martes, 4 de noviembre de 2008

JORGE BURGOS: ``Si el PC ingresa al gobierno, yo me voy para la casa´´.

Foto: Maglio Pérez

En medio de la peor crisis de la DC, Jorge Burgos reemplazó esta semana a la renunciada Soledad Alvear como presidente del partido. En esta entrevista, se abre a la posibilidad de privilegiar una lista parlamentaria en vez de una opción presidencial y critica la idea de integrar al Partido Comunista a la Concertación. "La salida de Soledad era inevitable", dice.

"Soledad renunció, apúrate", decía el mensaje de texto que recibió el diputado Jorge Burgos en su celular. Eran cerca de las 19:40 hrs. del martes 28, cuando el ex ministro Carlos Mladinic le envió el aviso al primer vicepresidente del partido, quien a esa hora caminaba por la Alameda en dirección a la sede de la DC. Al igual que la mayoría de los dirigentes importantes de la tienda, Burgos se enteró a última hora del anuncio que haría Soledad Alvear. Sin embargo, después de recibir la noticia apuró tanto el paso, que el trayecto que normalmente le toma diez minutos lo hizo en menos de cinco. El diputado llegó a la sala del consejo justo antes que la senadora hiciera oficial su renuncia indeclinable a seguir en la conducción de la Democracia Cristiana y a su candidatura presidencial.

Fue la decisión que adoptó la timonel del partido tras la fuerte caída electoral que sufrió la DC el domingo 26. En total, perdió 41 municipios y más de 400 mil electores con respecto a los comicios del 2004. Aunque hubo intentos por acercar posiciones al interior de la falange, finalmente la presión interna obligó a Soledad Alvear a asumir todo el costo político de la crisis. En su reemplazo fue nombrado el diputado Jorge Burgos, quien deberá presidir la colectividad hasta el próximo 5 de diciembre, cuando se reúna la Junta Nacional.

En esta entrevista con Qué Pasa explica las razones que tuvo la DC para quitar su apoyo a la senadora, sus motivaciones para rechazar un pacto político con el PC, su disponibilidad para respaldar a un presidenciable del bloque PPD-PS y su rotunda oposición para llegar a un acuerdo parlamentario con el partido de Adolfo Zaldívar.

-¿Fue un hecho sorpresivo para usted la renuncia de Soledad Alvear?
-Fue una decisión muy personal y privada. Pero las palabras ''fuimos sorprendidos'' estarían mal empleadas, porque hubo mucha gente que pidió la renuncia por la prensa a la directiva y, en particular, a Soledad Alvear. El domingo en la noche recibimos un balde de agua frío durísimo por la votación que obtuvo el partido. En consecuencia, hubo un cóctel de cosas ante las cuales nadie puede decir: ¡Qué sorpresa que haya renunciado la presidenta de la DC! El lunes la mesa discutió largamente los acontecimientos. Señalamos que las responsabilidades no eran sólo de la Soledad, sino también de la directiva y que ésta debía tomar una decisión al respecto. Además, citamos a este Consejo Nacional, hablamos de realizar una Junta Nacional, y también discutimos si tenía sentido seguir con el procedimiento de selección del candidato presidencial en la DC. Obviamente, después de esa reunión la Soledad hizo un análisis más personal, tomó una decisión y redactó un documento bien pensado que leyó en el consejo.

-¿Un cambio de directiva no significa necesariamente poner término a la crisis de la DC?
-Enfrentamos una situación difícil de vida interna hace bastante tiempo. Y cuando digo bastante tiempo, me refiero a más de una década atrás. A comienzos de la recuperación de la democracia, dicho brutalmente, uno de cada cinco chilenos votaba por la DC en una elección municipal. En los comicios anteriores descendió a 2 de cada 10. Ahora es menos que eso.

-¿La dimisión de Alvear le hace más bien que mal al partido?
-Depende de cómo se vea. La salida de Soledad Alvear, a mi modesto entender y, esto no pido que lo comparta el resto de la directiva, era bastante inevitable. Sin embargo, creo que ella fue generosa, porque más allá de sus posibilidades presidenciales -que no eran muchas por cierto-, podría haber seguido persistiendo.

