A hoy, mi pronóstico de la encuesta CEP es así: Piñera 42,4%, Frei 27,1%, Enríquez-Ominami 9%, Arrate 1,5%, Navarro 1,5%, Zaldívar 1,8%, quita y pone 2 puntos para los grandes y uno para los chicos, uno y medio para Marco. La Coalición por el Cambio explica entre un 3,5% y un 4,5%, de lo que obtendría la Alianza sola. En dos semanas el escenario podría cambiar.¿Qué significa? Bueno, que la Concertación está muy terremoteada, y las réplicas siguen. La gestión Bachelet, entre las muchas deficiencias a su haber, tiene el triste logro de haber perdido el control político en ambas cámaras del Congreso. La gobernabilidad, que era uno de los grandes activos de la Concertación, se perdió. Un estropicio no menor para ese conglomerado, más aun cerca de una elección. Parte de ello fue derivado del intento de Bachelet de desvincularse de los partidos, y otra parte es el resultado de una secuencia increíble de errores de gestión y liderazgo. Sólo el mal manejo del Transantiago significó la salida de Zaldívar, Mulet, Sepúlveda. En el PPD se fueron Schaulsohn y Flores, cansados de la corrupción y de los operadores políticos. En el PS, se fueron Arrate y Navarro. Estas pérdidas han sido muy severas para la Concertación. Son astillas del mismo palo. Hay hasta dos ex presidentes de partido. Y para coronar la torta, Enríquez-Ominami, como proyecto político, pone en jaque a la Concertación. Simplemente no saben qué hacer, están paralizados esperando las encuestas.
Enríquez-Ominami es un producto más del mal manejo de la propia Concertación. El error de apreciación de Escalona, que lo llamó “Marquito” es fenomenal. A Bachelet le pasó igual con los pingüinos. Lo de Marco partió como una protesta simbólica y hoy es prácticamente un movimiento social paradigmático. Las solas dudas que ha tenido su padre, Carlos Ominami, ya hicieron su daño en la Concertación. Muchos están dudando con él. Los parlamentarios de la Concertación que apoyan a Marco agravan aun más la enredada situación, como lo es el apoyo transversal que está recibiendo. De pasada, le arruinó la fiesta al MAS y al Juntos Podemos.
Este nuevo “fenómeno” político lo primero que hace es desnudar a la ya difícil candidatura de Frei y a las dirigencias de los partidos. Una candidatura que suena a pasado, con muy mala partida, aburridona, y que es bombardeada, antes de partir, desde la misma Concertación. La primaria de Frei sacó a la superficie las mañosas prácticas de una clase política muy desgastada. Lo segundo, Enríquez-Ominami le duele a la izquierda, porque sí representa su espíritu y porque ésta nunca ha sido muy amiga de la Democracia Cristiana, a la que ha logrado reducir brutalmente en 20 años. La izquierda está ahora obligando a la DC a pactar con el PC, lo que es por cierto legítimo, pero francamente inexplicable para su historia.
La dupla Frei-Bowen, seamos claros, no es muy poderosa, porque Frei está muy gastado, Bowen tiene demasiado poco peso específico y nada que mostrar. El comando de Frei no se va a poder afiatar, porque es más bien un pegoteo, con parche sobre parche. Tampoco nadie entiende muy bien por qué una persona ponderada, como siempre ha sido Frei, ha empezado a mostrar una faceta agresiva y hasta descalificatoria.
Para la Concertación, la dupla que sería realmente poderosa, es la de Lagos – Enríquez-Ominami. Esa dupla pondría en severo riesgo la candidatura de Piñera, salvo por el hecho de que la DC probablemente no la resistiría, pero ¿tiene opción? Zaldívar está acechando por el descalabro.
Lagos es el único que eventualmente podría controlar y cooptar el fenómeno Ominami, si es que logran reparar aquello que los distanció el 99. Pero hay un pasado de mucha cercanía y experiencias sobre las que construir. Es miel sobre hojuelas para la izquierda. Es una excelente mezcla de experiencia y cambio. Es todo lo que le gustaría a Frei-Bowen, y que no tienen. Además, le da una muy buena salida a Enríquez-Ominami, tema no menor. Esta dupla podría darle un nuevo aire a la alicaída Concertación, que lo necesita con urgencia. No es garantía de éxito, pero es la mejor opción. La procesión a Caleu ya se prepara.
Por Sergio Melnick - La Segunda.
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