A 20 AÑOS DEL NO - La “coalición chica” tensiona a oposición.

Aylwin y Lagos intercambian puntos de vista.

Hora de dificultades: el jueves 15 de septiembre de 1988 estuvo marcado por la tensión en los dos bloques. Mientras en la opción del No había agitación por el deseo de la DC de apurar la llamada "coalición chica", en el Sí los efectos desastrosos de los primeros días de la propaganda en TV tenían a políticos y técnicos de cabeza tratando de corregir los desaguisados.

El problema de la oposición se basaba en el deseo de Patricio Aylwin de formalizar un acuerdo de pluralidad limitada que tuviera como eje a la DC y en calidad de "satélites" al PR de Enrique Silva Cimma (existía el PRSD inscrito en Izquierda Unida, encabezado en el "interior" por Aníbal Palma e inspirado en el exilio por Anselmo Sule), la Socialdemocracia, la Usopo, el Partido Liberal y el Padena. "Blancanieves y los cinco enanitos", le llamaban en el resto del bloque del No a este pacto, aludiendo a la marcada asimetría entre la falange y el resto.

"La DC jamás entendió que la Concertación por el No era una alianza de gobierno", sostenía Aylwin y en otro lado el socialista Ricardo Lagos afirmaba que crear una coalición de centro constituía "un error que no está a la altura de lo que el país espera".
A su juicio, había que esperar al triunfo del No y después construir una alternativa de gobierno que fuera capaz de encauzar a todos los sectores que participaban del No. A la inversa, Aylwin indicaba que el acuerdo en torno al No dejaba abierta a cada colectividad la mantención de su propia política de alianzas, aunque también admitía que mientras mayor resultara la base de sustentación del futuro gobierno, mejor sería su proyección.

En paralelo al postplebiscito que ya comenzaba a inquietar a la oposición, en el Sí -y tras el golpe a la imagen del general Augusto Pinochet por haber censurado un spot del No- los equipos corrían tratando de recomponer la franja. Ya estaban operando Jovino Novoa, Joaquín Lavín, Manfredo Mayol y Carlos Alberto Délano, y preparaban sus más importantes fichajes para la segunda fase: el ex alcalde Carlos Bombal y la periodista Carmen Gardeweg.

Fuente: La Nacion.
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