jueves, 2 de julio de 2009

JORGE COOPMAN J.: Cardenal Silva y Jaime Castillo‏.

Estimado Braulio.

En septiembre del año pasado, hice este ensayo recordatorio de Jaime Castillo y del cardenal Silva.

Lo comparto contigo, porque siguen, estos dos hombres, siendo tan, pero tan necesarios para nuestra fraternidad nacional.

A la memoria de Jaime Castillo Velasco y por la celebración de los 100 años del natalicio del Cardenal Raúl Silva Henríquez

Desde, La Reina, esta pequeña e inadvertida comuna cordillerana, quiero compartir con cada uno de ustedes la siguiente reflexión:

Cuanta falta nos hacen estos dos faros de LUZ DIVINA y profundamente HUMANA.

No puedo olvidar a quienes se alzaron para defender la dignidad y la vida en nuestra patria. No puedo olvidar a estos dos preclaros e insignes hijos de Chile, que soportando tanta ingratitud y violencia fueron la ESPERANZA para los pobres de esta tierra amada.

Al morir Jaime Castillo "algo" murió en la Democracia Cristiana, al morir el cardenal "algo" murió en la Iglesia Católica Chilena. Sin embargo, ese "algo" me interpela desde la soledad interior, que interpreto como una "Identidad Coherente". Puedo acercarme por medio de la religión, en el sentido de re-ligar, es decir volver a unir lo que estaba unido y en un sentido ético-político hacia la "Responsabilidad en la Participación Democrática".

Este "algo" muerto en sentido físico solo será posible superar si el hombre, al decir de Píndaro: "Llega a ser lo que eres".

Los cristianos creemos en una Vida Eterna, no obtenida por méritos propios sino donada por la Misericordia de Dios, y en la ineludible responsabilidad con el género humano, con el hermano sufriente, desprotegido e ignorado.

Es más, los cristianos, que impulsados por el Mensaje de Redención actúan o intentan servir en la noble actividad de la política, no pueden ser "Sepulcros Blanqueados".

El que siendo Rey se hizo Servidor, nos delineó el camino. Nació en un pajar para enseñarnos la humildad, desecho los privilegios, despachó a los poderosos y gozó con los niños y los pobres.

Ese "algo" clama "No es posible servir a dos señores" y, "Si nosotros no hablamos las piedras hablarían", tengan la grandeza de levantar la voz por los trabajadores y su justo salario, por los jubilados y su digna pensión, por una educación nacional sin discriminación económica o social, por un sistema de salud moderno y eficaz.

Ese "algo" clama COHERENCIA y no escusas escondidas en "criterios técnicos", muy por el contrario propone y estimula la adhesión al siguiente principio: "El estado debe promover la expansión de la economía de acuerdo con una planificación general, democráticamente gestada, que coordine las actividades particulares y públicas, en que la libre iniciativa y el espiritu de lucro, como elementos estimulantes de la economía, deben estar subordinados a las normas morales y al interes de la colectividad. El Partido Democrata Cristiano propugna la estabilidad de los empleos y la creciente participación de los trabajadores en las utilidades, gestión y propiedad de las empresas."(Declaración de Principios del Partido Democrata Cristiano de Chile).

Jaime Castillo, un militante de La Reina, defendió los DERECHOS HUMANOS toda su vida, el cardenal Silva un militante de la VIDA defendió a la Reina de todas las virtudes , el DERECHO A SER HUMANO.

Un fraternal abrazo, Jorge Coopman J.

Gentileza: Militantes Demócrata Cristianos de Peñaflor.
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