Fuerte contraofensiva de Zaldívar hacia Alvear agudiza crisis en la DC.
El senador, que espera dar una larga batalla en el TS y luego recurrir a los tribunales civiles, endureció sus cuestionamientos a la mesa de Alvear y comparó al partido con el PRI mexicano. Al llegar a Aysén sumó al gobierno en sus críticas, acusándolo de querer "comprar votos" para dar más recursos al Transantiago.
Adolfo Zaldívar optó ayer por no aceptar señales y actos de apoyo ofrecidos por diversos dirigentes y parlamentarios DC, de otros partidos de la Concertación y de la Alianza, luego de ser suspendido del partido por la directiva DC, la cual además pidió su expulsión. Prefirió trasladarse a 1.600 kilómetros de Santiago y acudir a la reconstitución del crimen de un poblador en Puyuhuapi, en la Región de Aysén, sucedido el 7 de octubre.
Antes de partir a Pudahuel, se comunicó con Hernán Bosselin, uno de sus abogados más cercanos, para definir los primeros pasos. "Ocuparemos todas las formas de lucha", dice uno de sus asesores más cercanos, precisando que primero apelarán al tribunal supremo del partido, para luego analizar la posibilidad de recurrir a los tribunales electoral, constitucional y ordinarios de justicia.
"Adolfo está amparado en el artículo 61 de la Constitución, que establece la inviolabilidad parlamentaria, eso me hace estar tranquilo", dijo ayer Bosselin, aludiendo a que éstos deben votar en conciencia y no sometiéndose a órdenes de partido.
En Pudahuel, el senador estrenó otro de los ejes de su estrategia para defenderse y acusó a la directiva de Soledad Alvear de "estar coludida con la corrupción", aludiendo a sus vínculos con los ex directivos de EFE.
El parlamentario fue más allá y comparó a la DC con el PRI mexicano, colectividad que permaneció siete décadas en el poder. "No me cabe duda que (la DC) va camino para allá. Lo que hoy sostiene (a la mesa) es el poder, el abuso, el miedo y las situaciones de privilegio. Ellos hoy se han transformado en una verdadera asociación ilícita... eso es lo que son", dijo.
Horas más tarde, el diputado y estrecho colaborador de Zaldívar, Jaime Mulet, dijo que los nueve diputados que apoyan al jefe de la disidencia no abandonarán la colectividad si el TS expulsa al senador.
Al llegar a Aysén, el senador volvió al ataque, incluyendo esta vez a La Moneda. "No puede ser que el gobierno haya pretendido comprar a los parlamentarios que representamos regiones sobre la base de entregarles migajas a las regiones", dijo.
Pese a las críticas de Zaldívar a Palacio, que optó por tomar distancia del conflicto de la DC, el ministro Belisario Velasco descartó ayer "represalias" a los colorines que desempeñan cargos de gobierno. En el gobierno, eso sí, no aceptarán que éstos se involucren en la crisis partidaria.
LO QUE VIENE
Para el lunes a las 18.30 -probablemente en la sede de la DC- quedó fijada la reunión del TS que resolverá si acoge o rechaza la solicitud de la mesa para expulsar a Zaldívar. Tomada una determinación -si es positiva a la petición de la directiva- el senador tiene cinco días para ser convocado.
El desenlace, en todo caso, es incierto pese a la mayoría alvearista del TS. A través de llamados telefónicos en las últimas horas los miembros de la instancia intercambiaron impresiones y hay dudas sobre la legalidad de la medida pedida por Alvear.
Ayer, su presidente, el ex ministro Carlos Figueroa, recibió los argumentos con que la mesa busca que se aplique la máxima sanción al senador. En el texto, se acusa a Zaldívar de encabezar una acción política junto a dirigentes y senadores de derecha para rechazar una propuesta del gobierno. Con ello se alude al documento "la gente no puede esperar más" suscrito por los senadores para fundamentar el rechazo al financiamiento del Transantiago.
