miércoles, 25 de febrero de 2009

TUCAPEL JIMENEZ - Tucapel Jimenez hijo: “Lo echo de menos todos los días”, asegura.

¡Exclusivo! Diputado Tucapel Jiménez habla de su padre a 27 años del crimen que acabó con la vida del líder sindical. “A quién debiera pedir perdón Herrera (su asesino) es a Dios y su familia”, sentencia

Este 25 febrero se conmemoran 27 años del asesinato del ex presidente de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF), Tucapel Jiménez Alfaro, quien durante la dictadura se convirtió en un líder de los trabajadores chilenos, pasando a ser uno de los blancos de la represión de los organismos de seguridad del regimen militar.

Jiménez había realizado diversas gestiones para reagupar a todas las fuerzas sindicales y enfrentarse a Pinochet en coordinación con la CUT. Eran los inicios del nacimiento del movimiento social y político que años más tarde derrotaría al anciano general.

En esa agrupación estaban líderes del mundo sindical, además de Tucapel Jiménez, como Manuel Bustos, quien posteriormente fue diputado; Hernol Flores de la misma Anef, y que posteriormente lideraría las protestas contra Pinochet; el carismático presidente de los Trabajadores del Cobre, Rodolfo Seguel, que luego del retorno de la democracia, también fue electo diputado.

Es así que el 25 de febrero de 1982 fue acribillado a tiros en el camino El Noviciado, en la comuna de Lampa, por miembros de la Central Nacional de Información, CNI. En medio del camino, y en su taxi, el ex presidente de la ANEF recibió cinco tiros en la cabeza y tres cortes en la garganta. Este crimen dio lugar a uno de los casos judiciales de mayor impacto tras la vuelta a la democracia.

Fue recién en el 2000, cuando uno de los homicidas, en ese entonces mayor del Ejército, Carlos Herrera Jiménez, confesó la autoría material del crimen.

Hoy a más de 27 años del luctuoso suceso, su hijo y diputado PPD, Tucapel Jiménez conversó con Cambio21.
Confiesa extrañarlo mucho y relata que no sólo lo recuerda cada 25 de febrero, sino todo el año.

“Vamos a conmemorar la fecha de su asesinato en el Cementerio General con la ANEF. Y a pesar que han pasado 27 años, uno siempre se pregunta por qué a él...y la herida siempre va a estar abierta. Lo echo de menos todos los días y siempre está presente”, afirma con nostalgia el parlamentario.

“Lo lindo –prosigue- es que siempre hay un recuerdo de la gente cada 25 de febrero y si mi padre estuviera, estaría muy orgulloso de ver que es esa gente humilde quien está siempre con él, las personas por quienes tanto luchó mientras vivió”.

La confesión de Herrera Jiménez

En un par de entrevistas a distintos medios, el entonces mayor de Ejército Carlos Herrera Jiménez, autor material del crimen, ha señalado que él cumplió una orden y pensaba que lo que hacían "era lo correcto".

Siempre creímos que todo lo hacíamos por Chile, ha dicho Herrera, que participó en otros hechos de sangre.

El ex militar ha pedido en reiteradas oportunidades, perdón por los horrores y crímenes cometidos en los inicios de los 80. Con la familia de Tucapel Jiménez ha sido directo para pedirles perdón por el crímen que los privó del jefe de hogar y líder sindical.

Tiene que pedirle perdón a Dios

El diputado Tucapel Jiménez dice que “yo no soy quién para perdonarlo, como familia nos sentimos tranquilos de que se supiera la verdad, luego de tantos años, tiempo en el que pasamos por muchas cosas, pero considero que a quién debiera pedir perdón Herrera es a Dios y su familia”.

“Nosotros, por otra parte, jamás nos hemos opuesto a que pueda recibir ciertos beneficios como salir los domingos por ejemplo. En ese sentido no nos sentiríamos afectados”, añade.

El diputado además asevera que nunca existió justicia del todo en el crimen de su padre: “Yo siempre he dicho que lograron conocer el 80% de la verdad y ese es el mismo porcentaje de justicia que hubo. No se condenaron a todos los responsables, partiendo por Pinochet, quien murió sin ser condenado”. Según los autores materiales del crimen, la orden de matar a Jiménez provino del más alto nivel, o sea Augusto Pinochet.

Actualmente están acusados en calidad de autores del crimen, además de Herrera, el general (R) y jefe de la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE), Arturo Álvarez Scoglia; el brigadier de la DINE, Víctor Pinto Pérez; el comandante de la DINE, Maximiliano Ferrer Lima y los suboficiales del mismo servicio represivo Manuel Contreras Donaire y Miguel Letelier.

Extraño su alegría y valentía

A 27 años del hecho que le quitó la vida al líder sindical, su hijo rememora lo que más lo destacaba.

“En el ámbito personal, él era un hombre muy cariñoso y extraño mucho esas idas al estadio a los partidos de Colo Colo y los almuerzos dominicales. En mi casa de todo se hacía una fiesta, porque él era muy alegre”

“En el ámbito sindical se extraña su valentía y su entrega. A él lo amenazaban constantemente y él sabía que terminaría muerto, incluso tenía un letrero en donde se despedía”, rememora.

Confesión del crimen

Carlos Herrera Jiménez relató en el año 2000 ante el ministro en visita Sergio Muñoz la forma en que fueron realizadas las acciones que acabaron con la vida del líder sindicalista.

En su relato detalla cómo ocurrieron los hechos luego de simular ser un pasajero y lograr subirse al taxi de Tucapel Jiménez.

"Estaba previsto que me sentara inmediatamente detrás de él. Mi subalterno en el asiento del copiloto. le pedimos que nos llevara y le dijimos que éramos personas que veníamos de Valparaíso y que nos llevara a las parrilladas Pudahuel y accedió", relata Herrera.

"Cuando llegamos a las parrilladas le dije mire don Tucapel Jiménez, somo policías, somos de seguridad y usted está detenido, siga por el camino. Esta es la primera vez para mí, que este señor se alegró e hizo la cosa mucho más fácil. Lamentablemente para él, por supuesto", asevera el mayor (r).

"Nos dirigimos al lugar de los hechos que, como he señalado, se encontraba previamente determinado, en el camino Renca-Lampa, en donde esperaba el otro automóvil en el costado poniente en dirección contraria, hacia el sur".

"Desde un bolso tipo porta equipo, de color claro, es que tenía además de las armas de cargo propias y de los dos suboficiales, extraje el revólver que se me había entregado y le disparé en la cabeza al señor Tucapel Jiménez, quien cayó hacia el lado derecho suyo, sobre el asiento del copiloto".

"La verdad que este señor, yo no soy médico, pero entendí que no falleció de inmediato (..) no sé si los sonidos que hacía eran porque estaba muriendo o en agonía", relató Herrera.

Fuente: Cambio21.
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