miércoles, 5 de diciembre de 2007

La Democracia Cristiana que queremos.

Estoy bastante preocupado, como joven DC, lo que esta ocurriendo, como los valores y principios que me hicieron entrar al partido ya no se están respetando. Atrás quedó la lucha por la clase media, por las PYMES y por los valores cristianos.

Recordando una frase célebre que dijo Radomiro Tómic, “Nadie es más grande que el partido.”, que se ha mal usado por la Sra. Soledad Alvear tras solicitar la renuncia a Adolfo Zaldivar.
El primer principio de la DC, es su pensamiento personalista (según el ABC de la Democracia Cristiana), donde lo primero es la dignidad de la persona, por sobretodo, luego tenemos el comunitarismo, basado en la igualdad para todos, en busca del bien común, tenemos el solidarismo y el pluralismo de visiones, cosas que ya no existen en nuestro partido.

Nada puede ser más grande que los valores y principios del partido, no es posible que un partido con valores humanista cristiano, permita un experimento social con el Transantiago, que lo único que causa es pérdida al gobierno, no es capaz de generar una solución real, solo soluciones parches.

Vemos en Chile, una alianza y una concertación cada vez más lejos del pueblo, con diferencias mínimas, todos los dirigentes con el mismo discurso que desencanta a la juventud. A los mismos socialistas acomodados, asumidos en un modelo económico de derecha.

Nuestra Democracia Cristiana por otro lado no cambia mucho, intentándose mimetizar con un gobierno que no ha hecho las cosas bien, cambiando los acuerdos del congreso ideológico como el Lucro a la Educación para firmar un acuerdo con el gobierno.

NUESTRA MESA NACIONAL NO LE IMPORTÓ LO QUE 1.800 CAMARADAS DIJIERON EN EL CONGRESO IDEOLÓGICO, para firmar un acuerdo con la derecha, dio vuelta la opinión de todos nuestros camaradas apoyando el lucro a la educación, ¿Esa es la Democracia Cristiana que queremos?

O sea, por un lado se es un ángel cuando se hacen los acuerdos con la derecha, y cuando se votan proyectos que le hacen mal a la comunidad, en contra los intereses de la gente se es un demonio.

Recuerden camaradas, la democracia cristiana es un partido de centro, a nuestro partido lo llevan en el último vagón del tren a una alianza política donde para mantener el poder, hay que dejar de ser lo que somos.

No olvidar que nuestros diputados y senadores que tienen respaldo ciudadano, fueron elegido por la gente, aunque se milite en un partido también se les debe lealtad y respeto a toda la gente que confía en la Democracia Cristiana.

Es una pena que nuestra mesa nacional opte por solicitar la salida de un senador, en forma autoritaria y simplista cuando el sentido histórico de la concertación, era el pluralismo, democracia y los debates que esto generaba.

Ojala que la mesa nacional de nuestro partido, tenga esta misma mano dura e implacable con aquellas personas que han tenido algún grado de participación en actos ilícitos, irregularidades o corrupción, donde vemos una mano mano débil y tolerante.

Sin duda que estas medidas fueron tomadas, porque alguien se atrevió a levantar la voz y luchar por los cinco millones de chilenos que se humillan a diario en el transantiago, por querer cambiar el modelo económico y jugársela por la Clase Media y las PYMES, luchar por el reajuste a los empleados públicos, en un país lleno de recursos.

Lamentablemente nuestro partido se ha alejado de la gente, hoy en día se olvidó de sus valores y principios. Ustedes saben que clase de político queremos para nuestro partido. “Por favor, NO TE CALLES”.
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Rodrigo Antilef Giacaman
Secretario Comunal JDC Antofagasta

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