Señor
Ricardo Ffrench Davis
Presidente Consejo Económico Social
Presente
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Estimado Amigo:
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1.- Los últimos acontecimientos que se han vivido en la Democracia Cristiana y en el Gobierno, nos han llevado a la conclusión, que resulta necesario un cambio de tal naturaleza en la política que no vemos como pueda llevarse a cabo en el actual marco partidario y políticas de alianzas. El Consejo Asesor de la Mesa Directiva al cual me sumé entusiastamente hace 2 años, en el actual estado de cosas no cumple ningún objetivo relevante.
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Lo anterior me ha movido a presentar mi renuncia indeclinable.
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2.- Para dar este paso he tenido en consideración que los pasos que estamos dando nos alejan cada día más del social cristianismo.
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En efecto, los acuerdos fundacionales, los datos sobre nuestra historia partidaria, son permanente y crecientemente olvidados. El social cristianismo ya no es tarea esencial, hemos resignado la lucha a convencer que ese proyecto es éticamente superior y más eficiente para las grandes mayorías. Es la hora de dar un cauce nuevo a esas ideas sin las ataduras del poder. Cada cual tendrá libertad plena para sus ideales concretos, con el compromiso que una sociedad moderna respeta el pluralismo, pero para ello debe terminarse la forma como hace política la Concertación, como veremos en estas líneas, por cuanto lo que hemos conocido no puede continuar.
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Por lo anterior nuestra independencia de los órganos formales no será un abandono de la lucha por cambios sociales económicos y políticos, sino la búsqueda de nuevos horizontes que hagan vitalmente posible que los principios del social cristianismo puedan realmente ser considerados en la cosa pública.
Por lo anterior nuestra independencia de los órganos formales no será un abandono de la lucha por cambios sociales económicos y políticos, sino la búsqueda de nuevos horizontes que hagan vitalmente posible que los principios del social cristianismo puedan realmente ser considerados en la cosa pública.
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3.- Nos retiramos porque vemos completamente imposible que en las condiciones actuales, su dirigencia puede efectivamente poner en práctica los aspectos que acordó el último congreso partidario. Estamos convencidos que el último congreso demócrata cristiano, refleja auténticamente lo que piensan las bases del partido y tenemos la misma convicción en cuanto a que los acuerdos no reflejan lo que realmente piensa y ejecuta en el Gobierno la actual dirigencia, y para ello nos bastó con la constatación de que ya se han sobrepasado aspectos esenciales del acuerdo partidario. En efecto, un partido que se declara comunitarista y pluralista conduce sus cuerpos de decisión del más alto nivel con un carácter extremadamente autoritario que lo han llevado a gigantescos errores políticos.
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Los aspectos programáticos del más alto nivel que acordó el congreso no pueden ser cumplidos por el PDC actual y menos puede cumplir lo afirmado en los acuerdos del V Congreso, en cuanto a que ³El partido reafirma su compromiso con la participación y el mundo social, para impulsar el gran cambio que la sociedad chilena necesita para transformar el actual modelo político, cultural y económico, en la búsqueda del desarrollo humano².(Numeral 18).
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Tampoco se ve interés alguno de sus dirigentes por establecer los principios macroeconómicos acordados por el Congreso y las últimas autoridades propuestas en el ámbito económico señalan el sometimiento al liberal socialismo imperante en la Concertación. No se ve como se podrá ³impulsar una nueva estrategia de desarrollo integral, que involucra reformas que perfeccionen la acción pública en los ámbitos macroeconómicos y macroeconómicos² (Numeral 48).
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La celebración de un acuerdo que hizo tabla rasa de lo acordado sobre el lucro con fondos fiscales en materia educacional (Numeral 253), son pruebas de que se borra con el codo lo que se escribe con la mano, repitiéndose lo ocurrido con la reforma previsional en que los Senadores y Diputados del Partido votaron a favor del ingreso de los Bancos, constituye otra flagrante violación de los acuerdos del Congreso que con toda claridad estableció la limitación de los Bancos, acuerdo que fue olvidado por los representantes populares del partido. La reforma previsional que se ha votado por el partido, tampoco apunta a cumplir los acuerdos del Congreso en orden a crear AFP, sin fines de lucro, y crear un sistema social para la tercera edad alternativo al de las AFP con carácter solidario. Se violentó así el acuerdo del Congreso. (Numeral 283) y se sometió mansamente a una reforma previsional que si bien es un avance en lo solidario, lo es a costa del Estado y de un salvataje del sistema de capitalización individual.
