En 2006 Las Condes cerró La Puerta, el emblemático colegio del ex alcalde Joaquín Lavín. Los alumnos y el presupuesto fueron trasladados a su establecimiento hermano en Colina, a cargo del también UDI, Mario Olavarría. Su director, Raúl Suazo, acaba de dejar el puesto luego de que la Dirección del Trabajo constatara que acosó sexualmente a una secretaria. Además, quedó al descubierto otro caso similar y ex funcionarios denunciaron insinuaciones de Suazo hacia alumnas. También se acusa al establecimiento de inflar el número de matrículas para mantener las subvenciones que entregan Las Condes y el gobierno. El Ministerio de Educación lleva a cabo dos procesos administrativos por faltas graves en el mismo colegio y se apresta a iniciar una tercera investigación.
En 2003, a tres años de asumir en la municipalidad de Colina, el alcalde UDI Mario Olavarría inauguraba en la comuna de la zona norte una de las obras más simbólicas y mediáticas de su gestión. El Colegio Especial La Puerta -orientado a jóvenes con graves problemas de conducta, deserción escolar y compromiso delictual- era una réplica de un proyecto del mismo nombre creado seis años antes por el entonces alcalde de Las Condes Joaquín Lavín.
Aunque la idea no era suya, pues era copiada de un exitoso proyecto surgido en Nueva York, le granjeó simpatías en sectores populares y una alta exposición pública. La imagen de un Joaquín Lavín sentado en el pasto y comiendo completos junto a jóvenes marginales de Las Condes, con ritmo de rap como música de fondo, contribuyó a catapultar su carrera a La Moneda.
Con este precedente, el alcalde de Colina se propuso superar lo que hizo Lavín en Las Condes. De paso, además, siguió la idea del ex alcalde RN de Peñalolén, Carlos Alarcón, que en 1998 abrió en esa comuna una primera sucursal de La Puerta.
Asistido por empresas privadas, el alcalde de Colina construyó una versión mejorada del colegio, que contaba con un nuevo edificio, laboratorios, multicancha, huerto, muro de escalada y piscina. Un lujo de colegio municipal. La inauguración, que demandó una amplia cobertura periodística, contó con la presencia de Lavín y los parlamentarios UDI de la zona.
Al menos de fachada, era un proyecto ejemplar y ambicioso que terminó devorando a la obra madre: en 2006, cuando el colegio La Puerta de Las Condes fue cerrado por motivos presupuestarios, sus alumnos fueron derivados a Colina.
Sin embargo, a cinco años de su inauguración, el Colegio Especial La Puerta de Colina está bajo cuestionamiento. A la reciente salida del ex director, quien fue acusado de maltrato y acoso sexual por parte de funcionarios y profesores, además de insinuaciones hacia alumnas, se suman denuncias de irregularidades en el cobro de subvenciones millonarias por alumnos que supuestamente provienen de Las Condes.
Aunque la situación viene siendo denunciada hace tres años por parte de funcionarios del colegio, recién ahora, que comienza a salir a la luz pública, han comenzado a tomar cartas en el asunto. El primer paso fue marginar a los denunciantes, a lo que siguió la renuncia del cuestionado director.
La Dirección del Trabajo ya se pronunció y el Ministerio de Educación se encuentra investigando los hechos. Casualmente, la Contraloría está realizando una auditoría aleatoria sobre la Corporación de Educación de Colina, que podría entregar nuevas luces.
Colina 3
Pese a los reparos de algunos concejales, que se mostraron sorprendidos por el anuncio, en marzo de 2006 el colegio La Puerta de Las Condes fue cerrado. En la sesión ordinaria N° 517 del Consejo Municipal de esa comuna, celebrada el 2 de enero de ese año, el concejal UDI José Rabat, miembro de la Comisión de Educación, expuso que el colegio “funciona en condiciones bastante precarias en una casa antigua, acomodada para ese propósito”, y que el “el costo por alumno es bastante superior al promedio normal de los colegios municipales”. En seguida, como el alcalde Francisco De la Maza (UDI) se encontraba ausente, dio a conocer las negociaciones para que los alumnos de Las Condes fueran trasladados a Colina.
Un concejal del mismo partido, Mauricio Camus, mostró sus reparos a la idea. Aunque les faciliten un bus a los alumnos de Las Condes, difícilmente llegarán a clases en Colina, apostó.
