Nuevos vicepresidentes de la Democracia Cristiana - Claudio Huepe: “Queremos que los disidentes se integren y se nos unan”. Carlos Mladinic: “Uno no se puede restar cuando te llama la presidenta de tu partido”. Los dos fueron ministros voceros
Tras la proclamación del triunfo de parte del alvearismo en la sede de Alameda 1460, dos de los nuevos directivos falangistas, los ex ministros Claudio Huepe y Carlos Mladinic, dialogaron con Cambio21.cl sobre el segundo tiempo de la DC, donde las elecciones municipales de octubre serán la prueba de fuego de una gestión que tiene a una menguada disidencia dispuesta a entregar apoyos y que, a la vez, espera ver fortalecida sus aspiraciones de superar a los socios del bloque PS-PPD-PRSD en el nombramiento de su candidato presidencial.
Ambos dirigentes estaban alejados de la política contingente. Huepe venía de la traumática renuncia al cargo de embajador de Chile en Venezuela. Tras dar a conocer a la prensa de ese país una conversación privada entre él y la presidenta Michelle Bachelet sobre la votación de Chile en el Consejo de Seguridad de la ONU en 2006, tuvo que dar un paso al costado.
De vuelta a las pistas, el ahora segundo vicepresidente DC postula que “estamos en el inicio de un desafío grande. Se vienen elecciones donde está en juego el peso político del partido, junto con la solución de temas que tienen que ver con lograr acuerdos parlamentarios para terminar como corresponde el Gobierno de Michelle Bachelet, cumplir los puntos acordados en el último Congreso Ideológico y potenciar el liderazgo de Soledad Alvear”.
A su vez, Mladinic o el “pingüino” como le dicen sus más cercanos, quien hace sólo días sufrió el incendio de su penthouse de Providencia, reconoce que Soledad Alvear lo llamó “para que organizara el trabajo programático del partido desde un punto de vista más técnico, y en ese escenario uno no se puede restar”.
Competencia sin disidentes: “La legitimidad es la misma”
“Lo ideal es que Soledad Alvear es que haya tenido competencia”, dicen en la DC.
Sin dramatizar, Claudio Huepe aclara que “es irrelevante” que no se haya inscrito ninguna lista opositora a la actual dirección. “Quienes se oponen, o sea, los disidentes no tenían ninguna posibilidad de ganar”, enfatiza, aunque asume que “pudo haber sido mejor un debate de ideas en las bases”. No obstante, “la legitimidad es la misma”, indica.
“No es ajeno a la historia de la Democracia Cristiana que una sola lista se presente en las elecciones internas. En mis 35 años de militancia lo he visto muchas veces. No será la primera vez y tampoco será la última”, comenta Carlos Mladinic, fallido candidato a diputado el 2001, quien espera que la relación con los colorines que se quedaron en la DC, más los seguidores de los díscolos Pablo Lorenzini y Gabriel Ascencio “sea distinta a la de meses atrás, donde se perdió el respeto mutuo”.
“Ojalá que se puedan discutir las diferencias sin llegar a los extremos. Pero que quede claro: uno entra voluntariamente a un partido político. Se pueden adquirir opiniones e ideas, lo cual significa una discusión posterior y un acuerdo al que llega el partido. Y eso implica quedar amarrado a ese acuerdo o dictamen. Quien no acepte estos términos, lo mejor es que sea independiente”, añade.
Huepe insiste en decir que “ellos (disidentes) también son camaradas, y como tales queremos que se integren. El trato será lo más inclusivo posible, de mano tendida y amplitud”.
Adolfo: “El cargo confiere dignidad”
Tema obligado para las nuevas autoridades falangistas es la llegada de su ex camarada Adolfo Zaldívar a la presidencia del Senado, pero apoyado por la oposición y a poco más de dos meses que lo depusieran de la DC.
Según Huepe, “como dice el viejo aforismo, el cargo confiere dignidad. Este puesto impone cierto comportamiento. Se trata del segundo poder, por lo que esperamos que lo de la expulsión y los conflictos anteriores quede en el pasado”.
“Lo lógico es que dirija de forma institucional más que de manera personal”, agrega Mladinic.
El ex ministro de Frei Ruiz-Tagle explica que “en la Alianza se juntan seguidamente RN y la UDI en su comité ejecutivo, y resulta que muchos de la UDI fueron echados de RN partiendo por Jaime Guzmán”.
