miércoles, 19 de noviembre de 2008

ES LA HORA DEL CAMBIO

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Por Ricardo Hormazábal Sánchez
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Es la hora del cambio, camaradas, porque todos los signos morales culturales, religiosos, políticos, económicos y de diversa índole, muestran que estamos ante un CAMBIO DE ÉPOCA, ya que hasta sus más acérrimos defensores reconocen que se ha producido un agotamiento del modelo ideológico liberal que se enfrentó al socialismo marxista, ya justificadamente desplomado.

Esta transformación parte, para quienes nos inspiramos en el personalismo cristiano, primero en cada uno de nosotros, para superar nuestras ambiciones y limitaciones; continúa con un esfuerzo por identificar los valores que mantienen vigencia y luego con el deber de encontrar las necesarias respuestas para esta fase específica de la historia de la humanidad.

Esa reflexión es, hoy más que nunca, universal, sin perder de vista la dimensión familiar, comunal, regional o nacional. En un mundo tan interrelacionado y complejo como en el que vivimos, sólo una concepción global de la persona humana, de sus derechos básicos y de sus obligaciones consiguientes, así como de la indispensable cooperación entre civilizaciones, religiones y concepciones políticas será capaz de encontrar las respuestas.

En este documento abordo los siguientes temas:

1.- Una breve referencia a la crisis terminal de las instituciones que el capitalismo salvaje ha usado para su beneficio y que se basan exclusivamente en el mercado. (Banco Mundial, FMI)

2.- Un decidido rechazo a la pretensión de un grupo de liberales que al interior de nuestro partido pretenden manipular el debate, llevándolo a una cuestión de edad y no de principios y valores sobre los temas más relevantes;

3.-Una denuncia de la manipulación que hace este grupo presentándose como rostros nuevos, cuando sus propios currículos demuestran que, desde temprana edad, han estado en cargos de Ministros, Subsecretarios u otros, implementando políticas rechazadas por la abrumadora mayoría de la DC y el país;

4.-Un párele a sus desleales conductas y ataques públicos poco fraternales a camaradas que confiaron en ellos y los han apoyado siempre, como es el caso de Soledad Alvear y a sus auto confesados planes de crear un nuevo referente político con sectores liberales de la concertación y la derecha;

5.- Una notificación que algunos DC, minoría o mayoría según se verá en el próximo futuro, no estamos dispuestos a aceptar su conducción.

“Si uno le preguntara a los chilenos y chilenas con que palabra asocia el concepto de política, me temo que el resultado sería desolador. Y es que, al igual que en otras latitudes, esta noble actividad es hoy reconocida más por los excesos deplorables de algunos de sus miembros que por el silencioso, necesario y hasta radical servicio público de muchos”

ESTIMADOS CAMARADAS

Como es tiempo de debate, me permito hacer llegar algunas opiniones, ya que no estoy dispuesto a colaborar para que los liberales se tomen el partido, pretendan desconocer el rol protagónico que han tenido en los 4 Gobiernos concertacionistas y sigan favoreciendo la continuidad de políticas que van en contra de los acuerdos del Congreso del 2007, que, como ya sabemos, son duramente cuestionados por los “Príncipes”.

Es el Presidente conservador de Francia el que señala:

“esta crisis, sin igual desde los años 30, marca el final de un mundo construido tras la caída del Muro de Berlín y el final de la Guerra Fría. Ese mundo fue impulsado por un gran sueño de libertad y de prosperidad. La generación que venció al comunismo había soñado con un mundo donde la democracia y el mercado resolverían todos los problemas de la humanidad. Había soñado con una mundialización feliz que acabaría con la pobreza y la guerra.” Y agrega:

“pero el sueño se ha quebrado con el resurgimiento de los fundamentalismos religiosos, los nacionalismos, las reivindicaciones identitarias, el terrorismo, los dumpings, las deslocalizaciones, las derivas de las finanzas globales, los riesgos ecológicos, el agotamiento anunciado de los recursos naturales, las revueltas del hambre. En el fondo, con el final del capitalismo financiero –que había impuesto su lógica a toda la economía y que había fomentado su perversión– muere una determinada idea de la mundialización”.

