Senador Walker: "Es un llamado de atención para nosotros que queremos dar lecciones de democracia".
En Chile, nuevamente se abre la discusión luego que el gobierno de Piñera impusiera requisitos adicionales para que los chilenos puedan votar en el extranjero. El proyecto de ley establece que podrían votar los que hubiesen venido al país durante los últimos ocho años y por cinco meses continuos o discontinuos.
"Llamado de atención para Chile" calificó el senador y presidente de la Democracia Cristiana (DC) Ignacio Walker, el proceso eleccionario presidencial en Perú, destacando el voto en el extranjero de los emigrantes peruanos.
"Constatamos con emoción cómo los peruanos que viven en Chile pudieron votar fuera del Perú. Ese es un llamado de atención para nosotros que a veces queremos dar lecciones de democracia y no permitimos que el chileno en el exterior pueda votar", dijo el senador Walker.
Alrededor de 62 mil ciudadanos peruanos residentes en Chile, cumplieron en absoluta normalidad con el deber cívico de emitir su voto para las elecciones presidenciales y parlamentarias de Perú.
Los peruanos residentes en el extranjero votan desde hace más de un cuarto de siglo, cuando otros países de la región lo hacen recién los últimos años, como el caso de Bolivia. En tanto en Chile, nuevamente se abre la discusión, luego que el gobierno de Piñera impusiera requisitos adicionales para que los chilenos puedan votar en el extranjero.
La reforma del gobierno al proyecto de ley establece que podrían votar los chilenos que hubiesen venido al país durante los últimos ocho años y por cinco meses continuos o discontinuos.
"Nosotros no queremos vínculos porque consideramos que es una medida arbitraria, la idea es ampliar la democracia y dar esa facultad porque es un derecho, son chilenos igual que todos nosotros.", dijo la senadora Isabel Allende.
Con relación al proceso eleccionario de los peruanos en Chile, la senadora en conversación con Cambio 21 dijo que "es la mejor demostración de que pueden votar miles de personas en el mayor orden, sin ningún trastorno, sin ningún reclamo, y sin ninguna condición."
Ante la propuesta del gobierno, la senadora aclaró que "no sé entender porque el gobierno está obsesionado con el vínculo cuando es una discriminación y no tiene mucha justificación en América latina". Asimismo reiteró que "aquí la Constitución dice que tiene derecho a voto todo mayor de 18 años mientras no haya sido condenado a una pena aflictiva, (sobre tres años y un día) y por lo tanto no entendemos la postura del gobierno y por eso apelamos al Tribunal Constitucional".
Del mismo modo, reaccionó el diputado PPD Tucapel Jiménez, al ver la participación de los peruanos que residen en Chile, ante lo que llamó a seguir el ejemplo.
"La democracia peruana nos ha dado un ejemplo con el voto sin condiciones de todas y todos los peruanos en el exterior, esto nos debe servir de lección, para de una vez por todas dar derecho a sufragio a los chilenos que viven en el extranjero.", dijo Jiménez.
En este contexto el legislador emplazó al gobierno de Piñera a dar pie atrás y eliminar las condiciones que quieren imponer a los chilenos que viven en el extranjero para ejercer su derecho a sufragio. "La única condición para votar, es ser chileno, tal como lo dice la Constitución de la República", agregando que "pretender poner condiciones es caer en la pequeñez del cálculo político."
Los peruanos en el extranjero representan cerca del 5% del padrón electoral, por lo que son importantes en la definición presidencial, explicó Jiménez, recalcando que "a diferencia de Chile, nunca se ha puesto en duda sus derechos, como ocurre en nuestro país."
Según datos del INE, sólo el 12% de quienes viven fuera de nuestras fronteras lo hacen por motivos políticos, un 31% tiene razones familiares, un 40% justificaciones económicas y un 3% por estudios, por lo que el temor de la derecha, no se justificaría, según opinó sobre el tema la senadora Soledad Alvear.
