Pablo Longueira salvaría a la suspendida secretaria de Estado y Carlos Bianchi aprobaría el líbelo debido a las “presiones” de La Moneda. Senador Fernando Flores está en la duda
Lo que parecía “cosa juzgada” en el Senado con los votos de la Alianza y del cuarteto independiente compuesto por Carlos Bianchi, Carlos Cantero, Fernando Flores y el timonel de la Corporación, Adolfo Zaldívar, ahora no lo es tanto.
El voto “en conciencia” y “desmarcado” de los senadores Bianchi y el Pablo Longueira (UDI) tiene a la derecha y al Gobierno literalmente “en vilo”. Otro que aparece en las últimas horas con su voto en duda, es de el ex ministro de la Unidad Popular, y senador por Arica e Iquique, Fernando Flores. El parlamentario ha señalado privadamente que esperará las presentaciones de la acusada ministra Provoste y de su abogado para decidir su voto este miércoles en la mañana.
Los fundamentos expresamente jurídicos que dio a conocer el legislador magallánico,Carlos Bianchi han forzado reuniones, almuerzos y cenas en Chile y en el extranjero entre los miembros del nuevo comité independiente para afianzar posiciones.
No obstante, Cantero ya dijo que en esta determinación “no procederán órdenes de bancada”, aunque se prevé que aprobará el líbelo presentado por sus ex colegas de la Alianza.
A su vez, Flores no ha emitido ningún comentario, pero Jorge Schaulsohn desde Chile Primero le ha dado a entender al Ejecutivo que “no se puede confiar en los independientes” en este caso y que lo óptimo sería que “renunciara la ministra”.
Además, en su reciente visita a Argentina en calidad de presidente del Senado, Zaldívar, voto perdido para el arcoiris, le aseguró a un diario trasandino que “un grupo de ex DC y ex PPD, más Chile Primero conformarán una alianza electoral” que encarne la nueva realidad que se estructuró en el Parlamento. De paso, comparó a la Concertación con la Junta Militar, coalición que “sólo busca mantener el poder”, según el legislador colorín.
“El segundo cargo de la nación no es de trinchera”, le respondió el Vocero de Gobierno, Francisco Vidal. Como para demostrar que las hostilidades van en aumento.
¿Presiones?
El lobby del Gobierno era inevitable con tal de conseguir el voto que la falta para igualar la votación en el Senado, siendo uno de los grandes objetivos convencer al sureño Carlos Bianchi, tal como el año pasado para los dineros del Transantiago.
Los ministros José Antonio Viera Gallo (Segpres) y Carlos Maldonado (Justicia) han sostenido seguidos diálogos con el legislador, que respondió molesto a lo que él llamó “entrometerse en un poder el Estado”.
“Fue una conversación transparente. Yo le expuse la postura del Gobierno de que la acusación carece de bases jurídicas y que aprobarla por motivos políticos no sólo sería una injusticia, sino que además vulneraría el espíritu de la Constitución y del régimen presidencial”, dijo Maldonado.
Fiel a su estilo, Vidal dijo que “con ese tipo de criterio, ningún senador le podría hacer ningún planteamiento al Gobierno porque yo saldría con el cutis delicado, me están presionando”.
Lo negativo de esto es que cercanos a Bianchi dicen que “si hay algo que a él le carga es que le digan lo que tiene que hacer, que le hagan la pauta. La insistencia del Gobierno podría terminar con su paciencia y aprobar la acusación”. Mejor mantener la calma gubernamental, al parecer.
Longueira, “en vos confiamos”
La Moneda se aferra al salvavidas de la Alianza llamado Pablo Longueira, el mismo que en pleno momento de crisis de corrupción en el Gobierno de Ricardo Lagos Escobar, firmó un acuerdo con el otrora Mandatario que tranquilizó las aguas en el Ejecutivo.
El senador por Santiago Oriente se marginó de la UDI para tomar su decisión en calidad de jurado, cosa que en el seno del gremialismo es tomada con misterio y nervio.
Mientras el ex timonel Jovino Novoa dice no saber el camino que tomará Longueira, la vicepresidenta Evelyn Matthei aclara que una cosa es distanciarse del partido en torno a la acusación y otra el voto favorable que en la colectividad esperan de él.
El problema es que hace rato que Longueira está distanciado de los “coroneles” Andrés Chadwick, José Antonio Coloma y Jovino Novoa, históricos que no lo apoyaron en su precandidatura presidencial apenas llegó a La Moneda Michelle Bachelet.
Si bien el tiempo cura las heridas y recientemente fue integrado a las comisiones de trabajo de la UDI, el parlamentario capitalino se siente más cercano a las salidas de libreto de Joaquín Lavín que a los dictámenes de la mesa de Hernán Larraín. El ex edil, además, fue a la sede de Gobierno y propuso una comisión pequeña y transversal para modernizar el sistema de subvenciones, precisamente el sistema que motivó la acusación constitucional contra la DC Yasna Provoste.
La propuesta tiene un carácter personal y no fue conversada con Pablo Longueira, dio a entender Lavín, pero por tratarse de dos “bacheletistas-aliancistas”, cabe la duda razonable sobre el momento de la entrega de esta iniciativa, a sólo días de una histórica votación en el Congreso.
Mientras tanto, tal como la suspendida ministra de Educación, La Moneda se encomendará a todos los santos para revertir el adverso cuadro en el Senado, pero a uno en particular, “San Pablo”.
