martes, 4 de agosto de 2009

“Es muy difícil continuar la red de protección social sin cambiar la carga tributaria” - Pablo Ruíz-Tagle, del Comité Ejecutivo de Océanos Azules.

El reputado jurista y académico, miembro del equipo programático de Frei, se pronuncia aquí a favor de revisar los mecanismos de elusión así como de pensar en tributos familiares más que individuales, para garantizar de manera justa los derechos a la Salud, la Educación y la Seguridad Social. También habla de un reequilibrio del desmesurado poder que Hacienda exhibe a la hora de discutir la asignación de los recursos fiscales.

En una modesta oficina en la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile, este abogado que comparte estudio jurídico con el presidente de RN, habla de la República con brillo en los ojos. El ideal republicano es su sueño y por eso entró a esta instancia con nombre de libro de marketing que es el equipo programático de Eduardo Frei, los Océanos Azules. "Tuvimos un proyecto muy ambicioso que fue hacer un programa de gobierno participativo, una experiencia semejante hubo con el programa de gobierno de Michelle Bachelet, pero ahí, cuando se vieron apurados, se encerraron y finalmente lo terminó haciendo un grupo muy pequeño. Nosotros creíamos que esto iba a ser muy difícil, pues pensábamos que a la gente no le interesaban tanto las ideas políticas -la política tiene una mala fama-, pero nos hemos llevado la sorpresa que la gente está hambrienta por la discusión política, por el debate", dice Ruíz-Tagle mientras lo observa mudo un busto de Gabriela Mistral.

Coautor del libro "La República en Chile, teoría y práctica del constitucionalismo republicano", junto a Renato Cristi, ambos académicos se abocaron a revisar la Historia de Chile bajo el prisma de sus cartas fundamentales y así calificaron cinco periodos, el último de los cuales es el que nos rige hasta hoy, bajo una Constitución del 80' modificada pero aún muy firme en sus pilares. A esta la bautizaron como "neo presidencialista" en lo político y "neoliberal" en lo económico.

Hoy, bajo la costra del día a día de la política, con acusaciones que van y vienen entre los comandos, amenazas altisonantes, disputas por cupos parlamentarios y escaramuzas varias, se juegan también ciertas definiciones doctrinarias. En el oficialismo un gallito emblemático y clarificador para dilucidar a dónde caminará el barco, será la Reforma Tributaria. Y otro, justamente, el de la propia reforma constitucional, cuyo calibre y magnitud marcará de contenidos y símbolos el Bicentenario de Chile.

A punto de lanzar un nuevo libro, "Ciudadanos en democracia, fundamentos del sistema político chileno", escrito junto la historiadora Sofía Correa, Ruíz-Tagle analiza con El Mostrador el fondo de las propuestas que en estas materias tomará el candidato de la Concertación dentro de Agosto. "Hemos estado reuniéndonos por tres meses, todas las semanas, y hemos llegado a un acuerdo sólido sobre unas bases de propuestas en base a 20 mesas de trabajo, donde hay representantes de todos los partidos. Esta semana estamos cerrando ese proceso para entregar el informe al candidato, con la propuesta de bases programáticas que va a ser la base del programa de gobierno participativo. En materia constitucional ha habido una mesa con cerca de 30 profesores, a cargo de Paula Ahumada y Francisco Soto".

-¿Habrá reforma constitucional o asamblea constituyente derechamente?

-Nos hemos juntado con la gente que plantea la Asamblea Constituyente, pero esa idea no la planteamos ahora. Queremos hacer una reforma institucional.

-¿Están creyendo en una reforma desde el sistema?

-Así es, con el sistema.

-¿Es una cirugía mayor?

-Absolutamente. Es la propuesta para una Constitución del Bicentenario.

-Usted caracterizó cinco periodos constitucionales en la Historia de Chile, y al de la Constitución del 80' lo denominó el del "neo presidencialismo y neoliberalismo".

-Sí, porque el poder del Presidente está por sobre el de todos los otros órganos de una manera exacerbada; y neoliberal por su concepto de los derechos, que enfatiza los aspectos de libertad negativa, es decir la no interferencia del Estado. Por eso la idea de la protección social de la presidenta Bachelet es tan importante, pues afecta el núcleo de esta concepción neoliberal, al establecer la idea de la red vinculada a los derechos a Educación, Salud y Seguridad Social.

-¿Cómo debería denominarse al periodo que nacería de esta reforma constitucional profunda?

-Sería la república equilibrada y de los derechos fundamentales de todos los ciudadanos.

Punto neurálgico: la elusión

-Ya que mencionó la red de protección social, ¿qué habría que reformar de la actual Constitución para consolidar ese concepto? ¿El cerrojo del derecho de propiedad, por ejemplo?

