martes, 23 de junio de 2009

IRAN: El ejército de blogueras de Irán.

Es uno de los países con más blogueros en el mundo y, a la vez, donde son más censurados. Farnaz Seifi fue una de las primeras mujeres iraníes que comenzó a defender sus derechos a través de internet. Muchos de quienes la han imitado son perseguidos y encarcelados por la policía. Hoy, por seguridad, ella vive en Holanda y desde allá relata su dura lucha por expresarse.

Cuando Farnaz Seifi (26) fue arrestada por oficiales del gobierno iraní en enero de 2007, se encontraba en el aeropuerto lista para tomar un avión que la llevaría a un congreso sobre periodismo cibernético en India. El cargo: actuar contra la seguridad nacional del país. Las razones: plasmar en su blog su mirada crítica y asistir a talleres de periodismo fuera del país. Los agentes la llevaron a su casa, revisaron sus pertenencias –apuntes, libros, computador– y la trasladaron a la cárcel de Evin. Luego de pasar dos días en reclusión solitaria, fue puesta en libertad. Pese al mal rato, tuvo mejor suerte que Omid Reda Mir–Safayi (25), un compatriota que murió en marzo de 2009 en prisión, cuando llevaba poco más de un mes de su sentencia de dos años por publicar comentarios en su blog sobre los líderes religiosos del país. Nunca hubo pruebas suficientes para acusarlo y todavía se desconocen las causas de su muerte.

Cientos de blogueros islámicos han pasado por situaciones similares por apoyar a través de la red la lucha por la libertad de expresión y pensamiento. Irán es actualmente el tercer país con más blogueros en el mundo y, al mismo tiempo, uno de los lugares más difíciles para expresarse libremente. Ante la represión, varios jóvenes vieron en el ciberespacio la posibilidad de dar a conocer su opinión sobre los problemas que vivían. Entre ellos, un grupo de mujeres se propuso darles espacio a las voces femeninas. "El blog es un instrumento para que las voces reprimidas se escuchen en una sociedad donde todos los medios están controlados por el Estado", aseguró Farnaz durante THE BOBs 2007, una prestigiosa competencia internacional que premia a los mejores blogs del mundo, en la que Farnaz fue jurado. Pero, como ella misma relata a Revista Ya, ni siquiera los blogs pueden estar mucho tiempo fuera del control del gobierno iraní.

Farnaz nació en Teherán, la capital de Irán, en 1983, durante la guerra contra Irak y la invasión de Saddam Hussein a su país. "No fue una infancia muy feliz para mí. Mi padre estaba en las zonas de guerra mientras yo estaba sola con mi madre y algunos años después, con mi hermano menor. Fue una infancia llena de bombardeos, miedo y pérdida de seres queridos", relata desde Holanda, a donde llegó hace dos años para profundizar sus estudios de periodismo. Pero prefiere no revelar en qué ciudad está. Aún se siente insegura.

Su padre, arquitecto, siempre la alentó a leer, estudiar y reflexionar. "De él aprendí lo que es la paciencia y el actuar de manera lógica. Es una de las personas más influyentes en mi vida". A su madre la describe como una mujer muy fuerte y admirable, pero con quien tiene pocas ideas en común. Porque Farnaz es de una nueva generación, una generación que piensa en cambios.

La ofensiva del gobierno

Cuando Farnaz tenía 18 años comenzó a revolucionar la web de su país. "Empecé mi blog y me transformé en una de las primeras mujeres iraníes que escribía abiertamente sobre feminismo, los derechos de la mujer, su cuerpo y sus deseos". Encontró en esta herramienta lo que ningún medio, incluso los reformistas –trabajó en los diarios Etermad Melli, Sarmayeh y Etemad, además de la revista Nameh, que fue prohibida por la justicia–, le pudo ofrecer: hablar de los temas tabú en su sociedad.

Un año después de haber decidido abrir un blog, Farnaz se hizo miembro de la ONG "Centro cultural de mujeres iraníes", una de las más importantes de Irán. A pesar de que logró hacer reales algunos proyectos –como la creación de una gran biblioteca sobre estudios de la mujer–, las constantes persecuciones del gobierno hacían que cada vez se viera más difícil poder acercarse a la idea de país que anhelaba.

El sitio web de la ONG a la que pertenecía, llamado "Tribuna de feministas iraníes", fue intervenido y bloqueado por el Estado. Cualquier tema u opinión en desacuerdo con el poder era causa de represalia. Así y todo, junto a los demás miembros de la página web, decidió crear la primera revista feminista online de Irán: Zanestan, que significa "La tierra de las mujeres". "En poco tiempo la revista adquirió gran popularidad y muchos activistas, académicos y periodistas escribieron artículos para nosotros. Pero nuevamente el gobierno se sintió amenazado y la revista fue intervenida en un sinfín de oportunidades. Finalmente, llamaron al dueño de la compañía de soporte de la página web, lo amenazaron y nos quitaron el dominio. Luego, las autoridades judiciales enviaron una carta prohibiendo a cualquier compañía que nos diera soporte para la revista".

