Ante la grave crisis que sufre la democracia cristiana, es profundamente necesario recurrir a la historia del partido. En el lado opuesto de aquellos camaradas que condenaron el golpe y comenzaron la lucha contra la dictadura militar, hubo otros que prefirieron la connivencia con la dictadura.
En noviembre de 1973, nuestro camarada Renán Fuentealba, ex presidente del PDC, envía una carta a Gabriel Valdés, quien trabajaba en la ONU en Nueva York, manifestándole sus aprehensiones sobre aquellos que habían llegado a dirigir la JDC: “Forman un grupo muy pragmático, un círculo muy estrecho, en que no dan cabida sino a quienes son sus incondicionales. Muy poco claros en sus definiciones que son chuecas. Muy ávidos en el manejo económico. El que se dirige principalmente a favorecer al grupo. Se reparten entre ellos viajes y becas al exterior. Carentes de idealismo, salvo una que otra excepción”.
Este mismo sector al que hace referencia el camarada Renán Fuentealba resolvió tomar control de la Radio Balmaceda, cuyo gerente era, entonces, el camarada Belisario Velasco. La primera medida de la directiva del PDC fue nombrar como miembros del directorio de la radio a dos ex senadores del PDC, Juan de Dios Carmona y José Musalem, con el propósito de despolitizarla. En esta configuración política de la Radio Balmaceda, se le pide la renuncia a Belisario Velasco en junio de 1974. Asimismo censuraba comentarios de los camaradas Marta Caro y Jaime Castillo Velasco. En medio de esta aberrante situación, el gerente de la Radio Balmaceda, Belisario Velasco, perdió la confianza y respaldo de la directiva nacional del PDC, porque era persona non grata para la dictadura militar.
En carta al entonces Presidente del PDC, camarada Patricio Aylwin, Belisario Velasco se lamentó de la muerte, encarcelamiento, tortura y cesantía de chilenos, entre los cuales los demócratas cristianos, militantes activos y de base, comprometidos con la causa del humanismo cristiano, sufrieron en manos de la dictadura, mientras otros militantes del partido demócrata cristiano ocupaban altos cargos en el gobierno dictatorial con autorización de la directiva nacional. Junto con ello, el 18 de Junio de 1974, el secretario de prensa de la dictadura ataca a Tomic e invoca y se congratula de la presencia de demócratas cristianos en el gobierno dictatorial, muchos de los cuales han ocupado u ocupan altos cargos en los gobiernos de la concertación.
En marzo de 1976, Belisario Velasco fue detenido y relegado a Putre, siendo reemplazado en la gerencia comercial de Radio Balmaceda por José Miguel Fritis. Como director de la Radio Balmaceda asumió Marcelo Rozas. Cabe señalar que estos dos últimos hombres de confianza de Gutemberg Martínez.
La reportera de Radio Balmaceda, Marta Caro, fue a cubrir la semana social de la Iglesia y cuando la crónica estaba en el aire, Marcelo Rozas ordenó interrumpir su transmisión. Resultado de ello, los reporteros protestaron y Rozas, regocijándose, aprovechó la oportunidad precisa para despedir a los reporteros de Radio Balmaceda. Por tal motivo, Renán Fuentealba, exiliado en Costa Rica, al enterarse del hecho envía una carta a Eduardo Frei Montalva, afirmando respecto del suceso de la radio: “……..Escasamente sirvieron un tiempo como matones…..y bien pagados.”
Los mismos que en 1973, al asumir la dirección del partido y de la juventud, que establecer una íntima connivencia con la dictadura, quieren ahora expulsar del partido al camarada Senador Adolfo Zaldívar y crítican a Belisario Velasco, a quien persiguieron durante la dictadura, por reunirse con el camarada Senador.
Muchos de los que ocuparon cargos en la dictadura y después lo hicieron bajo el gobierno de la concertación también apuestan a una expulsión de Adolfo Zaldívar y quizás conforman actualmente una oligarquía con poderes y facilidades plenas para optar a cargos en la burocracia estatal.
Camaradas, los mismos del 73, muestra que la historia sigue igual.