Uno del PPD, Hugo Unda, ironizó con que el colegio “pasaría a ser el Colina 3”, aludiendo a las cárceles de Colina 1 y 2.
Y el concejal RN Carlos Larraín consideró que la versión original de La Puerta “era un proyecto interesante, pero nació bajo un signo un poco mediático, lo cual lo dañó, porque cuando se comenzó con el proyecto se tuvo que salir a buscar a los alumnos a otras comunas debido a los apuros artificiales que operaban (…) En este proyecto se cometieron algunos errores, por lo que quizás, en lugar de clausurar el colegio, se podría hacer un esfuerzo en reanalizar y reorientar la situación”.
A la luz de los antecedentes conocidos ahora, las aprensiones no eran infundadas.
Alumnos fantasma
El traslado se concretó con un aporte aproximado de $ 80 millones por parte de Las Condes y cerca de 60 alumnos y cuatro profesores provenientes de esa comuna. Entre estos últimos se encontraba Enrique Aedo, quien se integró como subdirector del colegio de Colina.
Aedo cuenta a CIPER que a su llegada se encontró con problemas serios. Los alumnos afuerinos eran duramente hostigados por los de Colina, al punto que en una oportunidad el bus que los trasladaba fue apedreado por los propios compañeros. “La intención era buena, pero los jóvenes que llegaron de afuera no fueron debidamente acogidos ni siquiera por la dirección del colegio, a la que le interesaba únicamente los aportes que entregaba Las Condes, que no eran menores”.
Según éste y otros testimonios coincidentes, desde un comienzo la inasistencia de alumnos foráneos fue masiva y creciente. “De los cerca de 60 alumnos que costeaba Las Condes en ese tiempo, a Colina llegaban 20 ó 25, cuando más”, relata el ex subdirector. “Había muchos alumnos que no iban o derechamente no existían, alumnos fantasma que en Colina se los pasaba como presentes para no perder los aportes que entregaba Las Condes, además de las subvenciones del Ministerio de Educación. Había chiquillos que no iban nunca, que faltaban como seis meses, pero al final se les tomaba una prueba guiada en la que se los hacía pasar de curso”.
Dice Aedo que el director de entonces, Raúl Suazo Bustos, era quien fomentaba el falseamiento de listas. Y que si bien dio a conocer la situación a las autoridades de las corporaciones de educación de Colina y Las Condes, no fue atendido.
En diciembre de 2006, una vez que denunció las anomalías, su contrato no fue renovado.
“Pienso que las autoridades de Las Condes pecaron de exceso de confianza”, agrega el ex subdirector. “Tal vez por una cuestión política, como ambos municipios eran de la UDI, hicieron la vista gorda sobre lo que estaba pasando”.
De manera indistinta, en Colina y Las Condes desconocen haber recibido denuncias al respecto.
Doble subvención
Entre 2007 y 2008, los alumnos financiados por Las Condes promediaron los 70. Un número similar pertenecía a Colina. Las Condes dispuso de un presupuesto anual que el último año alcanzó a los $ 84 millones y que provienen de esa comuna y en menor medida del gobierno central a través del sistema de subvenciones.
De acuerdo con las órdenes de pago de la Secretaria Regional de Educación, el colegio la Puerta de Colina -a través de la Corporación de Educación de esa comuna- cobró $62.495.265 en 2007 y $77.308.319 en 2008, sin considerar asignaciones adicionales que suman otros $ 10 millones al año aproximadamente.
Las subvenciones del Ministerio de Educación se cancelan cada mes, atendiendo al promedio trimestral de asistencia de alumnos. Un sistema que presenta vulnerabilidades y que a fines de 2007, a propósito de un informe de Contraloría que detectó graves irregularidades y desorden administrativo en el manejo de cuentas en la Secretaría Regional Ministerial, acusó un fraude millonario y derivó en la destitución de la ministra Yasna Provoste.
Al “desorden administrativo” se han sumado casos de fraudes por parte de establecimientos que han presentado alumnos fantasma, duplicados o desertores que oficialmente figuran con asistencia regular. Los testimonios recogidos por CIPER apuntan a que algo similar puede estar ocurriendo en Colina.
Acoso sexual
Una vez que Enrique Aedo abandonó La Puerta, otros dos ex funcionarios fueron testigos de que el falseamiento de listas siguió siendo una constante.