Sueños virtuales

"Tengo un sueño", es el título que Parastoo Dokoohaki utilizó para la entrada del 14 de diciembre de 2006 en su blog. "Son las 4 de la mañana en Teherán y no puedo dormir. (...) Estoy pensando en las elecciones municipales de nuestra ciudad y estoy tratando de estimar cuánta gente irá a votar. ¿Qué tiene esto de importante para mí? Que una mayor participación puede mejorar la situación de los reformistas iraníes (...). Pero esto no es lo único que me mantiene insomne. Mi blog en persa fue bloqueado por tercera vez en los últimos seis meses. He cambiado el dominio de la dirección dos veces, pero nuevamente fue bloqueado por las autoridades. Yo soy periodista, escribo mis notas personales y mis preocupaciones –desde familiares a sociales, desde poesía a cine- en mi blog, entonces no sé por qué ellos están en contra de lo que hago. ¿Por qué debo ser censurada? (...) Tengo un sueño, pero si sólo pudiera soñar...".

Parastoo, junto a Asieh Amini –quien trabajó en la clausurada Zanan, la revista femenina más audaz de Irán- y otras tantas mujeres blogueras islámicas, han luchado por las mismas causas que mueven a Farnaz. Son activistas feministas y han sido parte de la revolución escrita que comenzó hace algunos años en Irán a través de los blogs. Todas conocen la cárcel de Evin Parastoo y Asieh estuvieron cinco días en prisión junto a otras 33 mujeres por iniciar una campaña para reclamar por las leyes discriminatorias– por "atentar contra el orden del país".

El mismo sueño que describió Parastoo en su blog, es el que Farnaz ha tenido durante años. "Sueño con un Irán democrático, sin opresión contra aquellos que buscan una vida mejor. Pero la vida me ha enseñado a ser realista y a concentrarme en objetivos más factibles. Por ahora, me gustaría ver a un candidato más tolerante ganar las elecciones presidenciales de junio y que mejore la situación para los activistas civiles, políticos y periodistas", relata la bloguera.

Movida desde un comienzo por ese sueño, Farnaz comenzó a involucrarse en numerosas campañas en Irán, como "Stop censorship of women en internet" (Alto a la censura de las mujeres en internet) y fue fundadora de una de las más famosas, que aún continúa: la "Campaña por la igualdad", iniciativa que pretende juntar un millón de firmas para eliminar la discriminación contra la mujer en Irán y demandar su igualdad ante la ley.

El sitio web de la campaña ha sido intervenido 20 veces, más que cualquier otro en Irán. Esto significa que han tenido que crear 20 direcciones distintas, cada vez que la anterior ha sido bloqueada por el gobierno. Así, una y otra vez. La tarea para los miembros de la campaña no es fácil: más de 50 de ellos han sido arrestados en los últimos dos años y algunos han sido condenados a la cárcel.

–¿No tuviste miedo de que te ocurriera lo mismo?

–Sí, muchas veces. Tuve miedo porque muchos de mis amigos más cercanos, que son también activistas o blogueros, habían sido arrestados. Siempre tuve el miedo de que me pasara a mí. Hasta que finalmente me tocó –contesta Farnaz desde Holanda.

Por eso no ha querido volver a Irán. Le preocupa que la arresten o la interroguen de nuevo. "Si sale electo un presidente más tolerante, definitivamente iría a visitar a mi familia".

Farnaz recuerda que cuando inauguró su blog, hace ocho años, muchos lectores la agredían. "Por un período tuve muchos comentarios ofensivos, me trataban de prostituta y cosas por el estilo", cuenta. Entonces decidió cerrar la sección de comentarios. Pero al poco tiempo la reabrió. "Ser bloguera me ha enseñado a ser una persona mucho más democrática. Debo reconocer, que cuando comencé a escribir mi blog, no lo era. Solía pensar que yo sabía la verdad y tenía muy poca paciencia escuchando opiniones distintas. Puedo decir que a través de los años esta actividad me convirtió en una persona mucho más abierta al diálogo, a escuchar y juzgar después de conocer la otra parte". Además, dice que le ha permitido crear fuertes redes de contacto y le ha enseñado a no silenciar su voz, a no autocensurarse.

Hoy, mientras continúa participando en ONGs feministas y mantiene el contacto con las demás blogueras, ha armado su vida en Holanda. Tiene un novio holandés, estudia, hace una pasantía, pasa tiempo con sus amigos, se come una colación rápida a la hora del café. Dice tener una vida normal como cualquier otro habitante del país. Pero, por muy lejos que esté de Irán, sigue siendo la bloguera que lucha por la libertad de expresión, la igualdad y los derechos de las mujeres. "No importa donde esté, sigo preocupándome, enojándome, alegrándome o sintiendo esperanza cuando escucho y leo lo que ocurre día a día en mi país".

Por Valeria Iturriaga – Revista YA.
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