domingo, 16 de noviembre de 2008
Adolfo Zaldívar y la alternativa de negociar con el PRI
“Frei tiene que venir para acá”.
Asegura que nunca se le ha pasado por la mente votar por Piñera. Le da pena Insulza y advierte que, si fuera el pánzer, hace rato habría mandado “a la cresta a Lagos”. El senador colorín dice que no se restará a una opción presidencial, pero lo hará no haciéndole el juego a nadie.
El senador Adolfo Zaldívar ya no es el mismo de hace unos años, cuando era el centro de la cúpula de la DC y estaba en la cima de la Concertación, coalición a la que ya no le encuentra sentido alguno.
Antes se le veía cómodo en ese sector, hoy asegura estarlo dentro de su nuevo sector en el que mantiene no sólo un liderazgo innegable, con una cuota de poder que otros disidentes al modelo político y económico simplemente no tienen ni tendrán, sino que se ha transformado en un caballero que parafraseando cierto libro- se ha sacado la armadura oxidada para vivir una segunda vida política a la cabeza y búsqueda de los excluidos del sistema.
Un sui generis de la política nacional que primero sorprende con zarpazos en su propia casa, y luego en vez de caer en picada se da el lujo de rejuvenecer al otro lado de la vereda y presidiendo además el Senado de la República. Es Adolfo Zaldívar, un Maquiavelo con muchas vidas.
-¿Le parece la elección del Presidente Obama un hecho sintomático de cambios en las estructuras de poder del mundo, sintomático de lo que puede pasar también en las próximas elecciones en Chile, o es un hecho aislado?
-No, no hay hechos aislados, creo que fue muy positivo, demuestra que las cosas se pueden hacer, es una esperanza, habla muy bien de la sociedad americana. Es una rebeldía contra aquellos que creen que la cosa económica está al margen de todo o por sobre todo, hubo una respuesta que dijo que no debe ser así. La otra cosa interesante es que motivó a mucha gente joven que no participaba, mientras nosotros estamos discutiendo en Chile la forma en que se debe votar.
-El nuevo sector político en el que usted participa capturó las ideas del ambientalismo y la independencia regional, ¿jugaron estas ideas en las votaciones hacia su sector?
-Cualitativamente creo que fue muy importante el tema ambiental y te lo digo porque no soy precisamente una persona que haya estado cercana a esa postura, pero me abrí a ese mundo. Yo me he abierto a muchas cosas últimamente.
-Está más flexible... ya no representa al establishment.
-Claro, bueno, los golpes ayudan, lo peor del oficialismo es la soberbia. Lagos tiene una soberbia ya como media infantil, habla como en tercera persona, habla de afuera. ¿Cómo hicieron el Transantiago, con qué respeto por la gente? Es lo peor del socialismo que tiene una planificación que no te deja espacios de libertad y lo peor del capitalismo, subsidiando a privados. Es la soberbia que tiene en todo, y no acepta competir con ningún igual. A mí me da pena por Insulza, no sé, yo lo habría mandado a la cresta hace rato.
-Y si en primarias ganara el senador Frei, ¿usted y su gente lo apoyaría?
-Tiene que venir para acá, porque igual está allá pues. Nosotros ya cruzamos eso.
-¿Usted ya se desenmarcó de todo eso?
-Pero lógico, y por eso te estoy hablando con esta tranquilidad, antes se me veía con una coraza porque traté de arreglar las cosas adentro, pero me di cuenta que eso no tiene arreglo.
-¿De ninguna manera se vuelve a alinear con su nuevo referente u otro más amplio dentro de la Concertación?
-Yo salí de ahí ya, la Concertación no tiene nada épico, no tiene nada romántico. La primera etapa con Aylwin hubo una cosa de mucha eficacia, eso hay que reconocer que fue algo bueno, pero después se quedan en eso y lo que importa es la estructura, o sea les pasa lo que pasó en el comunismo y les pasa en 20 años. Están aferrados a esa carcasa del poder. A mí me gritaron un día traidor, ¿traidor de qué? En la calle mucha gente me dice cosas muy gratas y otros me insultan.