-Andrés Zaldívar dijo que ella asumió todo el costo de la crisis, en circunstancias de que la dirigencia del partido es responsable de lo que sucedió el domingo 26. ¿Se evaluó seriamente la posibilidad de una renuncia en masa?
-El martes pasado yo pedí la suspensión del consejo durante 20 minutos y evaluamos esa alternativa. Hubo quienes opinaron que debíamos adoptar la misma actitud de Soledad. Pero al final concordamos -porque en su carta de renuncia ella nos pide eso- en que no podíamos crear un vacío de poder. Entonces, decidimos asumir la conducción en el rol de subrogancia y convocar a la Junta Nacional a más tardar el 5 de diciembre próximo. En consecuencia, esta actual directiva que encabezo llega hasta el 5 de diciembre. Como me dijo ayer un hijo: soy el presidente Yogur, porque tengo fecha de vencimiento.

-Soledad Alvear afirmó que una de las razones que motivaron su dimisión fue la falta de unidad que existía en el partido. ¿Qué influencia tuvo Eduardo Frei en el clima de tensión que vive la DC?
-(Guarda un largo silencio) Todos tienen responsabilidades. El importante dirigente nacional y presidenciable por el que usted me pregunta no es una excepción. Yo no soy juez, pero tiene responsabilidad como muchos que han sido parte de directivas antiguas, donde la DC comenzó a experimentar una caída. Todos somos responsables: desde Frei hasta Burgos, por cierto.

-En julio de 2008, como vicepresidente del partido que encabezaba Soledad Alvear, usted señaló en una entrevista: "Frei candidato es una buena noticia para la DC". ¿Eso constituye un ejemplo de una conducta que erradicaría en el futuro? Debe haber constituido un golpe duro para la senadora.
-No fue con esa intención. Pero siempre fui cuidadoso. Nosotros éramos la directiva de un partido, no el comando de una candidatura. Yo entiendo que la Soledad siempre me comprendió en eso. Nunca recibí de ella una muestra de desilusión por una entrevista como ésa. Sí de algunas personas de su entorno.

-¿Qué aspectos de fondo revisaría en la DC para revertir la fuerte y progresiva pérdida de adhesión que ha experimentado?
-Debemos entender que las razones por las cuales se ha producido este hecho están vinculadas a algunas causas exógenas, pero, en su mayor parte a situaciones internas del partido. Si seguimos creyendo que la forma en que estamos haciendo política puede detener esta caída, creo que en la próxima elección en vez de obtener 15%, hablaremos de 12%. En cambio, si la DC y, en particular sus liderazgos más importantes, son capaces de entender de manera definitiva que esto debe cambiar y podemos volver a ser una comunidad, entonces tendremos posibilidad de revertir esta caída.

-¿Usted es partidario de que la próxima directiva sea de consenso?
-Eso lo decidirá la Junta Nacional. Yo soy sólo un voto. Pero a mí me encantaría que hubiese una mesa de unidad con un objetivo común, con una actitud compartida. No una mesa de consenso formal, como muchas veces ha sucedido. También pienso que es importante el recambio generacional. Yo creo que es muy bueno.

-¿A quiénes propondría usted para integrar una nueva mesa directiva?
-Los nombres de Claudio Orrego y Alberto Undurraga son buenas alternativas para una próxima conducción. También los de Claudio Arriagada, Ignacio Walker, Eduardo Saffirio, Guillermo Pickering, Gabriel Silver, Jorge Navarrete y Alejandro Ferreiro. La DC tiene una generación entre los 35 y 45 años de lo mejor que hay en el país en política. Ellos tienen el derecho y la obligación de tener un espacio de dirección importante.

-Entre una figura histórica como Eduardo Frei, o el liderazgo del alcaldes como Claudio Orrego y Alberto Undurraga, ¿a quién prefiere ver en la presidencia de la colectividad?.
-Este partido necesita un nuevo talante, que lo da con más seguridad alguien con más frescura.

¿Descartar a un presidenciable DC?