Sarkosy continua expresando “La idea de la omnipotencia del mercado que no debía ser alterado por ninguna regla, por ninguna intervención pública… era descabellada. La idea de que los mercados siempre tienen razón es descabellada. Más adelante agrega, “Se han desarrollado sistemas de remuneración que incitaban a los operadores a correr cada vez más riesgos inconsiderados. Se ha fingido creer que los riesgos desaparecían uniéndolos. Se ha permitido que los bancos especulen en los mercados en vez de hacer su trabajo que consiste en invertir el ahorro en desarrollo económico y analizar el riesgo del crédito. Se ha financiado al especulador y no al emprendedor. ¡Es una locura y hoy pagamos por ello!”.

Los liberales y conservadores en el mundo, hoy validan, por la magnitud de la crisis, las denuncias de Stiglitz, Krugman, Soros, pero los liberales chilenos se sienten cómodos. Manejan áreas sensibles del Gobierno, controlan el Banco Central, manejan la mayoría de los medios de comunicación, defienden el Lobby, las AFP, las Isapres, los bancos y compañías de seguros. Escudándose en innegables avances en materia de disminución de la pobreza dura y en profundización de las formalidades democráticas, no se conmueven con los sufrimientos de la clase media y no percibe o se niegan a entender el creciente descontento ciudadano. Creen, como muchos seguidores de von Hayek, que la clase media es una clase parasitaria, aún no demonizan la justicia social , como sí lo hace ese Premio Nóbel de Economía, guru de la insensibilidad social y defensor de las dictaduras de derecha, o del voto censitario en las sociedades democráticas, pero nada hacen para concretarla.

Porque están fracasados a nivel mundial, porque los dolores que causan no pueden calmarse con solidaridades verbales, porque no representan las ideas que perduran en nuestra doctrina y porque no tienen respuestas para los desafíos de hoy y del futuro, los liberales no tienen nada más que hacer en la DC. Esa es también la misma conclusión a la que ellos han llegado, según lo declara una de sus representantes más relevantes, Mariana Aylwin, pero en estos días, cabalgando en la deslealtad, creen tener posibilidades de tomarse el poder
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FECHA DE NACIMIENTO VERSUS IDEAS DE JUSTICIA SOCIAL

Una cuestión central radica en el hecho que para este grupo, el problema principal es de edad y de su rol. Para muchos DC, entre los que me cuento, el problema central es la injusticia y la falta de respuestas para la clase media.

Analicemos las declaraciones de cuatro de los príncipes más destacados.

Claudio Orrego Larraín. Tiene razón en mi opinión cuando se autocalifica como, “uno de los líderes de la “nueva generación” de la Democracia Cristiana”, pero se equivoca rotundamente al reducirla a sus amigos Ignacio y Patricio Walker, Jorge Burgos y al actual Presidente del Metro y ex Subsecretario de Obras Públicas, Clemente Pérez. Los Machuca son también muy buenos en la DC y, además, son mayoría. También se equivoca al autocalificarse de “Generación Obama”, expresión que con tanta razón ridiculiza Carlos Peña en El Mercurio del domingo 9 de noviembre.

Claudio, Jorge Burgos e Ignacio Walker, copan los medios de comunicación presentándose recíprocamente como rostros nuevos, con estilos nuevos y como salvadores del PDC. Se autoproclaman renovadores y disponibles para desempeñar las más altas funciones en le partido y en el país. Se auto promueven como generación nueva, capaz de ejercer el poder político y que son indispensables para sustituir a los viejos políticos que, supuestamente, los han marginado.

Se equivocan, ya que en los partidos con doctrinas, como el nuestro, los debates centrales pasan por ideas y no por el carné de identidad. Cada dictador o déspota, cada movimiento terrorista se ha vanagloriado de la juventud de sus adherentes. En mis tiempos de joven, decíamos que hay viejos ante los cuales nos sacamos el sombrero y jóvenes que despreciamos. Por eso, la JDC más poderosa en la historia de Chile y América Latina, en 1973 pedía un solo cupo parlamentario: Para Bernardo Leighton Guzmán, nítido ejemplo de coherencia, desprendimiento y humildad, que a esa fecha tenía 64 años de edad.

