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El ex presidente Eduardo Frei consiguió el apoyo de la coalición gobernante tras un sigiloso y meteórico ascenso y se alzó como el virtual candidato oficialista para las elecciones de diciembre en Chile, en las que competirá con el millonario empresario derechista Sebastián Piñera.
Frei -que gobernó entre 1994 y 2000- logró el apoyo de tres de los cuatro partidos de centroizquierda que integran la Concertación, la coalición oficialista en el poder desde 1990, tras el fin de la dictadura de Augusto Pinochet.
Sólo resta el respaldo de la más pequeña de las agrupaciones oficialistas, el partido Radical Socialdemócrata, que postula a su presidente, el senador José Antonio Gómez.
Gómez y Frei se enfrentarán en una primaria nacional en abril y mayo próximos, pero éste es casi un enfrentamiento simbólico, ya que el conglomerado que apoya al senador radical sólo tiene cerca del 5% de la votación general.
Con todo, y pese a los públicos emplazamientos para que retire su candidatura, Gómez inscribió este lunes su candidatura a las primarias. Lo mismo hizo Frei, aunque en medio de muestras de respaldo.
"Esta es una etapa, un camino, que hace unos meses se veía oscuro. Vamos a ganar en diciembre y vamos a seguir construyendo un país más humano, más justo", dijo el ex mandatario, al inscribir su candidatura.
El ascenso de Frei ha sido meteórico. En menos de dos meses logró desbancar a todos sus rivales y concitar consenso en el oficialismo, fuertemente dividido tras los resultados de las municipales de octubre, en las que por primera vez desde 1990 fue superado por la derecha opositora.
Sigilosamente y sin prácticamente aparecer en los medios ni entrar en confrontaciones, Frei posicionó su nombre y se ubicó por sobre el ex presidente socialista Ricardo Lagos y el actual secretario general de la OEA, José Miguel Insulza.
Lagos rechazó en diciembre participar en la elección luego de que su nombre no lograra concitar consenso en las dos facciones socialistas. La misma razón llevó a Insulza a retirarse anticipadamente de la carrera presidencial a inicios de enero, para seguir al frente de la Organización de Estados Americanos (OEA).
En octubre la senadora demócrata cristiana y ex canciller Soledad Alvear había renunciado a ser candidata presidencial, tras el descalabro en la elección municipal.
Con todos sus rivales fuera, Frei logró ser proclamado oficialmente y por aclamación tanto por su partido, la democracia cristiana, como sus socios del Partido Socialista y el Partido por la Democracia.
Según han señalado analistas, el ex mandatario es el único aspirante oficialista con posibilidades de ganarle la elección al encumbrado y único candidato opositor, el empresario Sebastián Piñera.
Piñera, con una fortuna valorada en 1.300 millones de dólares, lidera desde hace meses todos los sondeos de intención de voto, aunque en el último tiempo su adhesión se ha estancado, en torno al 35%.
Frei, un pragmático ingeniero comercial, puede arrebatarle votos de centro derecha a Piñera, en especial de empresarios y gente de negocios, desconfiados del actuar del candidato derechista, sancionado la semana pasado por atentar contra la libre competencia.
Una de sus empresas, Lan-Cargo, fue multada la semana pasada por las autoridades estadounidenses por colusión de precios con otras compañías, mientras que el propio empresario fue sancionado en Chile por el uso de información privilegiada en la compra de acciones.
El manejo de Frei durante la crisis asiática, que Chile pudo sortear con relativa facilidad, es visto también como un plus para el ex presidente, cuya candidatura comienza ahora a tomar más fuerza.
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