-¿Qué perspectivas tiene una eventual candidatura presidencial del senador Eduardo Frei?
-Creo que es la alternativa con más posibilidades en la DC. Pero no es la única. Más allá de lo que digan las encuestas, a mí me parece que debemos respetarnos un poco más. En ese sentido, es legítimo que Marcelo Trivelli también tenga aspiraciones presidenciales en el partido. No lo puedo pasar por alto, aunque lo vea con escasa proyección. Dicho eso, obviamente que la opción de Frei es la mejor. Aunque seamos francos también: ningún nombre de la DC aparece frente al país como el mejor evaluado de la Concertación. Entre todos los candidatos del partido no llegan al 8% de adhesión en las encuestas. En consecuencia, ése es un espacio que debe ganarse haciendo bien las cosas.

-En esta elección municipal el bloque PPD-PS superó con creces en votación a la DC. Considerando este escenario, que ha tendido a repetirse en los últimos comicios, ¿cree legítimo el derecho de este sector de querer llevar nuevamente alguien de sus filas a La Moneda?
-Por cierto que es viable. En ese sentido recomiendo la lectura de la columna que escribió el lunes pasado Genaro Arriagada en el diario La Tercera. Él piensa que la preocupación del partido debe ser interna y lo otro es secundario. Señala que a la DC le puede resultar mejor, incluso, dedicarse a proteger su futura lista parlamentaria. Esa es una opción que podría ser planteada en la Junta Nacional.

-¿Privilegiar una lista parlamentaria significa ceder la opción presidencial?
-Claro, la prioridad de la DC no tiene por qué ser ésa hoy día. Es un tema que se debe saber escuchar y sobre el cual hay que discernir. No puedo decir: ¡por ningún motivo, están locos! Momento, diría yo. Escuchemos, analicemos.

-¿Estaría dispuesto a respaldar sin mayor problema a José Miguel Insulza o a Ricardo Lagos?
-Creo que sí. Obviamente, la prioridad es una carta de la DC y hoy esa es Frei. Pero también hay personas que pueden señalar: mira, veamos lo que dicen los datos. Si éstos dicen otra cosa, preocupémonos de tener un partido más sólido. Es uno de los temas que se discutirán en la Junta Nacional. Para mí la prioridad es evitar democráticamente que la derecha gobierne este país. Si las elecciones fueran el domingo, gana Piñera. Pero, como digo, siempre hay una buena noticia: no son este domingo (se ríe). En consecuencia, la posición de nuestros liderazgos en la Concertación es desmedrada respecto al candidato de la derecha.

No al PC en la Concertación

-El domingo pasado el pacto Juntos Podemos obtuvo el 9% de las preferencias en concejales y la Concertación llegó a 44%, lo que en total suma un 53%. ¿No le parece atractivo este porcentaje cuando piensa en la próxima elección presidencial?
-¿Y qué pasa con el centro de la Concertación? ¿Con ese 15% que es la DC?

-Entonces, ¿no es partidario de un futuro acuerdo parlamentario entre la Concertación y el subpacto Juntos Podemos?
-Esa hipótesis habrá que discutirla. Puede existir un acuerdo por omisión, en el sentido de que un subpacto de la Concertación se omita en algunos lugares en beneficio del PC. Creo que es malo que un sector que tiene una representación que fluctúa entre 8% y 9% esté excluido del Congreso. ¡Pero esto es totalmente distinto a decir "voy a ser gobierno con el PC y el próximo ministro de Hacienda va a pertenecer a esas filas". ¡Por favor! Y en ninguna cartera. Con el Partido Comunista ni siquiera estuvimos juntos para derrotar a Pinochet.

-¿Usted se cierra completamente a la idea de incluir en el gobierno o en el gabinete a figuras del PC, como deslindó el ministro José Antonio Viera-Gallo la semana pasada?
-La Concertación es un pacto político de larga data que se ha construído sobre la base de un partido de centro y colectividades de centroizquierda. Así le dimos un buen gobierno a Chile durante 17 años, y así podemos seguir dando un buen gobierno al país. Si alguien me dice que la única posibilidad es hacer un pacto político con el PC, yo respondo que eso se sale completamente de los acuerdos y que en la sede de cada partido habrá que tomar una decisión al respecto.

