica González, según aparece en un artículo del Centro de Investigación e Información Periodística (CIPER), visitó al jefe de Comunicaciones de la Intendencia Metropolitana, Gerardo Roa, quien reconoció que ser la persona que negoció la reaparición de O Día en Chile, como también que las instrucciones y el listado de fallecidos se las había entregado Manuel Contreras, recordado jefe de la CNI.

En rigor, Roa mintió, porque el encargado de entregar los daros fue el periodista Álvaro Puga, director de Asuntos Civiles de la Junta Militar y mandamás de Operaciones Psicológicas de la DINA.

Puga, que trabajaba codo a codo con Pinochet y Manuel Contreras y firmaba sus columnas en La Segunda con el seudónimo de “Alexis”, fue el gestor, ideólogo y orquestador de la campaña de desinformación sobre la Operación Colombo en Chile. Los periodistas que trabajaban en la prensa a mediados de los 70 así lo aseguraron en la investigación del Colegio de la Orden. Declararon que Puga entregaba en persona las noticias escritas en el edificio Diego Portales, sede de la Junta Militar de Gobierno.

“Alexis” aún sigue vigente en el portal electrónico pinochetista “Despierta Chile”, donde redacta columnas contrarias a la Concertación y de odio al socialismo. Es más, hace poco escribió un libro titulado “El Mosaico de la Memoria”, donde se refiere a su particular visión de los hechos. Para Puga, “muchos de ellos (los desaparecidos) murieron en combate”. Los cronistas de The Clinic aún se deben preguntar por la salud mental de su entrevistado.

“Exterminados como ratones”: testimonio clave

La siguiente es la declaración de Emilio Bakit Vargas (noviembre de 2005), reportero y testigo de la noticia sobre los “59 miristas caen en operativo militar en Argentina” y que terminó con la histórica portada de la Segunda, “exterminados como ratas”, entrevista a cargo del fiscal Alfredo Taborga.

Bakit afirmó que “a mi me toco reportar. Yo era integrante de la agrupación de reporteros de La Moneda, en este caso del Diego Portales porque La Moneda no existía y tenía que concurrir diariamente a ver las noticias de Gobierno. Recuerdo que Mario Carneyro me dijo que tenía que ir y preocuparme de sacar una noticia ¡muy importante! que nos iban a entregar y que me contactara con la gente de DINACOS, Dirección de Comunicación Social”.

“El que hizo de vocero y entregó la noticia y explicó todo lo que había descubierto inteligencia o las informaciones que les habían llegado desde el exterior, fue Álvaro Puga, Alexis. Yo lo conocía porque él tenía una columna en La Segunda y obviamente él conversaba todo esto con Mario Carneyro y de la conversación de ellos se resolvió que yo fuera. La noticia la transmití y hasta ahí mi participación porque después la decisión de los títulos y de la forma como se destaca la información era de Mario Carneyro”, agregó.

“A Carneyro es el que se le ocurrió los de las ratas, mueren como ratas y todo eso”, destacó el periodista".
La historia de este montaje comunicacional y periodístico recién está trayendo luz a 33 años de ocurridos los hechos.

Fuente: Cambio21.
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