"... La presidenta Bachelet considera que la mejor manera de ayudar al triunfo oficialista es mediante una buena gestión y, en primer lugar, dar respuestas a las dificultades económicas. La principal iniciativa es un plan fiscal que impulso ahora, por un monto de 4 mil millones de dólares... que incluye beneficios directos a los sectores más pobres."
El gobierno de la presidenta Michelle Bachelet inicia su último año enfrentando una difícil situación económica provocada por la crisis financiera internacional y se realizan elecciones presidenciales y parlamentarias en diciembre. La coalición de gobierno, la Concertación, aspira a ganar estos comicios, con un candidato común. El senador Eduardo Frei R-T, que fue antes presidente (1994-2000), fue proclamado candidato por su partido, demócrata cristiano, el PS y el PPD. El PRSD, el partido más pequeño de la coalición, ha proclamado la postulación de su presidente, el senador José Antonio Gómez. La Concertación define el candidato común a través de primarias regionales, la primera se realiza en dos regiones, el 5 de abril. Es claro que Frei se impondrá, pero es incierta la magnitud de su victoria; si no se impone claramente, se prolongará una competencia entre ambos postulantes de la Concertación que perjudicará sus aspiraciones electorales.
Chile no tiene la reelección presidencial y la presidenta Bachelet considera que la mejor manera de ayudar al triunfo oficialista es mediante una buena gestión y, en primer lugar, dar respuestas a las dificultades económicas. La principal iniciativa es un plan fiscal que impulso ahora, por un monto de 4 mil millones de dólares, el segundo más grande en el mundo en ejecución en relación al PIB, para activar la demanda agregada, que incluye beneficios directos a los sectores más pobres. Además, ha aprobado en un breve plazo un proyecto de ley cuyo objetivo es incentivar el empleo juvenil, el segmento más afectado del desempleo. Ambas medidas se apoyan en un mayor rol del estado en la economía, sólo cuestionado por algunos economistas que todavía adhieren a posiciones neoliberales.
La crisis económica permite al gobierno mostrar liderazgo, demostrando que ha dirigido muy bien las finanzas públicas. Los ahorros de los recursos obtenidos en los últimos años por las exportaciones de cobre, que subieron fuertemente de precio, le permiten ahora financiar el programa de emergencia.
Sin embargo, esta es la elección presidencial más difícil para la Concertación desde su primer triunfo en las de 1989. Sus partidos han pagado altos costos por el prolongado control del ejecutivo, con conflictos y divisiones en el PPD, el PS y PDC, que condujeron a la expulsión y renuncia de parlamentarios, provocando la pérdida de la mayoría oficialista en ambas cámaras, que la Concertación había ganado en votos en los comicios del 2005. Dos políticos abandonaron el PS y son precandidatos presidenciales fuera de la Concertación: Jorge Arrate, que fue presidente de éste y ministro de los presidentes Aylwin y Frei, y el senador Alejandro Navarro. El senador Adolfo Zaldívar, que fue expulsado del PDC, del cual fue presidente, será candidato presidencial, estando cerca de Piñera. Esto significa una pérdida de votos en la primera vuelta presidencial.
También es difícil para la Concertación ganar esta elección porque enfrenta una oposición unida y tiene un candidato común, el empresario Sebastián Piñera (RN), con un amplio apoyo en la población, que fue el abanderado de derecha que pasó a la segunda vuelta en las elecciones presidenciales de 2005. Los partidos, UDI y RN, están cohesionados y su mayoría parlamentaria con los disidentes de la Concertación les permitió elegir al presidente de cada una de las dos ramas del congreso, que recayó en parlamentarios de la UDI.
Será una larga campaña electoral, con un resultado estrecho, aunque el mayor trabajo deberá hacerlo Frei debiendo mostrar que su proyecto de gobierno implica una renovación de ideas y personas y no sólo una continuidad. El buen desempeño del gobierno frente a los problemas económicos y el contexto de crisis económica pueden beneficiar a Frei. Pero una larga primaria puede debilitarlo, de forma que le impida derrotar a Piñera. El desafío de Piñera, por su parte, es opuesto, pero no menos difícil que el de Frei: no cometer errores y cohesionar a los dos partidos de oposición detrás de su candidatura.
Por Carlos Huneeus - Especial para Infolatam
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