lunes, 31 de agosto de 2009

JAPON: Sismo político sacude a Japón; el nuevo poder centrista, ante cruciales desafíos.

A cumplir sus promesas de metamorfosis social

Los japoneses votaron este domingo por el fin del reinado de la derecha en la vida política, pero al nuevo gobierno centrista le esperan desafíos colosales para poder cumplir sus promesas de metamorfosis social, señalan los analistas.

"Asistimos a una transformación radical de la vida política japonesa", estima Hideo Otake, profesor de ciencias políticas en la Universidad de de Doshita.

El Partido Demócrata de Japón (PDJ, centro) triunfó este domingo en las elecciones legislativas obteniendo unos 300 escaños sobre los 480 de la Cámara de Diputados, un golpe terrible para el Partido Liberal Demócrata (PLD, derecha) en el poder, que tendrá que conformarse con un centenar de escaños.

"Es la primera vez que el jefe de la oposición conquista el puesto de primer ministro derrotando al partido en el poder en las urnas desde 1955, fecha en la que el PLD inició su reinado casi ininterrumpido de más de medio siglo en Japón", recuerda Otake.

En todo ese tiempo el partido conservador sólo fue apartado del poder durante diez meses en 1993-1994 por una coalición de formaciones opositoras, pero aún así seguía siendo la principal fuerza parlamentaria y pronto tomó de nuevo las riendas.

Esta vez, por el contrario, la derecha quedó reducida al mínimo frente al PDJ de Yukio Hatoyama, que será dentro de poco primer ministro con una mayoría sólida.

Este terremoto político se produce veinte años después de la caída del muro de Berlín, que puso fin al careo entre el PLD y los movimientos de izquierda de la Guerra Fría, y diez años después de una reforma electoral que, al privilegiar el voto nominal, permitió el nacimiento del bipartidismo.

Sin embargo esta victoria no es más "que el principio de un camino con baches para el PDJ", en un momento en que Japón sufre un nivel de desempleo sin precedentes e intenta salir de la recesión, advierte Hiroshi Hirano, politólogo de la Universidad Gakushuin.

"El país necesita cambios radicales, pero el PDJ no ha dado por el momento su punto de vista sobre el futuro de Japón", explicó Takehiko Yamamoto, profesor de relaciones internacionales en la Universidad de Waseda.

Su programa se basa en un refuerzo de los subsidios sociales, familiares y de jubilación, financiándolos mediante una "caza al despilfarro" en los gastos públicos. Unas promesas consideradas irresponsables por el PLD.

"El PDJ se verá confrontado al problema del endeudamiento" de Japón, equivalente a un 170% de su Producto Interior Bruto, según Yamamoto.

Una situación agravada por el envejecimiento de la población, que podría pasar de 128 millones a unos cien millones en 2050.

Hirano está convencido de que distribuir ayudas a las familias con hijos, como prevé el PDJ, no bastará.

"Habrá que esbozar una estrategia para crear empleos estables" ya que la precariedad laboral disuade a los jóvenes de procrear, explica.

En el plano internacional, el PDJ se ha comprometido a aplicar una política más independiente de Estados Unidos, su aliado y protector con 47.000 soldados en el archipiélago.

"Es más fácil de decir que de hacer, sobre todo porque no hay consenso sobre este tema dentro del PDJ", un mosaico de pacifistas y nacionalistas, destaca Sadafumi Kawato, de la Universidad de Tokio.

Además, aunque el PDJ manifestó su intención de acercarse a sus vecinos asiáticos, no tendrá más remedio que vérselas con una China que pronto lo desbancará como segunda potencia económica mundial.

Fuente: Diario Hispano Mexicano.
.

No hay comentarios.: