Los niños que son populares en la escuela no sólo disfrutan de más respeto de sus compañeros y amigos sino que además al crecer se convierten en adultos más saludables, reveló un estudio realizado en Suecia.
Los pequeños con menos amigos y menor prestigio social entre sus pares son mucho más propensos a sufrir condiciones como enfermedad cardíaca y diabetes más adelante en sus vidas y corren más peligro de suicidio y dependencia al alcohol y las drogas, según indicó la investigación.
El estudio de la Universidad de Estocolmo y el Instituto Karolinska evaluó a más de 14.000 niños nacidos en Suecia en 1953 y hasta el 2003 para ver si la condición escolar en la infancia tenía relación con la morbilidad en la adultez.
"La exposición a expectativas y el acceso a los recursos que acompañan cualquier posición entre los pares tendrían un impacto a largo plazo sobre la identidad, la conducta y las ambiciones de los chicos, además de las opciones que toman", indicaron los investigadores.
"Esto, en ocasiones, afecta el desarrollo de la salud en el curso de la vida", añadió el equipo en el artículo publicado en Journal of Epidemiology and Community Health.
Para el estudio, se evaluó el grado de popularidad, poder y estatus social de los niños en sexto grado hasta cuando tenían alrededor de 13 años. La información luego se unió a datos sobre ingresos a hospitales registrados entre 1973 y el 2003.
La investigación reveló que los chicos con menor jerarquía en la escuela tenían el riesgo general más alto de padecer problemas de salud graves al ser adultos. Esto fue evidente en hombres y mujeres y no dependió de la clase social del niño.
Los niños menos populares era cuatro veces más proclives a ser hospitalizados por enfermedades hormonales, nutricionales o metabólicas, como diabetes, comparado con aquellos populares y poderosos entre sus compañeros.
Estos chicos eran además dos veces más propensos a desarrollar problemas de salud mental y conducta y mucho más proclives a la enfermedad cardíaca y al abuso de drogas y alcohol.
"El presente estudio destaca la importancia de reconocer la posición social de los niños, además de la de sus familias, para (conocer) la salud a futuro", concluyó el equipo.
Fuente: Punto Mujer.
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