-¿Se siente más querido por la gente?
-Me siento más tranquilo, te confieso. Me siento tranquilo y con una gran libertad de conciencia. Siento haber hecho lo que tenía que hacer. Me tocaron circunstancias donde no podía fallar y para mí no fue una elección fácil, romper con tantas cosas y gente. Siento que he sido consecuente, porque me podría haber arreglado. El tiempo coloca las cosas en su lugar. Lo importante ahora es que se levante un nuevo referente. Nos metimos en el PRI, que era un partido muy insignificante y había que inscribirlo en las regiones grandes, en dos meses. A la cabeza de este proceso estuvo Jaime Mulet y ahí fue lamentable lo que ocurre con ChilePrimero, con Schaulsohn. Dijo que estaba con Piñera y la gente para qué iba a votar por él si terminaría votando por él. No entendió lo que estábamos haciendo. Se bajó de la micro en Talca, nosotros seguimos hasta la Antártica. Ya no van a poder ignorarnos.
-¿Usted será candidato presidencial?
-Lo que Chile realmente necesita es definirnos bien, saber para dónde vamos y luego de eso ver si se puede levantar una opción.
-¿En este momento usted no es una opción presidencial?
-Por qué me voy a definir hoy, yo preferiría ayudar, como lo hicimos con el PRI, estoy comprometido a concho con esto.
-¿O prefiere guardarse un par de elecciones más?
-¿Guardarse para qué? Yo voy ayudar ahora a esto, cualquiera que sea el costo, no me voy a restar a una opción, lo quiero enfrentar, pero lo quiero enfrentar no haciéndole el juego a nadie, ese no es nuestro problema, siento que Chile está en una nueva cosa. Ahora hay que trabajar para los medianos y grandes empresarios, porque aquí el modelito lo han aplicado para los grandes grupos económicos.
-¿Con el senador Frei se siente más afín, tiene una buena relación con él?
-Yo con Eduardo siempre he tenido una buena relación, y con mucha gente. Con Eduardo nunca he tenido problemas, sí una diferencia en los dos últimos años de su Gobierno, en el tema económico, que después con Lagos se hace aún más fuerte la imposición del modelo económico. Si hay alguien que debe responder por esto es Lagos. Y cuando veo que viene Piñera, qué mejor muestra de la concentración, son como primos hermanos. Eso es lo que hay que cambiar, creo en una economía social de mercado y en una verdadera regionalización y no la de hoy que es un chiste. Qué propuesta hubo de la Concertación para Aysén. Pueden decir lo que quieran de Pinochet pero te hace el gran avance en la Carretera Austral.
-Cómo senador por Aysén ¿cuál es su visión frente al tema de las hidroeléctricas? ¿Ha leído el Estudio de Impacto Ambiental?
-El proyecto de las hidroeléctricas sobrepasa a Aysén, que es una región muy nueva, casi no tiene historia, son 100 años, está todo por hacer. En esto no me voy a pronunciar definitivamente, aunque es interesante revisar las posturas, la carta pastoral del obispo.
-Pero ¿qué le parece el proyecto finalmente?
-Yo no lo puedo aislar del país. Si tú me preguntas por energía atómica, ahí sí que te digo que no de frentón. Hay que buscar la menos contaminante y la más amigable. Yo no me apresuraría en esto. Me han entregado algunos antecedentes que a mí me preocupan, por ejemplo que en la laguna San Rafael, y todo el entorno del Baker y de Campo de Hielo podría tener un grado de alteración, eso tiene que verse. No puede llegar y tomarse una decisión que podría alterar las mayores reservas de agua en el mundo. Hay que andarse con mucho cuidado.
Por Carmen Parés / La Nación Domingo
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