-El derecho de propiedad en nuestra constitución está exacerbado. Si uno lee otras constituciones, jamás se va a encontrar tantas disposiciones al respecto. Es necesario mirar el derecho de propiedad, pero lo que hay que hacer es que la letra de la Constitución valga, la idea de que el Estado pueda establecer limitaciones al uso y al goce de la propiedad cuando haya interés público, se reconozca de una manera más amplia por la jurisprudencia.

-No es la manera de entenderla que tienen los sectores más liberales de la Concertación. Hablo de la tecnocracia que ha ocupado los puestos clave del aparato económico y ahí está lo que ocurrió con el Transantiago.

-Hay todo un debate sobre qué es ser liberal. A nosotros nos acusan de estatistas, pero no lo somos. Creemos en un balance Estado-mercado, pero sobre todo somos republicanos, en el sentido de que debe primar el interés público sobre el privado, y si para eso el Estado debe regular e intervenir el mercado, no tenemos problema. Porque el Estado actúa en nombre de la libertad, de la igualdad y de los intereses comunes.

-Se ha discutido sobre la reforma tributaria, que sería clave para la profundización de estos derechos sociales a nivel masivo.

-En toda la sociedad se ha tomado conciencia de la importancia de la red de protección social y ese ha sido el gran aporte de Bachelet a nuestra democracia. Pero la pregunta es cómo se puede estabilizar financieramente e institucionalizar jurídicamente esta red de protección para que no dependa arbitrariamente del gobierno de turno.

-Es que no depende del gobierno de turno, depende de la cantidad de plata que haya en la caja fiscal producto del mayor o menor precio del cobre.

-Por eso, cómo podemos reconocer esto que se llama la ciudadanía social, que no es sólo la ciudadanía política para votar. Que para que a una persona que se cae en la calle la recoja una ambulancia, aunque no tenga recursos. Este es el modelo europeo

Y para poder financiarlo no es necesario subir los impuestos e igualarlos con los niveles europeos, pero si hay que equilibrar la carga tributaria. Y lo que hay que hacer es estudiar la elusión, que son los mecanismos legales a través de los cuales se pagan menos impuestos. Estos no son justos, pues sólo los pueden costear los que tienen más plata para pagar abogados y contadores.

-¿No hay profundización de la red de protección social sin reforma tributaria?

-Yo creo que es muy difícil -siendo honestos, porque nosotros apoyamos a un candidato serio y responsable-, tener una red de protección social y un Estado cool, si es que no hay un esfuerzo de equilibrio de la carga tributaria que implique recaudar más recursos y hacerla más justa. Si no, la percepción es que este sistema beneficia a unos pocos no más.

-¿Y esto tiene algún resorte a nivel constitucional?

-Por supuesto, porque la Constitución establece que los tributos deben ser equilibrados y justos, no se le puede cargar a un grupo de chilenos que sostengan el sistema, y eso es lo que ha pasado hasta ahora.

Por ejemplo, hay que ver la posibilidad de ver un tributo familiar, de acuerdo a la realidad de cada hogar y que no sea sólo de manera individual.

La parte jurídica de la red de protección social implica protegerla por vía administrativa y judicial en su efectividad.

Todo el poder de Hacienda

-¿En qué sentido ha sido funcional a este periodo neoliberal en lo Constitucional, la figura de un ministro de Hacienda todopoderoso?

-Eso es muy antiguo, y tiene algo positivo: el orden de las cuentas fiscales. Pero tiene un costo, que es que existe una autoridad que decide todo el destino de los recursos públicos sin debate.

Por eso, en la propuesta que hizo el senador Frei en la Comisión de Régimen Político, se incluye un ministerio coordinador de las políticas sociales que sirva de contraparte de Hacienda, con técnicos que puedan discutir los programas sociales haciéndole el peso a los técnicos de Hacienda. Y además se propone flexibilizar las atribuciones del Congreso y del Presidente. Y una de las cosas que se plantea es reforzar la asistencia técnica legislativa.

-Este contrapeso parece urgente en la medida que la calidad de reclutamiento de los partidos políticos va a la baja, mientras Hacienda está dotada de los mejores técnicos del aparato.

-Nunca se ha pensado que los legisladores sean especialistas, ya lo dijo Sócrates: lo importante es que tengan sentido de justicia. Lo esencial es que tengan una correcta asesoría, y no sólo se queden con la información que viene de Hacienda.

-Justamente de esa relación asimétrica viene el poder sin contrapesos que tiene Hacienda hoy en día.

-Así es, y en eso se está avanzando. Por eso es importante que haya flexibilidad y equilibrio.

Por Mirko Macari - El Mostrador
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