Lo que parecía “cosa juzgada” en el Senado con los votos de la Alianza y del cuarteto independiente compuesto por Carlos Bianchi, Carlos Cantero, Fernando Flores y el timonel de la Corporación, Adolfo Zaldívar, ahora no lo es tanto.
El voto “en conciencia” y “desmarcado” de los senadores Bianchi y el Pablo Longueira (UDI) tiene a la derecha y al Gobierno literalmente “en vilo”. Otro que aparece en las últimas horas con su voto en duda, es de el ex ministro de la Unidad Popular, y senador por Arica e Iquique, Fernando Flores. El parlamentario ha señalado privadamente que esperará las presentaciones de la acusada ministra Provoste y de su abogado para decidir su voto este miércoles en la mañana.
Los fundamentos expresamente jurídicos que dio a conocer el legislador magallánico,Carlos Bianchi han forzado reuniones, almuerzos y cenas en Chile y en el extranjero entre los miembros del nuevo comité independiente para afianzar posiciones.
No obstante, Cantero ya dijo que en esta determinación “no procederán órdenes de bancada”, aunque se prevé que aprobará el líbelo presentado por sus ex colegas de la Alianza.
A su vez, Flores no ha emitido ningún comentario, pero Jorge Schaulsohn desde Chile Primero le ha dado a entender al Ejecutivo que “no se puede confiar en los independientes” en este caso y que lo óptimo sería que “renunciara la ministra”.
Además, en su reciente visita a Argentina en calidad de presidente del Senado, Zaldívar, voto perdido para el arcoiris, le aseguró a un diario trasandino que “un grupo de ex DC y ex PPD, más Chile Primero conformarán una alianza electoral” que encarne la nueva realidad que se estructuró en el Parlamento. De paso, comparó a la Concertación con la Junta Militar, coalición que “sólo busca mantener el poder”, según el legislador colorín.
“El segundo cargo de la nación no es de trinchera”, le respondió el Vocero de Gobierno, Francisco Vidal. Como para demostrar que las hostilidades van en aumento.
¿Presiones?
El lobby del Gobierno era inevitable con tal de conseguir el voto que la falta para igualar la votación en el Senado, siendo uno de los grandes objetivos convencer al sureño Carlos Bianchi, tal como el año pasado para los dineros del Transantiago.
Los ministros José Antonio Viera Gallo (Segpres) y Carlos Maldonado (Justicia) han sostenido seguidos diálogos con el legislador, que respondió molesto a lo que él llamó “entrometerse en un poder el Estado”.
“Fue una conversación transparente. Yo le expuse la postura del Gobierno de que la acusación carece de bases jurídicas y que aprobarla por motivos políticos no sólo sería una injusticia, sino que además vulneraría el espíritu de la Constitución y del régimen presidencial”, dijo Maldonado.
Fiel a su estilo, Vidal dijo que “con ese tipo de criterio, ningún senador le podría hacer ningún planteamiento al Gobierno porque yo saldría con el cutis delicado, me están presionando”.
Lo negativo de esto es que cercanos a Bianchi dicen que “si hay algo que a él le carga es que le digan lo que tiene que hacer, que le hagan la pauta. La insistencia del Gobierno podría terminar con su paciencia y aprobar la acusación”. Mejor mantener la calma gubernamental, al parecer.
Longueira, “en vos confiamos”
La Moneda se aferra al salvavidas de la Alianza llamado Pablo Longueira, el mismo que en pleno momento de crisis de corrupción en el Gobierno de Ricardo Lagos Escobar, firmó un acuerdo con el otrora Mandatario que tranquilizó las aguas en el Ejecutivo.
El senador por Santiago Oriente se marginó de la UDI para tomar su decisión en calidad de jurado, cosa que en el seno del gremialismo es tomada con misterio y nervio.
Mientras el ex timonel Jovino Novoa dice no saber el camino que tomará Longueira, la vicepresidenta Evelyn Matthei aclara que una cosa es distanciarse del partido en torno a la acusación y otra el voto favorable que en la colectividad esperan de él.
El problema es que hace rato que Longueira está distanciado de los “coroneles” Andrés Chadwick, José Antonio Coloma y Jovino Novoa, históricos que no lo apoyaron en su precandidatura presidencial apenas llegó a La Moneda Michelle Bachelet.
Si bien el tiempo cura las heridas y recientemente fue integrado a las comisiones de trabajo de la UDI, el parlamentario capitalino se siente más cercano a las salidas de libreto de Joaquín Lavín que a los dictámenes de la mesa de Hernán Larraín. El ex edil, además, fue a la sede de Gobierno y propuso una comisión pequeña y transversal para modernizar el sistema de subvenciones, precisamente el sistema que motivó la acusación constitucional contra la DC Yasna Provoste.
La propuesta tiene un carácter personal y no fue conversada con Pablo Longueira, dio a entender Lavín, pero por tratarse de dos “bacheletistas-aliancistas”, cabe la duda razonable sobre el momento de la entrega de esta iniciativa, a sólo días de una histórica votación en el Congreso.
Mientras tanto, tal como la suspendida ministra de Educación, La Moneda se encomendará a todos los santos para revertir el adverso cuadro en el Senado, pero a uno en particular, “San Pablo”.
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Fuente: Cambio21.
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