El editor de "Las Américas" de The Economist asegura que la capacidad de crear nuevos negocios se ha deteriorado y que la próxima elección presidencial será más reñida de lo que inicialmente pensaba, luego de que la Concertación se alineara con un solo candidato.
Durante buena parte de los años ochenta y noventa, el periodista inglés Michael Reid vivió en Perú, México y Brasil, y recorrió América Latina, realizando reportajes para el diario The Guardian, la cadena de radiotelevisión BBC y, posteriormente, para la revista The Economist, de la que es actualmente el editor de "Las Américas". Así, Reid cubrió in situ "la década perdida", el terrorismo de Sendero Luminoso y la recuperación de la democracia en varios países de la región, incluido Chile. Hoy vive en Londres junto a su familia, y corrige y escribe algunos de los artículos que cada semana aparecen en el semanario más prestigioso e influyente del planeta.
Reid también es el autor del libro "El continente olvidado, la batalla por el alma de América Latina", cuya versión en inglés fue publicada en 2007. La obra, un intento por explicar la lucha entre "los autócratas populistas" (con Chávez a la cabeza) y "los reformadores democráticos" (representados por Chile, Brasil y México) fue calificada como "excelente" por Francis Fukuyama, en una reseña que el autor de la tesis del fin de la historia firmó en Foreign Affairs.
La edición en español del libro será lanzada por Norma el próximo mes y en ella se dedican amplios pasajes a Chile. Para documentarse, Reid viajó al país en 2005 y entrevistó al entonces presidente Ricardo Lagos, al ex ministro de Hacienda Nicolás Eyzaguirre y al ex titular del Banco Central Vittorio Corbo, entre otros. En general, la visión de Chile de este periodista que lleva más de 25 años siguiendo los altibajos hispanoamericanos es positiva, especialmente si se la compara con la de naciones vecinas. Mucho más dura, sin embargo, es la imagen que se proyecta ahora del país en The Economist, en la que se observa un marcado deterioro del ambiente de negocios, la economía y la administración pública.
Claro que en términos macroeconómicos, la Unidad de Estudios del semanario señaló hace algunas semanas que el país está en mejor situación que muchas otras economías para enfrentar las turbulencias internacionales. En un artículo titulado "Chile, un modelo internacional de manejo económico sólido" el semanario destacó las medidas adoptadas por el gobierno para enfrentar la crisis.
"En general, muchos de los países y representantes con que se reunió Andrés Velasco en Davos tienen más que aprender de Chile que este último de ellos", señaló este medio que analizó las acciones adoptadas por el Ministerio de Hacienda para activar la economía.
Paquete fiscal
-Según las previsiones de The Economist para 2009, es muy probable que, en la próxima elección presidencial haya un giro hacia la derecha en Chile.
-Eso lo escribí en septiembre pasado y el panorama ha cambiado. Ahora pienso que la elección presidencial va a ser más reñida por dos razones: porque la Concertación se ha unido tras un candidato que puede disputarle el centro a Sebastián Piñera y porque Chile cuenta con buenas políticas contra-cíclicas, que fueron bien diseñadas en el pasado, que dan mucho más margen al gobierno para contrarrestar una recesión que, sin ellas, haría mucho daño al país.
-¿El gobierno está combatiendo la crisis adecuadamente?
-El último paquete fiscal fue mejor concebido que el anterior. Todo el mundo reconoce que Chile hizo bien en el pasado al diseñar políticas contra-cíclicas adecuadas y, por eso, ahora que las cosas no están bien cuenta con ahorros para gastar.
-Sin embargo, las previsiones que publica su revista son deprimentes: el país crecerá sólo 1% este año y la inflación no bajará del 7%.
-Los números y las previsiones son volátiles, por eso hay que prestarles una atención relativa. Sí estoy de acuerdo en que la cifra de inflación de Chile es decepcionante.
-¿Y esas previsiones económicas tan malas no anticipan necesariamente un cambio de gobierno?
-La alternancia en el poder es la norma en la historia democrática de los países, pues los gobiernos, los partidos y las coaliciones que los sostienen, se cansan, y eso es lo que ha pasado en Chile.
-¿Piensa que la derecha ya está en condiciones de gobernar en Chile?
-Durante mucho tiempo, hubo una resistencia de parte de la mayoría de la población a apoyar a la oposición, por su pasado autoritario. Seguramente eso ha cambiado.
-¿Cuánto pesará la economía en la próxima elección presidencial?
En materia económica, es evidente que antes Chile era la estrella de América Latina, pero ya no. Ha dejado de serlo por culpa de la inflación, porque la economía chilena ha perdido dinamismo y porque los países del entorno han mejorado. El manejo político del gobierno de Bachelet tampoco ha sido exitoso. El mejor ejemplo es el Transantiago. Es verdad que no toda la culpa es del gobierno actual, pero parece que los chilenos sí lo están responsabilizando. Ha habido mucha improvisación.