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Finalmente creemos imposible que en el marco actual, pueda llevarse a cabo una nueva estrategia de desarrollo que privilegie el emprendimiento de las pequeñas, micro y medianas empresas, como se expresa en el Numeral 49.
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4.- Nos retiramos del Consejo Económico Social porque queremos participar de verdad en un proyecto de profundo contenido social, fundado en valores cristianos y en una democracia participativa, que es imposible de cumplir en las actuales circunstancias por lo que pasamos a explicar:
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a.- En materia socio-económica, la vocación de la Democracia Cristiana, ha quedado perdida bajo las líneas economicistas que el oficialismo impuso. Las estadísticas de distribución del ingreso son elocuentes y la concentración de la riqueza con su efecto en los mercados, fue permitida y digitada desde los más altos cargos del Estado.
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Por otra parte, el asistencialismo desde el Estado, refleja más una forma de caridad y una seudo justificación de lo anterior que la búsqueda real de la justicia social. La promoción humana no estuvo en el centro de los gobiernos de la Concertación y por eso en casi 20 años no hubo una movilidad social significativa. La entrega de bonos a los pobres refleja la gravedad de lo que ha estado ocurriendo.
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Los programas económicos han estado principalmente al servicio de los grandes conglomerados; porque se ha aplicado una política económica eminentemente financierista, que ha privilegiado la economía virtual y especulativa por sobre la real que está más acorde con lo que el hombre espera en retribución por su trabajo. El mundo ya conoce a donde conduce este enfoque que naufraga entre la especulación y la inacción, con toques de adorno populista como bonos de emergencias.
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b.- Los liderazgos actuales del partido y de la Concertación actúan como autócratas. Las autoridades que recientemente asumieron roles importantes en el gabinete, lejos de enfrentar esta temática de una manera aceptable, levantan voces amenazadoras. Para que decir sobre el estado de nuestra democracia interna en que las resoluciones políticas de la más alta gravedad se arropan bajo formas disciplinarias y se erige de facto, una verdadera dictadura interna, por ocasionales mayorías que explicita sus planes, ofreciendo por los medios de prensa rupturas pactadas que al no ser aceptadas, devienen en rupturas violentas y juicios primitivos que mutilaron el cuerpo del partido en una borrachera sancionatoria.
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c.- Estamos cansados de ver a la Democracia Cristiana desfallecer subyugada por un liberal socialismo, que ha sido aplicado con tal ortodoxia, que resulta tan nefasto como un liberalismo de cualquier signo extremo. Por si lo anterior fuera poco esta pérdida de identidad, ha significado que disminuya la fuerza en el ámbito valórico de un ideario que hacía de nuestro partido, el partido de la familia y de los valores humanos. Son las instituciones religiosas, en especial por su peso la Iglesia Católica, las que llevan solas en sus espaldas el discurso social cristiano.
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Hemos estado experimentando por años y años una realidad socio-económica que nos disminuye como personas y resquebraja la unidad familiar y social. No son situaciones aisladas. Las vemos en nuestro entorno, pero va más allá. Nos damos cuenta de que es un fenómeno colectivo. La desintegración social es un drama nacional. El individualismo mata las familias, desorienta a los jóvenes y corrompe una política humanista que debe estar al servicio de grandes ideales comunes a todos los chilenos. La sociedad que contribuimos a crear no valora realmente el servicio público, que está sociado a sacrificio y a la estrechez económica. No asociamos la palabra éxito en la vida con servicio a los demás. Por eso hay tanta corrupción.
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Esta realidad a la que hacemos alusión se conforma de un cuerpo doctrinario y una verdadera praxis; un sistema de vida que funciona de tal forma que los legítimos cuestionamientos que se le hacen, son rápida ignorados y estigmatizados por el entorno que lo protege y perpetúa. Su red de sostén es misteriosa y su alcance desconocido, pero sus consecuencias claras.