Elizabeth Poyanco, ex orientadora e inspectora general del colegio, dice a CIPER que a partir de 2007 “las matrículas eran infladas con alumnos fantasmas” con el propósitos de asegurar los aportes entregados por Las Condes y el ministerio. “Como no alcanzábamos a llenar las matrículas, el director nos obligaba a inventar nombres y que a esas alturas pertenecían a otros colegios o habían desertado. Las listas no eran reales”.
Marcelo Muñoz, quien ofició de inspector general hasta febrero de 2009, también presenció la adulteración de matrículas. “Nosotros éramos obligados a inflar las listas de alumnos bajo la presión de que si no lo hacíamos nos despedían”, asegura.
Dice además que la presión no sólo provenía del director del colegio, sino también de la Corporación de Educación de Colina. “Ellos fueron informados y no hicieron nada. ¿Qué más podíamos hacer nosotros?”, plantea el ex inspector general, que también ha trabajado en otros colegios vinculados a municipios de la UDI. “Cualquier denuncia por escrito hubiera significado nuestra salida inmediata. De hecho, todos los que denunciamos la situación fuimos despedidos”.
En rigor, la reciente salida de Poyanco, Muñoz y otros cuatro profesores estuvo mediada por una denuncia de acoso sexual que afectó al ex director de La Puerta, Raúl Suazo (ver recuadro). La denuncia de una secretaria del colegio derivó en una investigación de la Dirección del Trabajo, que en noviembre de 2008 acreditó los hechos, y sacó a la luz otro caso de acoso sexual que incriminaba a Suazo. Por intermedio de un posterior sumario administrativo, quedaron al descubierto “insinuaciones de carácter sexual de parte del director” hacia alumnas.
El sumario administrativo fue ordenado por la municipalidad una vez conocido el resultado de la investigación de la Dirección del Trabajo. En él testificaron contra el ex director la mayoría de los funcionarios que luego fueron marginados del colegio. Raúl Suazo, el director acusado, permaneció en su cargo y poco después fue suspendido. En marzo último renunció. De acuerdo a la Corporación de Educación de Colina, el “sumario no llegó a término producto de la renuncia”. Pese a que la Dirección del Trabajo había constatado en noviembre que las acusaciones contra Suazo eran ciertas, la Corporación insiste en que “nunca se ha acreditado el acoso sexual laboral, pues el único en poder de resolverlo es el fiscal a cargo del sumario”.
En la mira del ministerio
Para el presente año, el municipio que dirige Francisco De la Maza comprometió aportes por cerca de $96 millones. Los alumnos matriculados por Las Condes suman 68 y por cada uno de ellos la comuna paga $122.454 al mes. El Ministerio de Educación, en tanto, ha entregado $6.869.220 mensualmente, además de asignaciones especiales, por los 153 alumnos declarados. Al menos en lo que respecta a los alumnos provenientes de Las Condes, esa cifra no parece responder a los hechos.
Según pudo constatar CIPER en terreno, la mañana del viernes 17 de abril, en el bus que transporta a los alumnos provenientes de Las Condes sólo llegaron nueve. Cuatro días después, el martes 21, no superaron los 25.
El nuevo director colegio, Gumercindo Gatica, dice desconocer las denuncias sobre falseamiento de listas. Sin embargo, atendiendo a la naturaleza del colegio, asevera que la asistencia suele ser muy variable. “Te puedo decir que la asistencia del último mes fue bastante baja. Recién ahora estamos empezando a normalizarnos y el otro mes la cosa estaría más encaminada. Es una realidad muy especial. Nosotros aquí tenemos niños con dificultades de muy baja autoestima, problema con la justicia y de adicciones fuertes. El problema del embarazo adolescente también es un factor muy importante. Acá hay mucha estigmatización”.
A través del Departamento de Comunicaciones de la comuna, en la Corporación de Educación de Colina defienden la integridad de un proyecto orientado a “niños y jóvenes en alta vulnerabilidad social, y cuyas familias también presentan graves complicaciones”. Así y todo, destacan que “la mayoría de los jóvenes que egresan del colegio son reinsertados en el sistema. En los siete años de existencia del colegio se ha logrado el ingreso a la universidad de alumnos y otros han encontrado el desarrollo laboral”.