Fuente: Cambio21.
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martes, 12 de abril de 2011
PERU: Elecciones peruanas: ¿estamos ante el peor escenario?
El vaticinio de Mario Vargas Llosa se cumplió y según su predicción los peruanos en la segunda vuelta tendrán que elegir entre el cáncer y el sida o el sida y el cáncer (que cada cual etiquete a los candidatos que pasaron a la segunda vuelta prefiera). La urgencia informativa, la volatilidad del electorado y las encuestas que iban cambiando según pasaban las semanas dieron plena validez al aserto. Sin embargo, cumplida ya la primera vuelta y a la espera de la segunda valdría la pena reflexionar ante la naturaleza de la situación en la que nos encontramos, intentando desdramatizarla en la medida de lo posible.
No me convertiré en defensor de los populismos, tanto da si son de izquierdas o de derechas, ya que en todos los casos son nocivos para la democracia. El cuento de Laclau sobre la movilización de las masas y las formas transgresoras de hacer política se lo dejo para narrar las experiencias kirchneristas o las bolivarianas que tanto le gustan. Sin embargo, enfrentados ante lo inevitable convendría hacerse unas cuantas preguntas, comenzando por la de intentar explicar por qué el pueblo peruano votó como votó y quiénes son los responsables de que lo haya hecho de una manera y no de otra y en las respuestas hay que incluir, sin duda, a las elites políticas, pero también a las económicas.
Es verdad que Perú ha crecido de una forma fantástica en los últimos años y que los sectores medios se nutrieron de numerosos grupos sociales otrora mucho más desfavorecidos. Basta dar un paseo por Lima o por las principales ciudades del país para darse cuenta de ello. Pese a todo, son muchos más los que no han salido de la postración y quienes, en épocas de vacas gordas, reclaman su parte del pastel. El sistema político peruano, y sus antiguos partidos, ha sido laminado y la imagen que la opinión pública tiene de sus políticos y de las principales instituciones republicanas (parlamento, justicia, partidos políticos) es cuanto menos lamentable. Sólo la presidencia se salva algo y eso, en buena cuenta, por el carácter mesiánico que se le suele atribuir a la primera magistratura, todavía vista como todopoderosa, y el sentir caudillista existente en ésta y otras tantas sociedades del vecindario.
Para colmo de males esta imagen negativa se vio reflejada en una campaña para olvidar y que no figurará en los casos de estudio de ningún gurú de la materia. La única y rescatable excepción, que explica en buena medida lo ocurrido, fue la campaña de Ollanta Humala, de lejos la mejor desde la perspectiva de la mercadotecnia electoral. Los asesores enviados por Lula le permitieron al dirigente “nacionalista de izquierdas” como lo llaman algunos, o populista a secas, como lo denominan otros, elaborar un discurso coherente y bien trabado, eso sí desde la perspectiva de sus propias reivindicaciones e intereses. Al mismo tiempo Humala fue el candidato que, al menos públicamente, más gastó en la campaña y eso también se reflejó en el apoyo popular conquistado.
Otro asunto muy distinto es el de Keiko Fujimori, la única exenta de las constantes subidas y bajadas de las encuestas. Ella se mantuvo siempre firme en torno al 20%, un piso demasiado sólido como para situarla en la segunda vuelta. Es evidente que todavía son muchos los peruanos que, por distintos motivos, viven con añoranza el gobierno de su padre. En ella también han funcionado los elementos mesiánicos y caudillistas presentes en el triunfador de la primera vuelta. Por el contrario, el resto de los contrincantes se subió desde el principio al tiovivo de la mediocridad y en toda la campaña no se apeó de allí. Quizá Pedro Pablo Kuczynski fue la principal excepción, pero su arranque fue demasiado tardío como para arañar esos poco más de 600.000 votos que hubiera necesitado para pasar a la segunda vuelta. Es obvio que la dispersión del voto de los sectores medios urbanos poco lo ayudó.
