En los últimos días el acontecer noticioso en el ámbito político se ha centrado en las definiciones de las candidaturas presidenciales de los diversos partidos, tanto de la Concertación como de la Alianza por Chile. Más allá de la evolución que tenga o haya tenido en estos días esta situación, en lo personal creo que [...]
En los últimos días el acontecer noticioso en el ámbito político se ha centrado en las definiciones de las candidaturas presidenciales de los diversos partidos, tanto de la Concertación como de la Alianza por Chile. Más allá de la evolución que tenga o haya tenido en estos días esta situación, en lo personal creo que una vez más nos estamos desviando de los temas centrales.
Concretamente, pienso que más que dedicarnos a discutir sobre personas, métodos y procedimientos, hoy nuestra principal tarea es hablarle al país y contarle a la gente cuáles son nuestras propuestas para resolver los problemas que hoy nos aquejan. Y estos dicen relación con que estamos inmersos en una crisis financiera de alcance global que cada día que pasa nos golpea con más fuerza, por lo que vamos a precisar de una buena dosis de coraje, claridad y liderazgo para enfrentar los duros tiempos que están por venir.
La ciudadanía no está interesada en las discusiones políticas, más todavía cuando, al menos en el oficialismo, ya hay un acuerdo definido respecto a la elección del candidato único a las elecciones presidenciales del próximo año. Por el contrario, la gente hoy tiene miedo y desea tener meridiana certeza de si van a poder mantener sus empleos, si van a poder seguir pagando sus créditos hipotecarios o el colegio de sus hijos. Esas son las preocupaciones de las familias chilenas y nuestro deber es plantearles iniciativas concretas para disminuir la tensión que actualmente les afecta, para paliar los efectos negativos de esta crisis y para recuperar la confianza de cara a un año 2009 que -repito- se nos viene muy difícil.
Aquí mismo en la Región de Los Lagos y también en Los Ríos estamos viendo que hay serias dificultades en el sector forestal -ya han cerrado 39 aserraderos a lo largo de Chile- y en las salmoneras. La misma cosa sucede en otros ámbitos en el resto del país, como la minería y la industria de la construcción inmobiliaria, cuya inversión va a caer en un 20%, lo que va a provocar la pérdida de unos 90 mil puestos de trabajo. Es así como en los próximos meses, entre otras consecuencias, vamos a experimentar un doloroso aumento del desempleo y por lo tanto, nuestro rol hoy, en vez de preocuparnos tanto por los procedimientos, es diseñar un conjunto de propuestas para atenuar lo más posible los efectos de la crisis.
La Concertación tiene el desafío de romper este fenómeno de incertidumbre que se ha instalado en la sociedad chilena. El incremento de la desocupación y el desaceleramiento de la economía a quienes más daña es a los sectores más pobres, a aquellos que están a punto de jubilar, a los jóvenes que tendrán mayores dificultades para encontrar un trabajo y a las pequeñas y medianas empresas que aportan el 80% del empleo del país. Por eso, este es un momento de prueba importante para nuestra coalición, donde la audacia y el ingenio bien usados, pueden significar llevar tranquilidad a los hogares chilenos.
Fuente: Eduardo Frei Ruiz-Tagle
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