Se equivocan maliciosamente, cuando se presentan como personas jóvenes a las cuales hay que darles la oportunidad de llegar al poder. Intentaré demostrar que ellos han sido privilegiados desde muy jóvenes y han accedido a más cargos relevantes que muchas otras personas, de iguales o superiores méritos.

1.- Jorge Burgos Varela. Ya era Subsecretario Nacional del PDC en 1989 y llevaba varios años en el cargo. “Desde 1990 ha desarrollado una importante labor en el Poder Ejecutivo, así es como entre ese año y 1993 se desempeña como Jefe de Gabinete y Asesor Jurídico del Ministro del Interior; en 1992 se convierte en Intendente Subrogante de la Región Metropolitana (por tres meses). Además, cumple funciones como Subsecretario de Guerra desde 1993 hasta 1996, año en que es destinado a Ecuador como Embajador de Chile, finalizando su designación en el año 2000 para asumir como Subsecretario del Interior. Al año siguiente deja su cargo para presentar su candidatura a diputado por el distrito 21 (Ñuñoa-Providencia). En diciembre de 2005 postuló a la reelección por el período legislativo 2006-2010, obteniendo el 27,3 % de los votos.”Ahí consta que nació en la comuna de Providencia el 24 de junio de 1956, que cursó sus estudios en el colegio jesuita San Ignacio de El Bosque y más tarde en la Universidad de Chile, ingresando en 1976 a la Democracia Cristiana”.

Es decir, tiene ya 52 años, de los cuales 18, casi un 40% de su vida, ha estado en altos cargos en los 4 Gobiernos concertacionistas. Hoy ejerce como Presidente del PDC, por no haber acompañado a Soledad Alvear en su renuncia, que él mismo calificaba de inevitable.
En un joven o un viejo, la falta de consideración con las personas y eludir sus propias culpas es reprochable. Esa conducta asume Burgos. En recientes declaraciones a Que Pasa, a la pregunta -¿La dimisión de Alvear le hace más bien que mal al partido?

El segundo de Soledad Alvear en los tiempos buenos, trata de distanciarse con poca elegancia:”La salida de Soledad Alvear, a mi modesto entender y, esto no pido que lo comparta el resto de la directiva, era bastante inevitable.” ¿Y porque no la de él, su primer Vicepresidente? ¿Hubo discrepancias de fondo entre él y Soledad durante su gestión? Si ella no le hizo caso y perseveró en los errores que se plasmaron en el resultado electoral negativo, ¿No habría sido más digno, que Burgos renunciase?

Llama la atención en esa entrevista, que incluso cuando trata de reconocer algún mérito a la Senadora que confió en él, la agrede sin ninguna elegancia. “Sin embargo, creo que ella fue generosa, porque más allá de sus posibilidades presidenciales -que no eran muchas por cierto-, podría haber seguido persistiendo.” Tiene derecho a pensar eso, no lo discuto, ¿pero era el momento de decir eso? Además, soy testigo del gran respaldo que Soledad tiene en la base y en el país, como lo demuestra su votación cercana al 70% y las encuestas. Pero si no tuviera ese respaldo, ¿es fraternal, es oportuna, la declaración de Burgos? Oportunista puede ser, ya que así se aproxima a la otra única candidatura real en el partido, la de Eduardo Frei, para intentar amarrarse a la directiva y fortalecer su declarada ambición senatorial. En sus intentos de salir bien parado, no trepida en contradecirse. En la misma entrevista dice”Señalamos que las responsabilidades no eran sólo de la Soledad, sino también de la directiva y que ésta debía tomar una decisión al respecto” Pero sus propias declaraciones ratifican su preocupación, exclusivamente personal: “El martes pasado”, declara, “yo pedí la suspensión del consejo durante 20 minutos y evaluamos esa alternativa. Hubo quienes opinaron (¿él no?) que debíamos adoptar la misma actitud de Soledad. Pero al final concordamos -porque en su carta de renuncia ella nos pide eso- en que no podíamos crear un vacío de poder.