Señalan además que “la matrícula varía en el transcurso del año, puesto que por tratarse de un colegio de especiales condiciones por su tipo de alumnos, también se procede a matricular a niños y jóvenes en distintos meses del año (…) Nos hemos preocupado de que ellos asistan regularmente a clases, sin embargo, ello no siempre se da con la continuidad deseada porque, nuevamente, hablamos de niños y jóvenes con graves problemas de drogas, alcohol, delincuencia y cuyas familias muchas veces no pueden entregar el apoyo necesario para su formación. Por este motivo, a diferencia de los establecimientos tradicionales, donde sí se presenta una gran correlación entre matrícula y asistencia, no hay inconsistencia”.
Aunque en el Ministerio de Educación confirman que actualmente se siguen dos procesos administrativos por faltas graves en contra del colegio, en Colina dicen desconocerlos. Hay también una tercera investigación en marcha producto de una denuncia por el tema de las subvenciones. Además, hace un mes que la Contraloría realiza una investigación de rutina que abarca a la totalidad de los establecimientos administrados Colina.
Otro tanto están haciendo en Las Condes. Según señalan en la Corporación de Educación de esa comuna, tal como lo han hecho en otros años, se encuentran en proceso de verificación de las direcciones de los alumnos que figuran matriculados en La Puerta de Colina.
Insinuaciones de un director
La crisis del colegio La Puerta de Colina, que derivó en la salida del último director y cinco altos funcionarios, se precipitó a partir de una denuncia de acoso sexual. Gladys Flores, secretaria del colegio, acusó ante la Dirección del Trabajo que el director la había hostigado en una jornada de reflexión. De acuerdo con el testimonio de la secretaria, no era la primera vez que Raúl Suazo Bustos se sobrepasaba. Ya lo había hecho antes con ella y otra funcionaria. Sin embargo, fue la primera vez que alguien se atrevió a denunciarlo.
Según se lee en el informe de la Dirección del Trabajo, que en noviembre último acreditó los hechos denunciados, “desde el primer momento en que llegó a trabajar como secretaria al liceo La Puerta de Colina, el director de dicho establecimiento, don Raúl Suazo Bustos, comenzó a hacerle insinuaciones de carácter sexual, a decirle que ella le gustaba, a hacerle comentarios obscenos relativos a sus pechos, que en una ocasión la forcejeó de un brazo para introducirla en su oficina y que incluso en una jornada realizada en el Resort Rosa Agustina se metió a su habitación con intenciones de carácter sexual”.
A partir de este primer testimonio, surgieron nuevos relatos de funcionarios y profesores del colegio que refrendaron la acusación y señalaron hechos similares. “Una testigo declara que ella misma ha sido víctima de acoso sexual por parte del denunciado hace largo tiempo, el cual le ha hecho insinuaciones de carácter sexual y tocaciones en sus piernas, y que ante sus negativas ha sido víctimas de hostigamientos laborales”.
El informe agrega que “el señor Suazo ha obstaculizado o se ha negado a realizar denuncias por situaciones de violencia intrafamiliar y acoso sexual que sufren algunos alumnos en sus hogares y que han sido puestos en conocimiento del establecimiento escolar”.
Una vez que la Dirección del Trabajo entregó su informe, la Corporación de Educación de Colina, presidida por el alcalde Mario Olavarría, ordenó un sumario administrativo y posteriormente marginó a cinco a profesores, la mayoría de los cuales había prestado testimonio en contra del director.
Uno de ellos es el ex inspector general, Marcelo Muñoz. En su declaración prestada al sumario administrativo, que fue cerrado sin resultados, se lee que “en mi calidad de inspector general recibí muchas quejas de alumnas sobre insinuaciones de carácter sexual de parte del director”. Consultado por CIPER, Muñoz ratifica la denuncia y agrega que el fiscal a cargo del sumario no se mostró mayormente interesado en conocer mayores detalles sobre esos hechos.
Lo anterior es corroborado por la orientadora Elizabeth Poyanco, quien fue reemplazada por Muñoz en la inspectoría general una vez que ella entró en conflicto con el director. Elizabeth dice que “con algunas de las niñas, que están en una situación de mucha vulnerabilidad, el director tenía una relación de muy especial, por llamarlo de algún modo”.
Fuente: Por Cristóbal Peña - CIPERChile.
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