El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, denunció hoy que está "en peligro" y que la embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde está refugiado, se encuentra "rodeada" y "prácticamente militarizada". El presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti, pedirá hoy al Gobierno de Brasil que brinde asilo político o entregue a las autoridades hondureñas a Zelaya.
El secretario general de la OEA aplaza su viaje por el cierre de aeropuertos.
Decenas de seguidores de Zelaya que estaban apostados frente a la legación brasileña fueron desalojados esta mañana por policías y militares con gases, balas de goma y agua.
"Sabemos que estamos en peligro, han rodeado la embajada (...) se han tirado bombas lacrimógenas encima de la embajada, han sacado a gente a tiros", comentó Zelaya. En el interior de la sede diplomática brasileña permanecen Zelaya, varios familiares y seguidores suyos, así como periodistas de medios afines al derrocado mandatario.
"Estamos en una lucha por que se restituya la democracia, la paz. Pedimos la colaboración a la comunidad internacional", insistió Zelaya en su diálogo con Caracol Radio. El único "arreglo pacífico" posible en Honduras "solo se puede considerar respetando la voluntad del pueblo, que me eligió a mí como presidente", subrayó.
Micheletti por su parte indicó en una entrevista que Zelaya es patrocinado por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y que el depuesto mandatario hondureño llegó por sorpresa a Tegucigalpa después de hacer escalas en El Salvador y Guatemala.
Dijo que su Gobierno no quiere que haya un derramamiento de sangre por la presencia forzada de Zelaya en Tegucigalpa y que hoy se enviará una nota oficial al Gobierno de Brasil, a través de su embajada, para que le brinde asilo o lo entregue a las autoridades hondureñas, que lo acusan de varios delitos.
Zelaya apareció ayer lunes en la embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde le acompañan su esposa, Xiomara Castro, y otros familiares, lo mismo que seguidores suyos que lideran el movimiento de resistencia popular que exige en las calles su regreso al poder, así como periodistas de medios afines al presidente depuesto.
Micheletti también le pidió "a los hermanos venezolanos" que se deshagan "políticamente" de Hugo Chávez. "Desháganse de ese dictador políticamente, desháganse de él porque les está causando más daño a la economía de ustedes regalando el petróleo que no es de él, sinZelayao que es de todo el pueblo venezolano", recalcó Micheletti.
Zelaya había anunciado el lunes que comenzaría a coordinar con sus seguidores actividades orientadas a su retorno al poder y que su posición seguía siendo la del diálogo para buscar una solución a la crisis política.
El toque de queda decretado por Micheletti a partir de las 16.00 horas locales del lunes (22.00 GMT) no fue acatado por los seguidores de Zelaya, que hasta las primeras horas de hoy permanecían pacíficamente frente a la embajada de Brasil.
La Policía y el Ejército desalojaron con gases lacrimógenos, balas de goma y chorros de agua a los manifestantes que estaban ante la sede diplomática entre las 05.00 y 06.00 horas de hoy (11.00 y 12.00 GMT), según informó el portavoz policial, Orlin Cerrato.
Zelaya fue depuesto por los militares el 28 de junio pasado y sustituido ese mismo día por el Parlamento, que designó como su sucesor a Micheletti, quien hasta entonces presidía ese poder del Estado.
Fuente: Información y Análisis América Latina.
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