En síntesis, Burgos no solo ha ocupado más cargos importantes que muchos en el Partido, es, además, asesor de una de las Fundaciones mercuriales y, por ende, con tribuna permanente en los órganos de comunicación de la derecha, lo que condiciona su conducta, como su reciente asistencia al homenaje de la derecha a Jaime Guzmán. Pero además, ha demostrado una deslealtad brutal para con Soledad Alvear y una desmedida ambición personal.

Al parecer ese era el precio que debía pagar para que personas que tanto atacaron a Soledad Alvear hoy declaren que les da confianza. ¿Acaso Burgos no era el primer vicepresidente de una directiva que según esos arteros e infundados ataques, quería concretar un fraude, haciendo votar a personas que no eran ciudadanas, o estaban muertas? ¿Que queda de esa destemplada y burda campaña que no sólo hería la integridad de personas honestas, sino que repetida muchas veces en la Televisión, las radios y los medios escritos, jugó un papel importante en nuestra derrota?

2.-Ignacio Walker Prieto. Ha aparecido en la TV y en los diarios dando sus opiniones, demostrando una arrogancia, una falta de fraternidad y de memoria inexcusables. Sobrepasando todo límite, el domingo 9 de noviembre, declara a El Mercurio que “la Misión de la DC hoy es abrir paso a la generación Obama”, esto es, su grupo. Proclama Presidente del PDC a Jorge Burgos y se muestra disponible “para cualquier responsabilidad que me asigne el partido en un proyecto de renovación”. ¿La candidatura a la presidencia de la República? Cada cierto tiempo, realiza declaraciones tremebundas señalando que la DC está ante la última oportunidad, identificándola siempre con sus ambiciones. Si el está a cargo, todo está bien. En su soberbia, pretende que dejemos de lado la tarea de construir una sociedad más democrática, con más justicia social, como lo señalara la Falange desde los comienzos y lo ratificara el Congreso del PDC de Octubre del 2007, para entregarnos a la promoción de este grupo con pretensiones de reyes.

Ignacio tiene 52 años y al igual que Burgos, ha ocupado cargos en el Gobierno desde el comienzo de la democracia. Del 90 al 93 trabajó de asesor de Boeninger en la Moneda. Abandonó el Palacio para ser diputado desde el 93 hasta el 2001, año en que perdió la candidatura senatorial. Desde el 2001 cumplió funciones académicas en una Universidad de la Derecha, en tanto asesoraba en distintas áreas, entre otras personas del Gobierno, a Soledad Alvear. Fue nombrado Embajador en Italia y al poco tiempo Ministro de Relaciones Exteriores, cargo que desempeñó por cerca de dos años. Más tarde fue miembro del Directorio de TV Nacional, cargo que abandona para irse al extranjero.

El año 2001, Ignacio Walker era diputado y quiso ser candidato a Senador. El Presidente de la DC era yo y le pedí que siguiera de Diputado, por cuanto las encuestas no le daban posibilidades ciertas, pero no aceptó, él quería aspirar al Senado. Para ello, debía competir con Eduardo Cerda, quién tenía la mayoría de la militancia a su favor por su permanente trabajo en la zona. Pero como Eduardo Cerda se había negado a apoyar al Presidente del PRSDS Carlos González Márquez, lo habíamos expulsado y solo volvió después, asumiendo compromisos que, al serles recordados por mí, aceptó cumplir. Ignacio Walker fue candidato sin disputa, gracias a la generosidad de Eduardo Cerda, el que, si hay elección de nuevo para el próximo año, ya no tiene que cumplir ninguna promesa que le impida competir.

También Walker contestó de una manera deplorable, una pregunta que le hizo Raquel Correa, “¿Alvear fue una gran Presidenta de la DC?

