miércoles, 12 de noviembre de 2008

Delitos y pobreza - Muy interesante(CSM)

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Llevamos demasiados años escuchando sistemáticamente que la pobreza es la causa de la delincuencia y ni siquiera los desmentidos cotidianos que la realidad nos arroja a la cara hacen que el discurso cambie.

La desgraciada muerte de Diego Schmidt-Hebbel nos pone, de manera dramática, ante una verdad sabida desde siempre, pero con muchas dificultades para mostrarse como evidente en nuestros medios de comunicación: los no pobres también cometen delitos, y no sólo de aquellos llamados de "cuello blanco".

Llevamos demasiados años escuchando sistemáticamente que la pobreza es la causa de la delincuencia y ni siquiera los desmentidos cotidianos que la realidad nos arroja a la cara, hacen que el discurso cambie.

Es de esperar que en esta ocasión no se termine construyendo una imagen excéntrica de la autora intelectual y mediata del crimen, que explique el hecho por factores de personalidad o siquiátricos, o sea individuales y no sociales, como es la pobreza, o, como en este caso, el afán desmedido de riqueza, o de querer tener más para "ser más".

O sea la codicia, que ha sido también la causa de la crisis económica mundial. Todos los estudios muestran que se cometen delitos de manera más o menos homogénea por todos los sectores socioeconómicos.

Lo que pasa es que la capacidad para enfrentar el aparato de persecución penal no es la misma para todos. Es, como todas las posibilidades de acción en sociedad, una "cuestión de poder".

Por eso en las cárceles están los delincuentes más débiles al respecto. Pero no sólo esto es una cuestión de poder, sino la forma de mostrarlo, e incluso el tipo de delito que se cometa depende del poder que se tenga, tanto que se puede contratar a otro y convertirlo en un mero instrumento.

Mientras más poder, más tipos de delitos es posible cometer. Esto porque en general los poderosos, los ricos, y los no pobres pueden también cometer los delitos que cometen los pobres, pero los pobres no pueden cometer algunos delitos exclusivos de poderosos.

Los delitos del Banco Riggs, los de Inverlink, los del abogado presidente de la Gota de Leche, los de una diputada de RN recientemente condenada y muchos por el estilo no pueden ser cometidos por los pobres.

Ojalá que esta muerte, tan mostrada en los medios de comunicación, sirva para hacernos reflexionar en torno al tipo de sociedad que hemos construido y estamos viviendo y viéndola en su totalidad. Dejemos de estigmatizar a los más débiles que, en una sociedad de mercado, son los con menos "poder adquisitivo" o sea los más pobres.

Por Mauricio Salinas*

*Abogado, Secretario Ejecutivo Corporación Ciudadanía y Justicia
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