Dentro de los once chilenos que la justicia belga investiga por recibir comisiones ilegales por la venta de los aviones Mirage-Elkan a la FACh en 1994, se encuentra Bartolomé Dezerega. Militante DC, en el momento de la transacción él era gerente general de TVN. La incógnita es dilucidar por qué aparecen US$ 3 millones depositados en cuentas a su nombre en el extranjero.
Su nombre aún es una incógnita. Tanto para la justicia belga como para Omar Astudillo, el ministro en visita que aquí investiga el caso Mirage. El ingeniero civil y militante DC Bartolomé Dezerega (74) aparece mencionado en la lista de once chilenos que recibieron comisiones secretas a raíz de la compra de 25 aviones de combate Mirage-Elkan que la FACh adquirió en 1994 por US$ 109 millones.
La presencia de Dezerega en la ruta financiera que siguieron los US$ 14.5 millones pagados por la empresa franco-belga Sabca -que vendió las naves de combate- a un grupo de intermediarios, no encaja en el puzzle de los investigadores europeos ni tampoco en el organigrama que Astudillo tiene en su poder. A diferencia de los otros chilenos mencionados, Dezerega -que aparece recibiendo US$ 3 millones- no posee vínculo conocido con las instituciones castrenses o con las empresas que se dedican a la compra y venta de armamento.
Es más: en 1994, cuando se concretó la millonaria transacción de los aviones, Dezerega ocupaba la gerencia general de Televisión Nacional, un cargo sin conexión alguna con dicha negociación.
Cuentas en Miami
En diciembre de 2007, la justicia belga envió a Chile los veinte tomos de la investigación que realizó sobre la compra de los aviones Mirage. La primera hebra sobre esta operación surgió en 1995, cuando el general belga Jacques Lefebvre se suicidó en Bruselas. Él era investigado por su responsabilidad en una red de tráfico de armas que abarcaba desde Medio Oriente hasta Sudamérica. En su departamento se encontró un documento caratulado como "dispositivo chileno", el cual dio la señal de alerta sobre el pago que se realizó a intermediarios en la compra de los 25 aviones.
Solicitado en Chile por el Consejo de Defensa del Estado -que se hizo parte en el proceso-, el expediente se transformó desde entonces en la principal fuente de información con que hoy cuenta el ministro en visita para esclarecer el pago de las comisiones ilegales que se dispuso para este "dispositivo chileno", nombre con el que fue denominada la red de intermediarios nacionales que habrían recibido pagos ilegales.
La identidad de las personas beneficiadas con este dinero se conoció con precisión a partir de 2002, cuando el tribunal belga levantó el secreto bancario de varios chilenos sospechosos de haber participado en la operación.
En la lista figuraban altos oficiales de la FACh, que fueron los encargados de evaluar la oferta belga como la mejor alternativa en su momento. Uno de los nombres más controvertidos es el del ex comandante en jefe, el general Ramón Vega. Según el expediente, sus tres hijos recibieron US$ 700 mil por la transacción comercial que se firmó en julio de 1994, mientras él era la más alta autoridad de la institución.
El documento belga también menciona al empresario Conrado Ariztía O'Brien, cuya presencia no sorprendió a los investigadores europeos y chilenos: es un reconocido representante de empresas de armamento en nuestro país.
El nombre de Dezerega aparece ligado a Ariztía. El expediente judicial consigna que el ex ejecutivo de TVN mantuvo una cuenta en el Banco Espírito Santo de Miami, a nombre de Nor-Sur-Management-Consultants Ltd, donde se depositaron cerca de US$ 3 millones provenientes de la sociedad Intercountry Holdings, cuyo propietario es Conrado Ariztía. Respecto de este monto, se está investigando si tiene vínculo directo con las comisiones.
Donde sí hay certezas para la justicia belga es en otros dos depósitos que recibió Dezerega en la mencionada cuenta de Miami. Éstos datan de febrero y septiembre de 1995, cuando aún ocupaba la gerencia general de TVN. El informe de los europeos es taxativo: "Son dos transferencias de comisiones que serían vinculadas al contrato Mirage", por una suma que asciende a US$ 183 mil. En este caso, ambos reportes coinciden con exactitud con lotes de dinero ingresados a la cuenta que tenía Ariztía en Intercountry Holdings Ltd, cuyos montos, a su vez, provienen del Clariden Bank de Suiza, donde se depositaron inicialmente los US$ 14.5 millones que se pagaron en total por las comisiones.
El general Ramón Vega -quien ha negado en reiteradas oportunidades su vínculo con el caso- señala que nunca conoció a Dezerega. "Es la primera vez que me consultan sobre esta persona. Los comandantes en jefe no entraron en este tema porque fue un contrato que se hizo de gobierno a gobierno, así es que difícilmente lo puedo ubicar", dice.
Consultado por Qué Pasa, Dezerega fue escueto: "Para mí es un tema que debe ser analizado en tribunales y no por la prensa. La causa está en estado de sumario".