A pesar de todo, el nuevo vicepresidente adjunto dice que “la opción que tomó Adolfo es legítima, pero no deja de ser llamativo que haya sido elegido con los votos de ese sector”.
Tras la proclamación del triunfo de parte del alvearismo en la sede de Alameda 1460, dos de los nuevos directivos falangistas, los ex ministros Claudio Huepe y Carlos Mladinic, dialogaron con Cambio21.cl sobre el segundo tiempo de la DC, donde las elecciones municipales de octubre serán la prueba de fuego de una gestión que tiene a una menguada disidencia dispuesta a entregar apoyos y que, a la vez, espera ver fortalecida sus aspiraciones de superar a los socios del bloque PS-PPD-PRSD en el nombramiento de su candidato presidencial.
Ambos dirigentes estaban alejados de la política contingente. Huepe venía de la traumática renuncia al cargo de embajador de Chile en Venezuela. Tras dar a conocer a la prensa de ese país una conversación privada entre él y la presidenta Michelle Bachelet sobre la votación de Chile en el Consejo de Seguridad de la ONU en 2006, tuvo que dar un paso al costado.
De vuelta a las pistas, el ahora segundo vicepresidente DC postula que “estamos en el inicio de un desafío grande. Se vienen elecciones donde está en juego el peso político del partido, junto con la solución de temas que tienen que ver con lograr acuerdos parlamentarios para terminar como corresponde el Gobierno de Michelle Bachelet, cumplir los puntos acordados en el último Congreso Ideológico y potenciar el liderazgo de Soledad Alvear”.
A su vez, Mladinic o el “pingüino” como le dicen sus más cercanos, quien hace sólo días sufrió el incendio de su penthouse de Providencia, reconoce que Soledad Alvear lo llamó “para que organizara el trabajo programático del partido desde un punto de vista más técnico, y en ese escenario uno no se puede restar”.
Competencia sin disidentes: “La legitimidad es la misma”
“Lo ideal es que Soledad Alvear es que haya tenido competencia”, dicen en la DC.
Sin dramatizar, Claudio Huepe aclara que “es irrelevante” que no se haya inscrito ninguna lista opositora a la actual dirección. “Quienes se oponen, o sea, los disidentes no tenían ninguna posibilidad de ganar”, enfatiza, aunque asume que “pudo haber sido mejor un debate de ideas en las bases”. No obstante, “la legitimidad es la misma”, indica.
“No es ajeno a la historia de la Democracia Cristiana que una sola lista se presente en las elecciones internas. En mis 35 años de militancia lo he visto muchas veces. No será la primera vez y tampoco será la última”, comenta Carlos Mladinic, fallido candidato a diputado el 2001, quien espera que la relación con los colorines que se quedaron en la DC, más los seguidores de los díscolos Pablo Lorenzini y Gabriel Ascencio “sea distinta a la de meses atrás, donde se perdió el respeto mutuo”.
“Ojalá que se puedan discutir las diferencias sin llegar a los extremos. Pero que quede claro: uno entra voluntariamente a un partido político. Se pueden adquirir opiniones e ideas, lo cual significa una discusión posterior y un acuerdo al que llega el partido. Y eso implica quedar amarrado a ese acuerdo o dictamen. Quien no acepte estos términos, lo mejor es que sea independiente”, añade.
Huepe insiste en decir que “ellos (disidentes) también son camaradas, y como tales queremos que se integren. El trato será lo más inclusivo posible, de mano tendida y amplitud”.
Adolfo: “El cargo confiere dignidad”
Tema obligado para las nuevas autoridades falangistas es la llegada de su ex camarada Adolfo Zaldívar a la presidencia del Senado, pero apoyado por la oposición y a poco más de dos meses que lo depusieran de la DC.
Según Huepe, “como dice el viejo aforismo, el cargo confiere dignidad. Este puesto impone cierto comportamiento. Se trata del segundo poder, por lo que esperamos que lo de la expulsión y los conflictos anteriores quede en el pasado”.
“Lo lógico es que dirija de forma institucional más que de manera personal”, agrega Mladinic.
El ex ministro de Frei Ruiz-Tagle explica que “en la Alianza se juntan seguidamente RN y la UDI en su comité ejecutivo, y resulta que muchos de la UDI fueron echados de RN partiendo por Jaime Guzmán”.
A pesar de todo, el nuevo vicepresidente adjunto dice que “la opción que tomó Adolfo es legítima, pero no deja de ser llamativo que haya sido elegido con los votos de ese sector”.
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Fuente: Cambio 21.
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