El ex diplomático y poco fraternal camarada contesta con un rotundo NO. Luego trata de matizar: “La tuvo difícil desde el principio, dice e intenta la adulación:” Le rindo un homenaje”, pero como la soberbia lo enceguece, agrega: “Más allá de los errores que puede haber cometido, y que los hubo”.

Se equivoca de nuevo Ignacio Walker, cuando dice: “Hemos decapitado a todos los Presidentes del Partido desde Foxley”. A mi no me decapitó nadie. Fui elegido con el 66% de los votos de las bases y renuncié en Julio de 2001, después de haber conducido una exitosa campaña municipal, luego de cooperar para que el PDC llevara los mejores candidatos posibles el 2001, tarea en la que conté con la generosidad de los distintos sectores internos, en que logramos rebajar los impuestos para la clase media y subirlos a las grandes empresas, que avanzamos en temas delicados de derechos humanos y en políticas para los trabajadores, los jóvenes y los campesinos. Renuncié, no me echaron, para hacerme cargo de errores de otros, los que reconocieron, por escrito y públicamente, que no habían seguido las instrucciones expresas que les entregó mi directiva. Lo hice luego de haber solucionado el problema, a la luz del día, con colaboración de los aliados y los opositores, pagando costos personales inmensos, e injustificados, pero como opción personal para servir a mi partido. Todos en la directiva querían renunciar. Edgardo Riveros y Diego Méndez insistieron en irse junto conmigo y me ayudaron a convencer a los demás de quedarse. Fue un gesto ético personal y también político, tal como lo hizo Soledad ahora.

Que diferencia hay entre los auto denominados “rostros nuevos” y los auténticos DC.

No está de más recordar que, según consta en las actas del Consejo Nacional del PDC correspondientes a Julio del 2001, antes del error de la inscripción, las encuestas señalaban que la DC obtendría entre 18 y 24 diputados, por lo que perdería 14 de los 38 diputados. Con Aylwin y Frei en la nueva mesa, con Gutemberg Martinez y Marcelo Trivelli en el comando de la campaña, se dio el mejor escenario y elegimos 24. Debo destacar que varios adversarios internos, personas muy honestas, que incluso perdieron en esa elección, me expresaron que el tema de la inscripción no tenía nada que ver con su derrota, como lo demostró la reelección de Edgardo Riveros y las alzas de votación de diversos candidatos, también reelectos.

De modo que no me siento decapitado por mi Partido, aunque reconozco ser minoría al interior. No pude ser electo Consejero nacional, no tengo votos propios afuera para ser elegido a algún cargo de elección popular, como si lo son los príncipes y la mayoría de los machucas.

Sin embargo, guardo con cariño y honor el recuerdo de haber sido elegido por las bases, un militante un voto, como el primer Presidente Nacional de la DC que venía del mundo sindical, así como nadie podrá negar el honor merecido de Soledad Alvear de haber sido la primera mujer Presidenta Nacional, elegida también por las bases del PDC.

3.-Claudio Orrego Larraín, según el currículo de su página Web, nació en Diciembre de 1966, por lo que está por cumplir 42 años y ha ocupado numerosos cargos importantes: El 2000 fue Bi-Ministro de Vivienda y Urbanismo y Bienes Nacionales; Entre 1996 y el 2000 fue Secretario Ejecutivo del Comité Interministerial de Modernización de la Gestión Pública y Jefe de la División de Modernización del Estado del Ministerio Secretaria General de la Presidencia. Entre 1995 y 1996 fue Asesor legislativo y de gestión pública en el Ministerio de Salud. Entre 1994 1995 se desempeñó como Consultor de la División de Modernización del Estado y la Sociedad Civil del Banco Inter Americano del Desarrollo (BID). 1991 1993: Trabajó como Asesor político y de gestión en el Ministerio Secretaría General de la Presidencia.

Debería sentirse orgulloso, como yo me siento por él, de haber ocupado cargos tan relevantes y debería estar agradecido de los que le abrieron paso, entre los cuales, no estoy yo, porque he sido y seré marginal del poder que entrega los cargos altos. Yo solo reclamé, como Presidente del PDC, por la forma y fecha en que el Presidente Lagos lo sacó del Gabinete, ya que, como se ha probado, es un gran candidato.

