El otrora lacónico ex Presidente pasó a ser el nuevo maestro de ceremonias de la Concertación y tambor mayor de un posible nuevo gobierno oficialista
Quién lo diría. La encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP) de junio del año pasado, indicaba que de todos los posibles precandidatos presidenciales Eduardo Frei Ruiz-Tagle marcaba apenas 2 puntos.
Sobre él se situaban Soledad Alvear, José Miguel Insulza, Joaquín Lavín, Ricardo Lagos y Sebastián Piñera. Sólo superaba a Tomás Hirsch y empataba con Michelle Bachelet, que de forma honorífica fue incluida en el sondeo.
A siete meses de tal estudio, las cosas han cambiado drásticamente. Nunca estuvo en carrera Lavín, se bajaron Alvear, Lagos e Insulza (en ese orden), Hirsch ahora no está solo en el Juntos Podemos y Piñera sigue de puntero, pero ya no se ve tan lejos como en el invierno del 2008. Es más, llegó al 30% de la intención de voto.
¿Qué habrá pasado en el camino? “Antes no era candidato”, resume brevemente el actor, comediante y director de TV Eduardo Ravani, uno de los flamantes profesionales que se sumó a su grupo de los “Océanos Azules” la semana recién pasada.
No deja de tener razón el recordado “Señor Zañartu” de La Oficina. Mientras los demás postulantes presidencializaban su discurso, Frei se dedicaba a convocar a las huestes. “La política es sin llorar” y “A trabajar”, decía al ex Mandatario ad portas de la elección municipal, a sabiendas que los resultados no se venían halagüeños para los colores del arcoiris.
En todas las entrevistas televisivas y debates políticos, la pregunta era una sola: ¿Es usted candidato? ¿Está en campaña? Y Frei con la parsimonia de siempre contestaba que “no”, aunque dejaba la duda razonable con frases como la siguiente: “Quiero ser protagonista del futuro”. Sin duda, toda una premonición.
O cuando en pleno debate en una Junta Nacional DC planteó la necesidad de estatizar el Transantiago. Entre medio fue díscolo, pololeó con la disidencia y se divorció del alvearismo cuando no asumió su propia culpa tras la debacle electoral de octubre y la posterior bajada de Soledad Alvear. Incluso dijo que la Concertación se estaba yendo peligrosamente hacia la izquierda.
Al parecer, Frei buscaba su destino. De hecho, lo encontró con los líderes del Juntos Podemos Más, quienes podrían ayudarle a ganar la segunda vuelta si se le otorgan algunos cupos parlamentarios. Cosas de la política.
Dulce primavera y océanos azules en camino
Digerida la herida municipal, Eduardo Frei se llevó toda la carga renovadora de la coalición de Gobierno de cara al proceso del próximo 11 de diciembre. En menos de 15 días se halló solo en la interna concertacionista, mirando con tranquilidad la porfía del radical José Antonio Gómez.
Pero los nuevos tiempos del senador por Valdivia traían una sorpresa: mayor protagonismo en los medios y un nuevo referente programático: los “Océanos Azules”, nombre tomado del libro “Océano Azul”, de Chan Kim y Renée Mauborgne, donde se plantea “abrir nuevos mercados”, “no destruir a los adversarios” y “salir de la estructura tradicional para captar otros públicos”.
Como yapa, Frei incluyó una nueva forma de comunicarse con la ciudadanía: sin rodeos. “No tengo recaderos”, le dijo a Piñera cuando un asesor suyo le sacó en cara su pasado empresarial. “No somos imbéciles”, sostuvo en una intervención en el que se refirió a sus críticos sobre su manejo en la crisis asiática a fines de los años 90.
Locuaz, echa bromas y dice cuanto tiempo lleva hablando. “No que me decían que hablaba poco”, alegó con ironía en otra junta nacional el 2008. Juega con los tonos de voz y casi susurrando lanza oraciones para el bronce. Y para mejor, el reciente aniversario de la muerte de su padre, el ex Presidente Frei Montalva, fue el corolario de una semana intensa con proclamación socialista y PPD.
Supo aguantar tironeos y amenazas de bomba en la proclamación socialista y en el consejo PPD salió airoso tras la andanada de exigencias de algunos opositores de su candidatura. Además, sacó aplausos y consiguió que le gritaran “se siente, se siente…”. Qué más se puede pedir.
La clínica le cambió la vida
Tras la operación a la próstata de abril del 2004, la vida le cambió a Eduardo Frei. Estuvo una semana en la UTI y 21 días en la UCI de la Clínica Alemana. “Estuvo sin hablar durante meses”, dicen sus cercanos.
Salió delgado y sin ánimo y optó por disfrutar más de la vida laboral y pasar más tiempo con su familia. Cambió su look. Se sacó la corbata, la gomina y los colores oscuros y su ropa era se aclaró rotundamente.
En un hecho inédito, fue al programa de Vivi Kreutzberger, “Gigantes con Vivi”, donde mostró videos con su esposa Marta Larraechea y sus cuatro hijas.
Fue la misma ex concejala y ex candidata a alcaldesa la que le dio el empujoncito final para pensar en su camino de retorno a La Moneda. “Ya lo pensé, Eduardo, y te voy a apoyar”, le dijo en abril de 2008, según un reportaje de un matutino sobre la nueva vida de Frei.
El plan lo venía craneando el 2007, pero faltaba el apoyo más íntimo para sacarlo adelante. Y vaya que le resultó.
Fuente: Cambio21.
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