El senador Eduardo Frei insistió ayer en que la DC tiene que definir su abanderado presidencial después de las elecciones municipales de octubre y no en la junta nacional, programada para junio, que es la apuesta que realizan los cercanos a la senadora y presidenta de la falange, Soledad Alvear.
"Hace algunos meses planteamos la necesidad de tener una mesa integrada y la necesidad de postergar el debate presidencial para después de las elecciones municipales. Insistimos en eso, no se nos escuchó. Ahora vemos nuevamente la división interna, incluso en la directiva del partido respecto a estos temas", dijo Frei.
El ex Presidente aseguró que la colectividad tiene que concentrarse exclusivamente en las municipales para obtener buenos resultados y se mostró crítico del estilo de conducción que ha desarrollado la directiva que encabeza Alvear. "Cuando dije el año pasado en una declaración que no éramos ni chicha ni limonada es porque la opinión pública no nos ve claros respecto de la conducción que tiene que tener nuestro partido y por eso hay que rectificar y hay que cambiar ese procedimiento", afirmó.
El primer vicepresidente DC y cercano a Alvear, Jorge Burgos, explicó que deben ser los militantes de la falange, en una elección directa, quienes definan al abanderado presidencial del partido, pues esta alternativa implica una mayor participación y "estéticamente es mejor".
El diputado Renán Fuentealba también apoyó la tesis de Burgos, argumentando que "antes que los intereses presidenciales se pongan en juego, la directiva debe cumplir con el papel que primero se le encomendó: gobernar el partido, gobernar para la Democracia Cristiana y, en consecuencia, hacer los pactos electorales que en definitiva resguarden a la Democracia Cristiana".
Fuentealba estimó que hay tres condiciones que deberían cumplirse antes de la definición presidencial. "Se requiere contar con un partido unido y cohesionado; consensuar las propuestas de país que como DC proponemos para el próximo gobierno y acordar un pacto para las próximas municipales y parlamentarias que realmente resguarde los intereses del partido de futuras pérdidas o de futuras disminuciones en representación de alcaldes, concejales y parlamentarios".
El parlamentario, que llamó a Soledad Alvear a no apresurarse y a postergar cualquier pretensión, también se mostró preocupado porque "hemos conocido por informaciones públicas que todavía subsisten posibilidades de que connotados camaradas de la DC abandonen sus filas, por cuanto la conducción de la mesa no ha sido del todo integradora ni conciliadora", en alusión a los dirigentes colorines Hernán Bosselin y Ramón Briones.
En este contexto, la semana pasada, el ex intendente metropolitano, Marcelo Trivelli, solicitó -a través de una carta suscrita además por el diputado Gabriel Ascencio y Andrés Palma, entre otros- al presidente del Tribunal Supremo, Carlos Figueroa, que el presidenciable de la DC se defina en primarias y no se proclame a Alvear en la junta nacional de junio.
"Hace algunos meses planteamos la necesidad de tener una mesa integrada y la necesidad de postergar el debate presidencial para después de las elecciones municipales. Insistimos en eso, no se nos escuchó. Ahora vemos nuevamente la división interna, incluso en la directiva del partido respecto a estos temas", dijo Frei.
El ex Presidente aseguró que la colectividad tiene que concentrarse exclusivamente en las municipales para obtener buenos resultados y se mostró crítico del estilo de conducción que ha desarrollado la directiva que encabeza Alvear. "Cuando dije el año pasado en una declaración que no éramos ni chicha ni limonada es porque la opinión pública no nos ve claros respecto de la conducción que tiene que tener nuestro partido y por eso hay que rectificar y hay que cambiar ese procedimiento", afirmó.
El primer vicepresidente DC y cercano a Alvear, Jorge Burgos, explicó que deben ser los militantes de la falange, en una elección directa, quienes definan al abanderado presidencial del partido, pues esta alternativa implica una mayor participación y "estéticamente es mejor".
El diputado Renán Fuentealba también apoyó la tesis de Burgos, argumentando que "antes que los intereses presidenciales se pongan en juego, la directiva debe cumplir con el papel que primero se le encomendó: gobernar el partido, gobernar para la Democracia Cristiana y, en consecuencia, hacer los pactos electorales que en definitiva resguarden a la Democracia Cristiana".
Fuentealba estimó que hay tres condiciones que deberían cumplirse antes de la definición presidencial. "Se requiere contar con un partido unido y cohesionado; consensuar las propuestas de país que como DC proponemos para el próximo gobierno y acordar un pacto para las próximas municipales y parlamentarias que realmente resguarde los intereses del partido de futuras pérdidas o de futuras disminuciones en representación de alcaldes, concejales y parlamentarios".
El parlamentario, que llamó a Soledad Alvear a no apresurarse y a postergar cualquier pretensión, también se mostró preocupado porque "hemos conocido por informaciones públicas que todavía subsisten posibilidades de que connotados camaradas de la DC abandonen sus filas, por cuanto la conducción de la mesa no ha sido del todo integradora ni conciliadora", en alusión a los dirigentes colorines Hernán Bosselin y Ramón Briones.
En este contexto, la semana pasada, el ex intendente metropolitano, Marcelo Trivelli, solicitó -a través de una carta suscrita además por el diputado Gabriel Ascencio y Andrés Palma, entre otros- al presidente del Tribunal Supremo, Carlos Figueroa, que el presidenciable de la DC se defina en primarias y no se proclame a Alvear en la junta nacional de junio.
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Fuente: La Nacion.
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