Cada uno de estos tres personajes como persona es valioso, aunque no ganan ningún concurso de modestia. Pero como lote, son dañinos. Esta cultura elitista de clase, le hace mal al Partido. Sus vínculos con el mundo de los poderosos del dinero, donde están sus amigos o familiares, con los que veranean, pasean y hacen negocios o acuerdos políticos, los hacen pensar como viven y no vivir como debieran pensar, como integrantes de un gran partido democrático, por el cambio y la justicia social.

4.-LA OPINIÓN DE MARIANA AYLWIN.

Mariana es integrante destacada de este sector de Príncipes y ha enunciado una tesis interesante en una reciente entrevista en Que Pasa. Es de lamentar que ella se diera a la publicidad antes de las elecciones, afectando la imagen y suerte de nuestros candidatos, al igual que las desafortunadas declaraciones de Belisario Velasco y otros. Mariana sostiene “No descarto que en el futuro surjan nuevos partidos.

¿Por qué piensa ella eso?: “No estoy marginada de la DC, pero los planteamientos que hago en Giro País no tengo posibilidad de hacerlos, con algún éxito, en el Consejo Nacional de la DC. En la DC me siento en minoría hace mucho rato. Entonces uno empieza a buscar otros espacios. No soy desleal, pero cuando uno siente que no tiene posibilidad de influir, busca un lugar donde puede articular redes con personas que están fuera de la política y no tienen espacio en ella. En educación somos muchas las personas que estamos con las manos en la masa, en los colegios y los municipios, pero en los partidos de la Concertación nos miran como neoliberales y nos descalifican. Cuando uno ve personas que están en distintos partidos de la coalición y que no tienen diferencias entre sí, me pregunto ¿por qué no podemos estar juntos? Es un tema que está dando vueltas. Además hay muchas personas talentosas, especialmente de nuevas generaciones con vocación pública, que los partidos actuales están ahuyentando de la política. Aquí viene un reordenamiento: existe un grupo, más allá de derecha e izquierda, que cree en la libertad, confía más en las personas y comunidades que en el Estado, que está ansioso de contribuir a un proyecto futuro más fresco, más moderno.”

Ella continúa exponiendo sus sentimientos y pide, con razón, que “Hay que sincerar las nuevas diferencias dentro de la Concertación, lo cual debiera producir un reordenamiento de la coalición. Por ello, no descarto que en el futuro surjan nuevos partidos. Y es probable que las fuerzas políticas se reagrupen al interior de la Concertación.”.

Llama la atención que la persona que presidió el Congreso del PDC de 2007, que se reconoce minoritaria, y con razón, ya que en el Congreso las propuestas de los liberales fueron rechazadas abrumadoramente, no sea capaz de reconocer ese hecho y proponga como solución a las diferencias que los que formamos la mayoría, debamos irnos de la Concertación y no ellos. Ella afirma:”Seguimos entrampados en una discusión ideológica liderada por personas que no creen en lo que hemos hecho ni en el modelo que hemos construido. Esa gente debe irse de la Concertación”.

Más adelante, le pregunta la Revista Que Pasa: -¿Cuál es su radiografía de la DC? Su respuesta es singular: “Es bien paradójico: creo que la disputa política del futuro será por el centro político. Sin embargo, la DC, por sus confusiones internas, no está interpretando al centro político. Hay una atracción fatal de la DC por el discurso socialista. Nos encanta irnos a la izquierda y nos acompleja ser de centro. Eso hace que Piñera tenga tanta adhesión”.

Les aclaro, camaradas, que esto es lo que aparece en la revista citada. No es un sueño que Mariana diga que hemos tenido gobiernos más socialistas de izquierda. Es solo una afirmación equivocada, profundamente alejada de la realidad. En los últimos gobiernos de Lagos Y Bachelet lo menos que se puede decir en serio es que han sido izquierdistas. ¡Mariana, Orrego y Walker fueron Ministros de un socialista! ¿Por qué aceptaron esos cargos en un gobierno que iba en contra de sus principios? ¿O solo después que ellos dejan el Gabinete los Gobiernos se ponen socialistas?

