miércoles, 24 de febrero de 2010

ARGENTINA: Otro milagro de Abuelas de Plaza de Mayo.

Abel Madariaga (d) posa con su hijo, Francisco (i), hoy, martes 23 de febrero de 2010, quien nació en cautiverio en un regimiento militar durante la última dictadura militar (1976-1983) y fue recuperado por su padre el pasado 3 de febrero, tras haber sido privado de su identidad por 32 años. Francisco fue presentando en la sede de las Abuelas de Plaza de Mayo, asociación que tiene como objetivo recuperar la identidad de los hijos de desaparecidos, en Buenos Aires (Argentina). LEO LA VALLE / EFE

La búsqueda ha concluido para un hombre cuya esposa embarazada fue secuestrada por fuerzas de seguridad en Argentina hace 32 años.

Abel Pedro Madariaga dice que nunca abandonó la búsqueda de su mujer y su hijo, que nació en un centro de tortura clandestina. El hijo también tenía dudas sobre su verdadera identidad.

Arrebatado a su madre antes de que la mataran, el niño fue criado por una familia militar en la que, según dice, su padre adoptivo abusó de él.

El muchacho finalmente acudió este mes al grupo Abuelas de Plaza de Mayo y se sometió a un examen de ADN. La prueba reveló que su padre era nada menos que Madariaga, el secretario del grupo.

El padre y el hijo --que ahora lleva el nombre de Francisco Madariaga Quintela-- todavía no pueden creer su buena fortuna y el hijo dice que es como comenzar una nueva vida.

El ex oficial de inteligencia militar que lo crió, Víctor Alejandro Gallo, ha sido encarcelado por investigación de tráfico de niños.

Temblorosos ante las cámaras, apenas días después de reunirse por primera vez, Abel y Francisco Madariaga no pueden dejar de sonreír.

``Nunca dejé de pensar que lo iba a encontrar'', afirmó el padre. ``Cuando entró por esa puerta esa noche nos reconocimos totalmente y el abrazo en que nos fundimos fue espectacular. Abrazarlo el día que lo encontré fue como llenar un hueco en el alma''.

``Por primera vez sabía quién era. Quién soy yo'', dijo el joven, todavía maravillado de su nueva identidad.

Las Abuelas de Plaza de Mayo creen que unos 400 niños fueron robados al nacer de mujeres secuestradas y muertas como parte de la ``guerra sucia'' de la dictadura de 1976-1983 contra disidentes políticos, que dejó un saldo de hasta 30,000 muertos.

Madariaga y su esposa Silvia Quintela eran miembros del grupo izquierdista Montoneros, a los que los escuadrones de la muerte del gobierno intentaron eliminar. El presenció el secuestro de su esposa y logró huir al exilio para no seguir el mismo destino. Desde entonces, ha abrazado la causa de hallar a los hijos de los desaparecidos.

A su regreso a una Argentina democrática en 1983, pasó a ser secretario del grupo de las Abuelas y primer miembro masculino. Gestionó ante el gobierno la creación de una base de datos de ADN y dedicar recursos judiciales al esfuerzo y desarrolló estrategias para persuadir a los jóvenes con dudas sobre su identidad a someterse a exámenes de ADN.

``Voy a empezar a hacer mi vida'', manifestó Francisco. ``Yo pensé que pertenecía a esa familia... La familia era muy violenta, con situaciones feas. Ahora estoy con una familia gigante, con amor''.

By MICHAEL WARREN / AP – El Nuevo Heraldo.
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