-¿Y qué se puede hacer para revertir esa situación que describe: que Chile ya no es la estrella económica de América Latina?
-Chile afronta nuevos retos estructurales que, para ser abordados, requieren de grandes consensos. Entre ellos, el más urgente es el de la mejora de la educación y, en este tema, hay que pasar de la retórica a las acciones. Si uno mira el desempeño de Chile de los últimos años, es indudable que hay cosas que continúan estando bien. En materia de infraestructura y energía, por ejemplo, a pesar de los problemas que ha tenido el país en los últimos años, Chile no está mal.
-¿En qué áreas Chile debe dar un salto para no quedarse atrás?
-Se requiere un mayor empuje en educación, innovación y diversificación de las exportaciones. Perú, por ejemplo, que es un país más pobre y frágil institucionalmente, cuenta con exportaciones más diversificadas. Chile tenía una historia exitosa en creación de nuevas industrias, pero esa capacidad ha perdido dinamismo.
Legado de Bachelet
-¿El legado de Bachelet será negativo en este sentido?
-Ella abrió un ambiente político muy cerrado. Si logra sacar adelante su reforma y mejora realmente la administración y la evaluación de la educación, ése puede ser un buen legado de su parte. La desigualdad educacional entre los colegios buenos y malos de Chile es muy grande, y hay consenso en que es necesario mejorar eso ya. La elección de Bachelet marca un progreso notorio. Ella misma decía que los chilenos no son como la imagen que se proyecta de ellos: Chile era casi el único país de la región que no tenía ley de divorcio y en el que se censuraban las películas de cine...
-Pero esos dos avances sociales se produjeron en el gobierno de Lagos. ¿Cuáles han ocurrido bajo su presidencia?
-Efectivamente, el gobierno de Bachelet ha sido menos exitoso que el de Lagos, pero si la reforma educacional funciona, ése será su gran legado. Este gobierno no ha terminado y cuenta con buenas políticas contra-cíclicas para sobreponerse, las que fueron mejoradas durante este período. Si usted mira lo que paso con Alejandro Toledo, en Perú, verá que un año antes de irse contaba con un 10% de aprobación popular y que, cuando se fue, su tasa de popularidad subió al 35%. No sé si va a pasar lo mismo con Bachelet, pero quién sabe.
-Es decir, ella podría recuperarse por las buenas políticas contra-cíclicas.
-El contexto ha cambiado y podría modificarse el juicio que tenían los chilenos hace poco, aunque ella no haya sido hábil políticamente.
-Los casos de corrupción ¿cuánto dañan la imagen de Chile?
-En términos generales, Chile sigue siendo uno de los países menos corruptos, pero si se le compara con su propio pasado, se ve que hay un problema. Falta, por lo tanto, una modernización administrativa.
-En su libro usted explica que Costa Rica y Uruguay son los dos únicos países de la región que cuentan con una democracia consolidada. ¿Qué falta para que Chile también tenga una democracia plena?
-Según los especialistas en ciencias políticas, lo que faltaría es la alternancia en el poder, pero si ésta no se ha producido no es por culpa de la Concertación, sino de la oposición, que no ha sido capaz de convencer a los chilenos, hasta ahora, de que es una opción democrática viable.
Piñera
-¿Cree que Sebastián Piñera y la oposición están ahora en condiciones de ofrecer esa alternativa?
-Piñera debe convencer a los chilenos de que es capaz de superar sus conflictos de interés y demostrar que no hay ninguna relación entre el Piñera candidato y el Piñera empresario. La oposición debe demostrar que ha erradicado los rasgos autoritarios que le caracterizaban.
-Entonces para que haya una democracia consolidada en Chile, Piñera debe ganar las elecciones...
-Eso es lo que dice la ciencia política, efectivamente, pero no estoy en condiciones de hacer un vaticinio, porque la elección será reñida y seguramente habrá segunda vuelta...
-¿Cuánto afectará la crisis a América Latina, en general, y a Chile en particular?
-Es muy pronto para responder eso, pues no sabemos cuál será su duración ni su intensidad. Esta crisis, a diferencia de otras anteriores, no tuvo su origen en América Latina, por eso, la región aguantó bastante bien por un año, aunque ahora no puede escapar. Sí sabemos que los países que han adoptado políticas económicas responsables estarán en mejores condiciones que los otros para afrontarla. Sus políticas contra-cíclicas les servirán para mitigar el impacto de la recesión.
-¿Entonces no debe temerse un mayor populismo y estatismo en la región por culpa de la crisis?