Mariana no descarta formar un nuevo partido con los liberales de otros partidos, más allá de la concertación, pero para la derecha.

Pero no descarta una solución para la DC. A la pregunta ¿Cómo se podría resucitar a la DC? Contesta: “No creo que la DC esté muerta, está dormida. Hay una generación de líderes que tienen futuro, como Claudio Orrego y Alberto Undurraga. Ellos representan frescura política, una cierta audacia, personas cercanas a la gente, modernos.

Cuando le consultan -¿Y por qué tienen tan poco protagonismo? Ella anuncia algo prometedor:-Hago una autocrítica.

Pero luego decepciona:” A un grupo que nos juntábamos nos llamaron "los príncipes": creo que el nombre estuvo súper bien puesto. Lo que vemos es un conjunto de príncipes, en que cada uno está en lo suyo, que han tenido poca disposición para articularse y generar algo más potente, con posibilidades de ganarse la DC. No hemos tenido vocación de poder. Hemos fracasado. Y por culpa nuestra.

Mariana Aylwin, hija de un gran Presidente, fue Diputada, Ministro de Estado, asesora de los Gobiernos concertacionistas, ¿Podría sostener seriamente que ella o sus amigos han estado marginados del poder? ¿No debería sumir que las derrotas electorales son juicios críticos a las políticas que ella y sus amigos Ministros o Subsecretarios liberales aplicaron?
Estos cuatro camaradas son reflejo de un sentido aristocrático del poder. Todo está bien cuando ellos ocupan los cargos y cargan un resentimiento increíble cuando, transitoriamente, ocupan funciones menos relevantes. Como toda clase privilegiada, se sienten con derechos hereditarios y permanentes a los más altos cargos. Su extremo liberalismo le permite contar con el apoyo de empresarios amigos y de tecnócratas liberales del Gobierno, con los cuales, a su vez, solidarizan, como lo hacen con el Ministro de Hacienda, cuando su partido y la mayoría de los parlamentarios piden cambio de políticas.

Su dogmatismo ideológico liberal les permite ser asesor de la Fundación Mercurial Paz Ciudadana, como Burgos, trabajar en las Universidades de la Derecha o en las grandes empresas de sus amigos, cultivando las relaciones con los sectores más comprometidos con la dictadura y el poder económico.

Cuando tuvimos el Congreso, Los Príncipes trataron de imponer documentos pre- elaborados. Fracasaron. ¿Porque? Claudio Orrego, escribe en su Blog, ya el año 2006, algo muy hermoso y que comparto:

¿Pero cómo saber que necesitan los demás si nunca tienes tiempo para ellos y sus problemas? ¿Cómo sentir urgencia por avanzar rápido si uno nunca se expone a sentir el crudo dolor del otro? ¿Cómo construir una política más humana, si en el ejercicio de la misma no existe espacio para el contacto humano?” En su rol de Alcalde Claudio, Alberto y también muchos “machucas” han cumplido con esas premisas y por ello han obtenido el respaldo que han logrado.

Pero no han hecho lo mismo con los afiliados de las AFP, las Isapres, los jóvenes pobres pero capacitados para los estudios superiores los trabajadores perseguidos por sindicalizarse, mal pagados y mal tratados. No han tenido tiempo para mirar la abusiva concentración del ingreso y escuchar el dolor de esa clase media afectada. No, luego de hacer su pega, se juntan con los poderosos, disfrutan del buen pasar, leen la prensa de esos grupos que les adula y se olvidan del cambio social indispensable.

Carlos Peña es una de esas personas de las cuales uno aprende, incluso cuando se discrepa de él. El Domingo 9 de Noviembre en el cuerpo D de El Mercurio, escribió algo que me interpreta plenamente: “Es absurda la pretensión- que hemos oído por estos días- de imitar a OBAMA, ponerle esa marca a una generación o a un dirigente y echarle para adelante. Ese esfuerzo iría desde lo sublime a lo ridículo en un dos por tres: Nuestros Obamas parecerían elefantes anhelando ser mariposas.”