Por Gonzalo Wielandt
Santiago de Chile, 10 de diciembre 2007
Crónica Digital
En noviembre de 1973, nuestro camarada Renán Fuentealba, ex presidente del PDC, envía una carta a Gabriel Valdés, quien trabajaba en la ONU en Nueva York, manifestándole sus aprehensiones sobre aquellos que habían llegado a dirigir la JDC: “Forman un grupo muy pragmático, un círculo muy estrecho, en que no dan cabida sino a quienes son sus incondicionales. Muy poco claros en sus definiciones que son chuecas. Muy ávidos en el manejo económico. El que se dirige principalmente a favorecer al grupo. Se reparten entre ellos viajes y becas al exterior. Carentes de idealismo, salvo una que otra excepción”.
Este mismo sector al que hace referencia el camarada Renán Fuentealba resolvió tomar control de la Radio Balmaceda, cuyo gerente era, entonces, el camarada Belisario Velasco. La primera medida de la directiva del PDC fue nombrar como miembros del directorio de la radio a dos ex senadores del PDC, Juan de Dios Carmona y José Musalem, con el propósito de despolitizarla. En esta configuración política de la Radio Balmaceda, se le pide la renuncia a Belisario Velasco en junio de 1974. Asimismo censuraba comentarios de los camaradas Marta Caro y Jaime Castillo Velasco. En medio de esta aberrante situación, el gerente de la Radio Balmaceda, Belisario Velasco, perdió la confianza y respaldo de la directiva nacional del PDC, porque era persona non grata para la dictadura militar.
En carta al entonces Presidente del PDC, camarada Patricio Aylwin, Belisario Velasco se lamentó de la muerte, encarcelamiento, tortura y cesantía de chilenos, entre los cuales los demócratas cristianos, militantes activos y de base, comprometidos con la causa del humanismo cristiano, sufrieron en manos de la dictadura, mientras otros militantes del partido demócrata cristiano ocupaban altos cargos en el gobierno dictatorial con autorización de la directiva nacional. Junto con ello, el 18 de Junio de 1974, el secretario de prensa de la dictadura ataca a Tomic e invoca y se congratula de la presencia de demócratas cristianos en el gobierno dictatorial, muchos de los cuales han ocupado u ocupan altos cargos en los gobiernos de la concertación.
En marzo de 1976, Belisario Velasco fue detenido y relegado a Putre, siendo reemplazado en la gerencia comercial de Radio Balmaceda por José Miguel Fritis. Como director de la Radio Balmaceda asumió Marcelo Rozas. Cabe señalar que estos dos últimos hombres de confianza de Gutemberg Martínez.
La reportera de Radio Balmaceda, Marta Caro, fue a cubrir la semana social de la Iglesia y cuando la crónica estaba en el aire, Marcelo Rozas ordenó interrumpir su transmisión. Resultado de ello, los reporteros protestaron y Rozas, regocijándose, aprovechó la oportunidad precisa para despedir a los reporteros de Radio Balmaceda. Por tal motivo, Renán Fuentealba, exiliado en Costa Rica, al enterarse del hecho envía una carta a Eduardo Frei Montalva, afirmando respecto del suceso de la radio: “……..Escasamente sirvieron un tiempo como matones…..y bien pagados.”
Los mismos que en 1973, al asumir la dirección del partido y de la juventud, que establecer una íntima connivencia con la dictadura, quieren ahora expulsar del partido al camarada Senador Adolfo Zaldívar y crítican a Belisario Velasco, a quien persiguieron durante la dictadura, por reunirse con el camarada Senador.
Muchos de los que ocuparon cargos en la dictadura y después lo hicieron bajo el gobierno de la concertación también apuestan a una expulsión de Adolfo Zaldívar y quizás conforman actualmente una oligarquía con poderes y facilidades plenas para optar a cargos en la burocracia estatal.
Camaradas, los mismos del 73, muestra que la historia sigue igual.
Por Gonzalo Wielandt
Santiago de Chile, 10 de diciembre 2007
Crónica Digital
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