-Ese riesgo existe, pero me parece poco probable que vaya a ser el efecto neto. Sí va a haber un aumento del descontento social. El hecho de que esta crisis tenga su origen en el capitalismo financiero y que los gobiernos de los países ricos estén tomando acciones para incrementar el poder del Estado en sus economías, podría tener un "efecto imitación" en América Latina. Hay que distinguir, eso sí, a los países que creen en una economía de mercado bien regulada y con funciones sociales llevadas a cabo por el Estado, que yo describo en el libro como reformistas y democráticos (Chile, México y Brasil).
Por: Ricardo Leiva, desde España. – Revista Que Pasa?.
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Los punzantes dardos de The Economist.
The Economist ha dedicado 36 artículos a Chile desde que Michelle Bachelet fue elegida presidenta, hace ya tres años. Aunque su triunfo fue celebrado por la publicación, como por el resto de la prensa mundial, ya a los 100 días del nuevo gobierno empezó a notarse un cambio de tono en las crónicas y, especialmente, en los titulares. Ésta es la cronología de párrafos editados por Michael Reid.
"A su manera: Michelle Bachelet" (21-01-06):
La victoria de Michelle Bachelet en la elección presidencial del 15 de enero es un nuevo símbolo de la confianza que tiene la democracia chilena en sí misma".
"La democracia de los ciudadanos de Bachelet" (11-03-06):
"Un nuevo amanecer en el país más conservador de América Latina... La nueva presidenta hereda muchas ventajas. Gracias al alto precio mundial del cobre, el cual representa el 45% de las exportaciones, la economía está creciendo un 6% al año".
"Tiempos desafiantes para Michelle Bachelet" (24-06-06):
"Los chicos y las lunas de miel no encajan, fue lo que descubrió, a su pesar, la nueva presidenta de Chile, Michelle Bachelet, cuando los estudiantes secundarios del país se declararon en huelga el mes pasado. Su demanda por mejor educación no sólo interrumpió el supuesto idilio que ella mantenía con el electorado, sino que también expuso las aparentes inconsistencias de sus promesas, por lo que cayó en desgracia ante el país".
"Dejadas atras, las mujeres en Chile" (12-08-06):
"Las mujeres en Chile esperan que la presidencia de Michelle Bachelet mejore su situación, no obstante, existe una mayor preocupación de que ella les pueda hacer más daño que bien... Las mujeres temen que cualquier beneficio que Bachelet les haga específicamente, sea revertido si ella fracasa en general".
"Bachelet trata de nuevo" (31-03-07):
"Llegó al poder flotando en una burbuja de popularidad. Sin embargo, no le ha ido muy bien a Michelle Bachelet... Su cercanía con los votantes le hizo bien durante la campaña. Sin embargo, algunos políticos, no sólo en la oposición, sino también en la coalición gobernante de centroizquierda llamada Concertación, dicen ampliamente que ella carece de las habilidades necesarias para gobernar con efectividad".
"La pista lenta" (09-02-08):
"La chapucera reforma del transporte de Chile... El caos fue más chocante para los chilenos porque a ellos les gusta pensar que su país es el mejor organizado de América Latina. Las autoridades admiten que los planificadores y los políticos cometieron grandes errores. Éstos incluyen la decisión de la presidenta Bachelet de lanzar el sistema cuando ninguna de las líneas de buses ni la tecnología estaban listas".
"No tan brillante" (17-05-08):
"El país menos corrupto de América Latina ahora tiene algo de qué avergonzarse... Considerado durante mucho tiempo el país mejor gobernado de América Latina, Chile se ha visto manchado últimamente por acusaciones de corrupción e ineficiencia en el manejo de los fondos públicos... Los escándalos se han vuelto más grandes y frecuentes, y, en algunos casos, más sucios".
"El mensaje en la pared" (01-11-08):
"Los votantes castigaron a la Concertación porque está cansada y dividida, y es cada vez más ineficiente. Durante la consolidación de la democracia en Chile, ha dirigido casi dos décadas de estabilidad y crecimiento económico, y mucho progreso social. Sin embargo, bajo Michelle Bachelet, la presidenta desde 2006, ha perdido fuerza. Ha fallado en la promoción de nuevos líderes jóvenes. Una serie de escándalos de corrupción, aunque la mayoría de ellos menores, ha llevado incluso a algunos partidarios de la Concertación a preguntarse si 20 años en el poder no son ya suficientes. La economía de Chile puede ser más fuerte que la de muchos de sus vecinos, pero ya no crece al nivel de los países asiáticos, y la inflación se ha disparado este año. Un chapucero intento de modernizar el transporte público de Santiago, la capital, huele a incompetencia".
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