¿No sería posible que estas personas dejaran de lado su arrogancia, agradecieran a los que les dieron tantas oportunidades y aceptaran debatir fraternalmente en el Partido sus ideas liberales con los que somos solo modestos DC y comprometerse a aceptar y defender lo que se apruebe? O irse de una vez sino las comparten.

¿No les parece a ellos convocante el mensaje de la Iglesia Católica que nos señala que ante un Cambio de Época como el que vivimos, debemos ser portadores de buenas noticias para las grandes mayorías y no comparsas de los poderosos ni menos profetas de desastres?
¿No les llama la atención que ante la magnitud de la crisis que vivimos, por culpa del liberalismo extremo y sus defensores políticos, derechistas como el Presidente de Francia, marque la urgencia y necesidad de construir una nueva institucionalidad política y económica que termine con la locura del capitalismo salvaje?

¿No les parece inaceptable que mientras los Fondos de Pensiones, con los recursos de los trabajadores afiliados a las AFP pierden cerca del 40% del valor que tenían a Febrero de este año, casi dos presupuestos anuales del país, los dueños de ellas, sigan ganando lo que gana y contando con algunos DC y concertacionistas entre sus asesores y directores?

¿Quieren seguir defendiendo a los dueños de las ISAPRES, que son asesorados por algunos DC o concertacionistas, amigos o miembros de ese grupo, mientras los afiliados a ellas sufren las alzas constantes y la desesperación que mientras más años vivamos y menos dinero ganemos, más cara serán los costos que nos cobren?

¿No creen ellos que es inaceptable que los Bancos cobren tasas usurarias a empresarios y trabajadores, cerca del 50% real anual, obteniendo ganancias astronómicas, apoyados por concertacionistas liberales?

¿Podrían darse un tiempo para escuchar a los trabajadores, privados y públicos? Sí, a esos mismos que marcha, y gritan, porque tenían más sindicatos y más negociaciones colectivas en dictadura, que ahora, cuando se imponen los dogmas de los liberales en el Gobierno.

¿No les parece que es indignante que las presiones inflacionarias se utilicen como argumento cuando los trabajadores piden reajuste y no cuando piden ayuda los más poderosos?

Estimados camaradas:

En la Junta nacional espero distribuir un documento con algunas otras ideas y propuestas para el debate político. Por ahora solo quería aportar estos comentarios.

Para finalizar, quisiera recordar otra cita de Claudio Orrego Larraín que me interpreta plenamente y que trato de vivir, no siempre con éxito y que ojala ellos también asumieran como norma de conducta:

“Si a nuestra sociedad le falta afecto, a nuestra política más aún. Difícilmente podremos construir una sociedad humanista, alegre y solidaria, si quienes aspiramos a manejar las instituciones públicas no nos convertimos a esos mismos valores que aspiramos para nuestro país. Saber que somos débiles e inconsecuentes, no es excusa para no atreverse a vivir una política centrada en los afectos. Es ahí donde yo he encontrado el alimento, la fuerza y la perseverancia para no abandonar ese viejo ideal de una sociedad justa y más igualitaria. El afecto como camino de cercanía a quienes uno dice querer servir, como instrumento para dejarse cuestionar e interpelar por los sencillos, como motivación para seguir soñando y como espacio para ser más humanos en una actividad tan importante y frágil como la política”.

Las declaraciones que he comentado no muestran afecto ni favorecen un clima cálido. Tampoco muestran humildad.

Por cierto, mis opiniones no son precisamente suaves, pero son fundadas, directas y demuestran, espero, que el tiempo para que ellos sigan haciendo lo que quieran sin que se les contradiga, terminó.

Los confrontaré en todos los espacios que se abran o logre abrir. Le hará bien a la DC, ya que sí perdemos apoyo electoral, al menos será por representar un proyecto claro y no por servir de mascarón de proa a intereses y valores contrarios a nuestra esencia y misión.


FRATERNALMENTE, RICARDO HORMAZÁBAL SÁNCHEZ
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