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Es tal la fuerza y gravedad de las distorsiones económicas y sociales que vive este país, que se están alzando cada día más voces exigiendo cambios que permitan un país más próspero y más participativo de los beneficios sociales.
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Valoramos especialmente la actitud preclara de la Iglesia Católica que hoy, como ayer, se alza como la voz de los sin voz; como la voz de los desposeídos; como la voz de los olvidados por el sistema; como la voz de los humillados en el Transantiago, y de un sistema educativo que aumenta la brecha social en un ambiente de desorden de la tarea pública sin precedentes.
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e.- La DC en este cuadro, aparece abdicado de gran parte de sus postulados valórico-morales y en la práctica, abraza inconscientemente, dejada conducir por sus actuales dirigentes, un relativismo que se suma a una forma materialista de ver la sociedad. Atrapada la DC en lo valórico y económico-social, se trenza en disputas de poder, sin mirar el inmenso vacío que deja en la sociedad actual. Obviamente en este mar nos hundiremos todos.
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5.- Nuestra generación no supo mantener unido el partido y prefirió unir fuerzas en torno a una ³Concertación² que opera sobre la base de lealtades suprapartidarias y que opera como una federación de partidos que terminará por formalizarse en un solo partido político de contornos indefinidos. Este ³partido² de facto se ha ido confundiendo con el Estado transformando éste en una extensión que le pertenece, en que los jefes de Estado se erigen en jefes de coalición, confundiendo los roles en el sistema presidencial y eliminando las energías partidarias particulares que en su diversidad dieron origen a la Concertación.
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6.- Es esta supraorganización la que para defender la errónea política pública de Transantiago cometió un crimen político en la persona del Senador Adolfo Zaldívar.
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Quienes cometieron el crimen, intentando disfrazarlo de juicio justo y equilibrado incurrieron en un fatal error político. Pusieron una lápida a la actual DC.
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En efecto, la expulsión de un presidente del partido por oponerse a una o dos políticas públicas erradas, constituye una amenaza a todos los que opinamos como él. Así se desalienta el pensamiento crítico, el esfuerzo creador, se mata la esperanza y la imaginación. Estas actitudes engendran la represión y ésta provoca el odio y éste amenaza la existencia del partido. La falta de oportunidad y de instancias para discutir nuestras diferencias, suprime toda posibilidad de una militancia mínimamente fraterna. La enorme tarea del V Congreso se ha perdido.
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El crimen político contra Adolfo Zaldívar Larraín se ejecutó con fría premeditación, en forma artera, negándose lo que no se ve ni entre partes beligerantes. En efecto, en horas se ³acordó² por la nueva directiva y el Consejo Nacional, la sanción final. El acuerdo político se rodeó de una formalidad judicial-disciplinaria, pero ese era un mero ropaje. El Tribunal Supremo, en la práctica perdió, a nuestro juicio, en esa opereta toda credibilidad.
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Mediante estos torcidos procedimientos se desechó a un destacado militante, luchador inclaudicable de los derechos humanos, un auténtico cristiano en política. A veces estas piedras que se desechan se transforman en piedras angulares del futuro.
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7.- La conformación del último gabinete y la manera de estructurar la nueva directiva del partido, son parte de una operación política extrema que pretende imponerse a rajatabla a una militancia. y, además, a un Gobierno sin conducción clara y acechado por enormes errores y notables casos de corrupción que unidos a fallas gigantescas de gestión, están dañando muy seriamente nuestra democracia mucho más hondamente de lo que creen los líderes actuales y con efectos completamente imprevisibles.
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Todos los movimientos políticos que por largo tiempo, no pueden ser ellos mismos; todos los que se pasan imitando las ideas de otros, todos los partidos que truncan sus proyectos e ideales por largo tiempo y transigen sus postulados y sueños en aras de la mantención del poder necesariamente tienden a desaparecer.
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Por todo lo expresado comprenderás estimado Ricardo, me es imposible continuar asesorando a la Directiva a través del Consejo Económico Social.
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RAMON BRIONES ESPINOSA
Ex Miembro de Consejo Directivo del V Congreso
Ex Consejero Nacional
Ex Presidente Comisión Fiscalizadora
Ex Miembro de los Tribunales de Primarias de la Concertación
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