Antes que todo, mis respetos y solidaridad a los 25 nuevos camaradas que han renunciado a nuestro partido (Todos Dirigentes DC), por el solo hecho de haber sido parte de una Democracia Cristiana, con principios y valores.
Renuncia, que no disminuye para nada su dedicacion partidaria de años, mis respetos a Uds., y sus familias.
CAMARADA SOLEDAD ALVEAR, LA CALIDAD EMPIEZA POR CASA.
“La Democracia Cristiana, es un movimiento de ideales que postula una visión del hombre, la sociedad y el mundo basada en el Humanismo Cristiano”.
El flagelo de la corrupción destruye los fundamentos de los regímenes políticos democráticos. Hay antiguas y nuevas modalidades de corrupción: cohecho, nepotismo, favoritismo, clientelismo, por citar algunos.
Los partidos en el actual funcionamiento de los regímenes democráticos son irremplazables.
Los poderes ocultos o visibles del corporativismo y la tecnocracia, nunca pueden efectuar la tarea de mediación política de los partidos con transparencia y lealtad democráticas.
Con todos los recaudos señalados, debe insistirse que los partidos son el espejo democrático de cada sociedad.
La calidad democrática, se mide por la calidad del sistema de partidos. Un civismo, fundado en una ética política consecuente, muestra sus exigencias en el reclutamiento y selección de los dirigentes, en las modalidades de adopción de decisiones internas, en la forma en que se práctica la amistad cívica con los otros partidos tanto los próximos como los lejanos. En suma, solo la calidad ética de la convivencia política interna de los partidos puede prestigiar la vida política a los ojos de los ciudadanos que observan su quehacer cotidiano.
Esta obra de inicios, por tanto, habrá de ser entendida como una invitación abierta y franca, para compartir fraternalmente una misma visión del hombre, la sociedad y el mundo que nos rodea, teniendo como destino final una nueva forma de organización humana, La Comunidad de Hombres Libres, basada en los ideales y aspiraciones de varias generaciones que se identifican a sí mismas como demócratas cristianos.
En función del bien común, pretende construir un mejor orden de las relaciones en sociedad, entre los propios hombres y entre éstos y el entorno que les rodea. Este nuevo orden, se construye sobre la base de algunas inspiraciones fundamentales que dan cuenta de una determinada concepción del hombre y su situación histórica, que ha considerado en sus principios el mensaje evangélico cristiano.
El flagelo de la corrupción destruye los fundamentos de los regímenes políticos democráticos. Hay antiguas y nuevas modalidades de corrupción: cohecho, nepotismo, favoritismo, clientelismo, por citar algunos.
Los partidos en el actual funcionamiento de los regímenes democráticos son irremplazables.
Los poderes ocultos o visibles del corporativismo y la tecnocracia, nunca pueden efectuar la tarea de mediación política de los partidos con transparencia y lealtad democráticas.
Con todos los recaudos señalados, debe insistirse que los partidos son el espejo democrático de cada sociedad.
La calidad democrática, se mide por la calidad del sistema de partidos. Un civismo, fundado en una ética política consecuente, muestra sus exigencias en el reclutamiento y selección de los dirigentes, en las modalidades de adopción de decisiones internas, en la forma en que se práctica la amistad cívica con los otros partidos tanto los próximos como los lejanos. En suma, solo la calidad ética de la convivencia política interna de los partidos puede prestigiar la vida política a los ojos de los ciudadanos que observan su quehacer cotidiano.
Esta obra de inicios, por tanto, habrá de ser entendida como una invitación abierta y franca, para compartir fraternalmente una misma visión del hombre, la sociedad y el mundo que nos rodea, teniendo como destino final una nueva forma de organización humana, La Comunidad de Hombres Libres, basada en los ideales y aspiraciones de varias generaciones que se identifican a sí mismas como demócratas cristianos.
En función del bien común, pretende construir un mejor orden de las relaciones en sociedad, entre los propios hombres y entre éstos y el entorno que les rodea. Este nuevo orden, se construye sobre la base de algunas inspiraciones fundamentales que dan cuenta de una determinada concepción del hombre y su situación histórica, que ha considerado en sus principios el mensaje evangélico cristiano.
Finalmente, soy y seguire siendo partidario de una MESA DE CONSENSO, pero sin que Ud., sea su presidenta. No obstante, su opcion Presidencial es su legitimo derecho, en tanto su opcion como Presidenta Nacional nuevamente de la DC, no lo encuentro eticamente y dignamente recomendable, por todos los acontecimientos acaecidos.
Carlos Saavedra Martinez
Militante y Dirigente DC
Antofagasta.
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