En Venezuela falleció Claudio Huepe.

Ataque al corazón puso fin a la vida del histórico dirigente DC.
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Su deceso fue lamentado por todos los sectores políticos. La Cancillería inició el proceso de repatriación de sus restos.
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"¡Milico asesino, conch , algún día esta hue se va a terminar!". La frase fue lanzada a quemarropa al ex director de la DINA, Manuel Contreras, el 15 de septiembre de 1974 por el emblemático dirigente DC, Claudio Huepe García.

Un año antes, cuando su partido legitimaba el golpe de Estado de 1973, el personero, que falleció ayer en Caracas de un infarto al corazón, firmaba junto a otros 12 camaradas una declaración en repudio del quiebre democrático, vislumbrando que la noche dictatorial sería más larga y sanguinaria de lo que se creyó aquel 11 de septiembre.

El acto temerario de rechazar el arribo del régimen militar se repitió en un restaurante en Lo Curro ante el jefe de la policía secreta pinochetista.

"El Mamo" ya era famoso por haber ordenado la matanza de San Antonio, pero Huepe no reconoció en su interlocutor al hombre siniestro del que sólo se hablaba a media voz, y cuando Contreras conminó a los comensales a entonar el himno patrio, simplemente decidió negarse.

El diálogo, que provocó que Huepe estuviera preso en Cuatro Álamos y debiera partir al exilio, fue más o menos así.

-¿Por qué no cantai’ la canción nacional, chu......?

-¡Porque no quiero!

-Llévenselo preso.

-Milico asesino, conch..., algún día esta hue se va a terminar.

Este coraje y el hábito de hablar con la verdad más de lo conveniente se mantuvo, afirman sus amigos, hasta que el mediodía de ayer murió en un centro comercial caraqueño.

A Venezuela le tenía cariño. Parte de su exilio lo vivió en esas tierras y fue embajador en este país hasta marzo de 2007, cuando presentó su renuncia luego de revelar, sin autorización de La Moneda, que la Presidenta Michelle Bachelet quería que Palacio de Miraflores tuviera un sitial en el Consejo de Seguridad de la ONU, pero había cedido finalmente a las presiones partidistas.

El desempeño como diplomático fue una las tantas actividades que realizó desde que ingresó a la política a los 25 años como gobernador de la provincia de Arauco durante el gobierno de Eduardo Frei Montalva.

Nacido el 25 de diciembre de 1939, en su currículo figura -además- haber sido diputado en tres períodos (1969-1973; 1973-1973; 1990-1994) y ministro secretario general de Gobierno del Presidente Ricardo Lagos entre 2000 y 2002.

POLÍTICO HASTA EL FINAL

Pero su período de mayor figuración fue, paradójicamente, cuando intentaba pasar desapercibido. El reconocido defensor de los derechos humanos retornó a Chile en 1984 luego de nueve años de exilio en Inglaterra y Venezuela.

A su regreso se dedicó a instaurar la imprenta Alborada, donde se imprimían los medios disidentes como el Fortín Mapocho.

Además, cuentan sus cercanos, oficiaba de transporte clandestino y en su citroneta escondía a perseguidos políticos hasta dejarlos a resguardo en la sede diplomática venezolana.

Después del plebiscito, cumplió un rol crucial en la transición a la democracia al ejercer como jefe de bancada de su tienda. Ahí actuó como puente entre la derecha y el oficialismo.

Tuvo oportunidad de ejercer nuevamente como mediador a fines del año pasado.

Su nombre irrumpió en diciembre cuando se perfiló como una alternativa para encabezar la colectividad en el reordenamiento interno tras la renuncia de su amiga, Soledad Alvear, a la candidatura presidencial y a la testera del partido. Finalmente, la primera línea fue tomada por el diputado Juan Carlos Latorre.

Con todo, el ingeniero civil industrial de la Universidad de Chile nunca dejó la vocación pública. De hecho, previo a su arribo a Caracas, había viajado en calidad de director de relaciones internacionales de la falange a España una reunión de la Internacional Demócrata Cristiana junto al ex timonel, Gutenberg Martínez, y el ex diputado de la tienda, Tomás Jocelyn-Holt.

Sus condiciones humanas y su sagacidad política fueron reconocidas por todos los sectores que ayer lamentaron su partida. La Cancillería inició los trámites para su repatriación.


Familia decidirá cuándo será repatriado

El Consulado de Chile en Caracas está gestionando la repatriación del cuerpo de Claudio Huepe, quien falleció ayer a los 69 años de un infarto. Fuentes de la Cancillería subrayaron que es la familia del fallecido ministro DC la que decidirá cuándo se realizará el traslado del cuerpo hasta Chile, o si bien sólo se traerán las cenizas.

Para la familia de Huepe, Venezuela es un país cercano, pues ahí el fallecido dirigente vivió parte del exilio durante la dictadura y a ese país también gestionó el arribo de perseguidos políticos después de su retorno a Chile en 1984. Hasta marzo de 2007, fue embajador en Caracas.



Pesar en el mundo político

Bachelet: “Un gran luchador” “Claudio fue un gran luchador por los derechos humanos y la democracia. Él representa muy bien este espíritu de lucha por los más sencillos, este compromiso con el país y con quienes más lo necesitan”, dijo la Mandataria. “El fue un colaborador de todos los gobiernos de la Concertación, y para todos los chilenos es un dolor muy grande su partida tan prematura”, señaló la ministra portavoz, Carolina Tohá.

Latorre: “Pérdida irreparable” “Para la Democracia Cristiana y para sus amigos, es una pérdida irreparable. Claudio Huepe no es solamente una persona que prestaba un gran servicio público al país, como parlamentario, como ministro, como un destacado luchador y dirigente político, sino que además ha sido un ejemplo de lo que debe ser la fraternidad, la amistad entre las personas que trabajan en el sector público y la política. Para la DC es un duelo profundamente sensible”.

Frei pidió minuto de silencio “Quisiera que me acompañaran en un minuto de silencio, porque esta mañana (ayer) hace poco rato ha fallecido Claudio Huepe, en Venezuela, un gran amigo nuestro, que ha sido parlamentario, que ha sido ministro, un gran luchador desde hace muchos años. Se inició muy joven, cuando tenía 25 años y dedicó más 40 años a la actividad pública”, afirmó el candidato presidencial de la Concertación, Eduardo Frei al inaugurar la sede de su comando. La noticia conmocionó a los presentes.

Escalona: acogida venezolana “En un momento amargo, por lo menos se puede decir que falleció en el suelo que lo acogió cuando era perseguido (...). Al menos a través de su muerte uno puede confirmar que, a pesar de que en esos momentos no se cumplía con lo que dice nuestra canción nacional, porque Chile no era el asilo contra la opresión cuando Pinochet era el gobernante, sí Claudio Huepe como desterrado encontró un asilo contra la opresión que fue Venezuela que lo acogió”.

Gómez: “Noticia dolorosa” “En una noticia muy dolorosa. Huepe fue una persona que, en los años duros en la DC, fue inmediatamente contrario al golpe militar. Eso es algo muy valorable en él. Por eso, lamentamos su muerte. Huepe fue de los pocos, junto a Belisario Velasco y otros más, que desde las primeras horas estuvo en contra del golpe militar, apoyando y protegiendo lo más posible a las personas que fueron objeto inmediato de violación a los derechos humanos. Su muerte es una pérdida muy grande para el país”.

Fuente: La Nacion.
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