"Marco ha traicionado a la Concertación".

"¡Ese nombre me parece buenísimo". La categórica sentencia de Eduardo Frei dio por concluida la lectura de la lista que los integrantes del comando le habían preparado para definir la vocería. Paula Narváez, 37 años, sicóloga, socialista y ex delegada presidencial tras la erupción del volcán Chaitén, aceptó de inmediato. Y lo oficializó la tarde del 23 de junio en una reunión en el café Tavelli de Providencia con el coordinador Sebastián Bowen.

La profesional -que integraba el staff de asesores de La Moneda- conoció al abanderado cuando era seremi del Trabajo en Puerto Montt y se reencontraron el miércoles 1 de julio, día en que se instaló en una oficina del segundo piso de la sede del comando de Bilbao 1159.

El foco de la "mujer fuerte" del comando concertacionista estará puesto en la mujer, en lo social -hacia los sectores más desposeídos y a una clase media golpeada por la crisis-, sin esquivar la contienda política.

-¿Hay una catástrofe en el comando Frei?

-¿Por lo del volcán Chaitén? Nooo, ¡por favor!; no soy la "señorita catástrofe"; me vengo a sumar a un equipo tremendamente articulado, creativo y con harta presencia de mujeres.

-¿No es una "catástrofe política" que Frei esté debajo de Piñera en las encuestas y que Marco Enríquez le reste un 14% de las preferencias según la encuesta CEP?

-Para nada. Lo que demuestran estos sondeos es que la candidatura del senador Eduardo Frei está transformándose en la opción más evidente para ejercer el próximo gobierno. No veo con opciones a Sebastián Piñera, porque para gobernar un país se requieren atributos que van más allá de la inteligencia para acumular riquezas y más allá de los intereses personales. Ahora, lo de Marco Enríquez-Ominami, con el tiempo y como todo proceso, va a sufrir oscilaciones. Siempre hay un primer momento de mucho impacto, de mucho ruido, pero que se diluye, que es efímero.

-¿No ve nada de fondo en esa candidatura?

-Lo que puedo ver de fondo quizás es un espacio de depósito de malestar de algún sector, que es absolutamente legítimo. Pero, también se puede canalizar al interior del conglomerado, porque aquí no estamos llenos de obsecuentes ni de personas que no damos opinión.

- Cómo sicóloga, ¿cómo hay que enfrentar a Marco Enríquez-Ominami? Hay quienes plantean la guerra total y otros una competencia fraterna, pensando en la segunda vuelta.

-No creo que se necesite de una estrategia para enfrentarlo. Marco está en una paradoja, porque al criticar a la Concertación, de la manera que lo está haciendo, desde la vereda del frente, un poco destempladamente, se está transformando en el vocero de la derecha. Yo creo que él no quiere serlo, pero eso le está ocurriendo. Está planteando las cosas en muy negro y blanco, en ese orden. Marco se ha traicionado a sí mismo y a la Concertación y la gente lo va a castigar, porque ésta valora la lealtad y la consecuencia. Hay algo construido y él no puede hacer borrón y cuenta nueva; eso es inmadurez.

-¿Inmadurez o disconformidad? En el PS hay tres dirigentes que se fueron molestos y levantaron sus candidaturas.

-El estar en un partido exige disciplina, responsabilidad y tolerancia a la frustración. Y requiere, también, dejar de lado los intereses personales por los colectivos, lo que no es una frase vacía. El partido estableció un mecanismo de participación para la presidencial y si algunos al final optaron por irse, bueno, son libres.

-¿Usted va a frenar a Marco?

-Él no es nuestra brújula. Nosotros no partimos la mañana preguntando: ¿Qué dijo? Menos aún porque tenemos absolutamente claro que nuestro adversario en esta campaña es la derecha, es Sebastian Piñera. Pero, claro, vamos a marcar diferencias con Marco en situaciones límites, frontales, que no responden a la realidad, que generan distorsión o que manipulan a la opinión pública. Hay que tener mucho cuidado y voy a ser la primera en salir a responderle a él y a Piñera si hay ataques.

-¿Ve en riesgo la presidencial para la Concertación?

-Estoy convencida de que vamos a ganar. La gente va a valorar lo hecho por la Concertación, especialmente en lo social. Eso no es un invento.

-¿No teme que una parte de los seguidores de Marco Enríquez-Ominami, Jorge Arrate y Alejandro Navarro marquen nulo en una segunda vuelta?

-No tengo temor. La mayor parte de esas personas están más cercanas a la Concertación y por lo tanto las veo apoyando a Frei.

"No soy pro aborto, pero hay que hablar del tema"

Para la vocera Paula Narváez, nadie puede acusar al Comando Frei de no ser progresista ni pretender apoderarse de esas banderas.

Hace ver que en el Teatro Caupolicán, el propio candidato dejó en claro que no va a haber ningún tema que afecte a la ciudadanía que no sea debatible ni sea visto con tolerancia, respeto y apertura.

"Eso garantiza -dice- que no va a haber temas tabú".

Está consciente, en todo caso, de que el asunto valórico no es fácil y que hay diferencias marcadas al interior del propio oficialismo.

"Hay que abordar esas posturas con respeto", dice, al descartar, por la apertura a estas temáticas, una migración de electores concertacionistas, más conservadores, hacia la Alianza.

Frente a la píldora del día después, que se está analizando en el Congreso, defiende su distribución a todas las personas que la necesiten, independientemente de su condición económica.

"Si es abortiva o no -afirma-, es una discusión que no la han resuelto ni los principales científicos en la materia; no es un debate cerrado. Lo que importa es que el Estado tiene que generar las condiciones para que la gente tome sus decisiones. No hay que temerle a la capacidad que tienen las personas para tomar decisiones en función de sus propias convicciones valóricas".

En cuanto al aborto terapéutico, Narváez parte con una declaración de principios:

"Yo no soy pro aborto -dice-, y no creo que alguien lo sea. Pero hay que abrir un debate en torno al aborto terapéutico. Creo que en Chile hoy están dadas las condiciones para empezar a conversar sobre un tema que es sensible.

POR NELLY YÁÑEZ N. – BLOGs. EL MERCURIO.
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