En todo caso, el ingeniero ya entregó su versión de los hechos a Blanca Rojas, la primera jueza chilena que llevó la causa. Según fuentes ligadas a la investigación, en su testimonio declaró que los depósitos que recibió en su cuenta de parte de Intercountry Holdings Ltd obedecían a las asesorías profesionales que él prestó en temas de ingeniería a diversas empresas de propiedad de Conrado Ariztía, temas que, según Dezerega, están absolutamente desvinculados de la compra o venta de armamento.
El ministro Omar Astudillo no ha descartado citar al ex gerente de TVN a declarar nuevamente.
Su rol en TVN
Dezerega llegó a TVN en 1990 como integrante de la nueva camada de ejecutivos que arribaron al canal con el retorno a la democracia. Influyó en esta designación su currículum como destacado ingeniero eléctrico y su experiencia en televisión. Pero también su cercanía política con el gobierno recién electo. Militante antiguo de la DC, el profesional llegó al cargo propuesto por el entonces director ejecutivo de TVN, Jorge Navarrete.
En TVN cuentan que el ex ejecutivo tuvo un perfil esencialmente técnico. Algunos lo recuerdan como la dupla complementaria al rol más político que tuvo Navarrete a principios de los 90.
Amigos y compañeros de militancia en la DC, ambos trabajaron juntos desde 1969, cuando la estación pública debutó en sus transmisiones. En esa época, Dezerega se desempeñó como el primer gerente técnico que tuvo Televisión Nacional.
Titulado en la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Chile, en 1961, se destacó desde entonces por su expertise en telecomunicaciones y en electrónica. Entre sus aciertos está haber contribuido con la creación del primer aparato transmisor con que operó el canal de la Universidad de Chile, a comienzos de los años 60. Desde entonces, además, ha impartido diversas cátedras en como profesor titular en dicho plantel.
A pesar de su cercanía con la DC, tras el golpe militar se desempeñó como director del Instituto de Investigaciones Tecnológicas (Intec), una entidad que depende de Corfo y cuyo cargo ejecutivo es sugerido por el gobierno de turno.
Varias de sus amistades más antiguas pertenecen a las filas de la DC. En esa lista no sólo figura el nombre de Navarrete, sino también el del ex ministro de Defensa, Patricio Rojas. De hecho, uno de los hijos del ingeniero, Alejandro Dezerega, trabajó en la cartera que encabezó Rojas entre 1990 y 1994.
Según la información que entregó dicha secretaría de Estado, Alejandro Dezerega fue integrante del comité que asesoraba directamente al ministro DC.
Más datos de los belgas
Los 20 tomos de la investigación de la justicia belga incluyen un sinfín de antecedentes. Entre ellos, el diagnóstico preliminar que hicieron los europeos sobre la disposición política que había en Chile frente a la oferta de sus aviones.
En el documento se relata que en febrero de 1994 viajó a Santiago un representante de la empresa Sabca. Identificado como Claude Baudrenghien, el hombre envió un fax a sus superiores en el cual señalaba lo siguiente: "Mi apreciación es que en el reparto de las comisiones al parecer el ministro es el centro gravitante del asunto y no los militares. Es preciso tener una indicación sobre la vía de contactar a los políticos, ya que son ellos los que deciden en lugar de los militares. Es necesario recontactar a Marcos y disculparme (…) Él es una posible entrada con el ministro Patricio Rojas".
Ni la justicia belga ni la chilena han precisado aún la identidad de Marcos.
Pocas semanas antes, en enero de 1994, otro individuo de origen belga, cuyo nombre es Michel de Liegne, había entregado su opinión a otro importante ejecutivo de Sabca sobre lo que consideró un monto excesivo de las comisiones: "La suma del 20% que tú me has indicado me parece elevada. Un tema como ése se podría negociar entre un 16% y un 12%. Un nuevo parámetro apareció después, la cobertura política, pero eso no justifica el 20% indicado".
Consultado por Qué Pasa, Patricio Rojas no quiso hablar sobre el tema.
Una fuente ligada al caso señala que estas conversaciones podrían abrir otros flancos de investigación, como son las implicancias políticas que pudo haber tenido la compra de los aviones Mirage. Pero ésa es una arista que se ha dejado para después y a la cual se podría llegar, según dicen los investigadores chilenos, a través de las declaraciones que presten quienes ya aparecen identificados como beneficiarios directos de las comisiones ilegales.
Por ahora, el ministro Astudillo está concentrado en determinar la responsabilidad de aquellos nombres que descubrió la justicia belga tras casi cuatro años de investigación. Además, tiene en su poder un organigrama completo -que elaboró la Brigada de Lavado de Activos de la Policía de Investigaciones- sobre la ruta financiera de las comisiones. Y en ese esquema se encuentra el ingeniero Bartolomé Dezerega.
Por Claudia Farfán – Revista Que Pasa.
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