Zaldívar enfrentó en agosto una sanción del Tribunal por contravenir acuerdos partidarios. En esa oportunidad fue amonestado por escrito por rechazar la inyección de fondos al plan de transporte.
.Adolfo Zaldívar optó ayer por no aceptar señales y actos de apoyo ofrecidos por diversos dirigentes y parlamentarios DC, de otros partidos de la Concertación y de la Alianza, luego de ser suspendido del partido por la directiva DC, la cual además pidió su expulsión. Prefirió trasladarse a 1.600 kilómetros de Santiago y acudir a la reconstitución del crimen de un poblador en Puyuhuapi, en la Región de Aysén, sucedido el 7 de octubre.
Antes de partir a Pudahuel, se comunicó con Hernán Bosselin, uno de sus abogados más cercanos, para definir los primeros pasos. "Ocuparemos todas las formas de lucha", dice uno de sus asesores más cercanos, precisando que primero apelarán al tribunal supremo del partido, para luego analizar la posibilidad de recurrir a los tribunales electoral, constitucional y ordinarios de justicia.
"Adolfo está amparado en el artículo 61 de la Constitución, que establece la inviolabilidad parlamentaria, eso me hace estar tranquilo", dijo ayer Bosselin, aludiendo a que éstos deben votar en conciencia y no sometiéndose a órdenes de partido.
En Pudahuel, el senador estrenó otro de los ejes de su estrategia para defenderse y acusó a la directiva de Soledad Alvear de "estar coludida con la corrupción", aludiendo a sus vínculos con los ex directivos de EFE.
El parlamentario fue más allá y comparó a la DC con el PRI mexicano, colectividad que permaneció siete décadas en el poder. "No me cabe duda que (la DC) va camino para allá. Lo que hoy sostiene (a la mesa) es el poder, el abuso, el miedo y las situaciones de privilegio. Ellos hoy se han transformado en una verdadera asociación ilícita... eso es lo que son", dijo.
Horas más tarde, el diputado y estrecho colaborador de Zaldívar, Jaime Mulet, dijo que los nueve diputados que apoyan al jefe de la disidencia no abandonarán la colectividad si el TS expulsa al senador.
Al llegar a Aysén, el senador volvió al ataque, incluyendo esta vez a La Moneda. "No puede ser que el gobierno haya pretendido comprar a los parlamentarios que representamos regiones sobre la base de entregarles migajas a las regiones", dijo.
Pese a las críticas de Zaldívar a Palacio, que optó por tomar distancia del conflicto de la DC, el ministro Belisario Velasco descartó ayer "represalias" a los colorines que desempeñan cargos de gobierno. En el gobierno, eso sí, no aceptarán que éstos se involucren en la crisis partidaria.
LO QUE VIENE
Para el lunes a las 18.30 -probablemente en la sede de la DC- quedó fijada la reunión del TS que resolverá si acoge o rechaza la solicitud de la mesa para expulsar a Zaldívar. Tomada una determinación -si es positiva a la petición de la directiva- el senador tiene cinco días para ser convocado.
El desenlace, en todo caso, es incierto pese a la mayoría alvearista del TS. A través de llamados telefónicos en las últimas horas los miembros de la instancia intercambiaron impresiones y hay dudas sobre la legalidad de la medida pedida por Alvear.
Ayer, su presidente, el ex ministro Carlos Figueroa, recibió los argumentos con que la mesa busca que se aplique la máxima sanción al senador. En el texto, se acusa a Zaldívar de encabezar una acción política junto a dirigentes y senadores de derecha para rechazar una propuesta del gobierno. Con ello se alude al documento "la gente no puede esperar más" suscrito por los senadores para fundamentar el rechazo al financiamiento del Transantiago.
Zaldívar enfrentó en agosto una sanción del Tribunal por contravenir acuerdos partidarios. En esa oportunidad fue amonestado por escrito por rechazar la inyección de fondos al plan de transporte.
Fuente: La Tercera.
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