-¿Ve factible una apertura a esta idea en algún sector de la DC?
-No creo que el partido estaría dispuesto a eso. Es una hipótesis que no se dará, porque el PC no cree en la economía social de mercado y tampoco en el principio universal del respeto a los derechos humanos.

-¿El PC no es un partido democrático?
-Tiene principios que, a mi juicio, son muy discutibles desde el punto de vista de los elementos centrales de la democracia. Cuando un dirigente del PC tiene una visión distinta de la situación de los derechos humanos, dependiendo del tipo de dictadura, me parece grave. Sin embargo, no podría decir que es un partido no democrático, que no ha estado por el respeto de la democracia en Chile. Mi duda es respecto al tipo de país que quieren construir.

-¿Qué haría usted en el caso hipotético que el PC ingresara al gobierno?
-Si el PC ingresa al gobierno ya dije que me iría para la casa. Probablemente, dejaría de ser un militante activo de la DC. Pero si hay una cosa que no haría, es abandonar el partido.

-Ha trascendido que en un sector de la DC causó molestia la presencia del presidente del PC, Guillermo Tellier, y de la recién electa alcaldesa de Pedro Aguirre Cerda, Claudina Núñez, en el escenario que se dispuso en el palacio de gobierno la noche del domingo 26.
-Constituyó un muy mal manejo de quienes tomaron esa decisión el hecho que la noticia del domingo en la noche haya sido que el PC estaba en una tarima de La Moneda y que a partir de eso, se abría una perspectiva de incorporarlo al gabinete.

-Se ha dicho que fue idea de la presidenta Bachelet convocar a estos dirigentes al palacio de gobierno.
-No sé, pero la conjunción completa fue una mala decisión. Inconsulta e incorrecta.

"Zaldívar va a desaparecer"

-¿Harían un pacto electoral con el Partido Regionalista Independiente (PRI) que encabeza el senador Adolfo Zaldívar?
-Ni con el PC ni con el PRI. Yo quiero hacer un pacto parlamentario inteligente con la Concertación. Además, es necesario primero que la colectividad de Zaldívar defina con quién está.

-Adolfo Zaldívar ha dicho que su partido no está con Sebastián Piñera.
-No sé; en las votaciones en el Parlamento normalmente está con Piñera.

-¿Cuál es el mal menor?
-A mí me gustaría más bien que algunos democratacristianos que, por distintas razones se fueron, pudieran volver al partido. Diputados como Pedro Araya y Carlos Olivares, a mi juicio tienen las puertas abiertas en la DC. Ha habido momentos difíciles, pero forman parte, por estructura y por visión, de nuestra matriz. Más que un pacto con el PRI, por ahí puede ser la cosa. Ojalá.

-A la luz de los resultados que obtuvo el PRI, ¿Cree que fue un error expulsar a Adolfo Zaldívar de la DC?
-Mirado desde el punto de vista de los resultados alguien podría decir que fue un error, porque se perdieron dos o tres puntos. Pero ya no era un tema de cálculo electoral sino de imposible convivencia. Además, uno podría preguntarse ¿del 7% del pacto Chile Limpio, cuánto corresponde a votos nuestros? Creo que el PRI nos hizo un daño, pero un perjuicio que se parece más a dos puntos que a siete desde el punto de vista de la adhesión DC.

-Tras la caída que marcó su partido en la elección municipal, Zaldívar aseguró que su colectividad desaparecería...
-Pienso que es él quien desaparecerá de la política chilena. Quiere ser candidato presidencial, pero no será presidente de Chile, tampoco será senador, más bien... No le deseo mal, pero sus aproximaciones son absurdas. El complicado es él, porque ¿alguien cree que el próximo presidente de Chile se llamará Adolfo Zaldívar?. No hay encuesta en que siquiera llegue al 10 por ciento del error muestral en un sondeo. Mejor dejemos el tema hasta aquí.
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Por Claudia Farfán
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Fuente: Revista Quie Pasa?.
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