Si bien no es éste el momento para realizar un sesudo análisis acerca de las motivaciones del fracaso de los candidatos más “tradicionales”, sería oportuno que quienes se han beneficiado del crecimiento de los últimos años tomen buena nota de este resultado, ya que en función de lo que ocurra en la segunda vuelta la deriva puede seguir un camino o el contrario, aunque también podría suceder que no asistamos a cambios dramáticos, lo que sin duda sería la mejor noticia que uno podría recibir.
Según algunas encuestas la igualdad entre Humala y Fujimori frente a la segunda vuelta es, de momento, muy estrecha. La pregunta del millón es cómo votarán en ella los peruanos. Y aquí estamos lejos del típico interrogatorio formulado a los niños pequeños de si quieren más a papá o a mamá. En esta oportunidad habría que cambiar los términos de la cuestión por a quien rechazas menos o a quien temes menos. En este sentido, el voto del miedo y la desconfianza serán los elementos condicionantes del próximo resultado electoral.
Gane quien gane tendrá que hacer generosas promesas para atraer los numerosos electores que le faltan. Humala necesita un 20% más de votos, y Fujimori casi un 28%. Son cifras impresionantes. Si a esto le sumamos la velocidad de crucero alcanzado por la economía peruana, el margen para experimentos populistas es reducido, lo cual no significa que la irracionalidad termine imponiéndose una vez más en América Latina. Pero los esfuerzos de Humala por acercarse a Lula en vez de a Chávez, o los desvelos de Fujimori por recordar sus raíces democráticas están ahí. Cualquier cosa puede pasar en la segunda vuelta y, más importante, cualquier cosa puede pasar después. Lo deseable sería que el triunfador sea capaz de mantener la senda de crecimiento actual restableciendo la confianza popular en la democracia y sus instituciones. De momento eso sólo son buenas palabras y habrá que seguir con atención todo lo que ocurra en Perú.
Por Carlos Malamud – Análisis – Información y Análisis América Latina.
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No me convertiré en defensor de los populismos, tanto da si son de izquierdas o de derechas, ya que en todos los casos son nocivos para la democracia. El cuento de Laclau sobre la movilización de las masas y las formas transgresoras de hacer política se lo dejo para narrar las experiencias kirchneristas o las bolivarianas que tanto le gustan. Sin embargo, enfrentados ante lo inevitable convendría hacerse unas cuantas preguntas, comenzando por la de intentar explicar por qué el pueblo peruano votó como votó y quiénes son los responsables de que lo haya hecho de una manera y no de otra y en las respuestas hay que incluir, sin duda, a las elites políticas, pero también a las económicas.
Es verdad que Perú ha crecido de una forma fantástica en los últimos años y que los sectores medios se nutrieron de numerosos grupos sociales otrora mucho más desfavorecidos. Basta dar un paseo por Lima o por las principales ciudades del país para darse cuenta de ello. Pese a todo, son muchos más los que no han salido de la postración y quienes, en épocas de vacas gordas, reclaman su parte del pastel. El sistema político peruano, y sus antiguos partidos, ha sido laminado y la imagen que la opinión pública tiene de sus políticos y de las principales instituciones republicanas (parlamento, justicia, partidos políticos) es cuanto menos lamentable. Sólo la presidencia se salva algo y eso, en buena cuenta, por el carácter mesiánico que se le suele atribuir a la primera magistratura, todavía vista como todopoderosa, y el sentir caudillista existente en ésta y otras tantas sociedades del vecindario.
Para colmo de males esta imagen negativa se vio reflejada en una campaña para olvidar y que no figurará en los casos de estudio de ningún gurú de la materia. La única y rescatable excepción, que explica en buena medida lo ocurrido, fue la campaña de Ollanta Humala, de lejos la mejor desde la perspectiva de la mercadotecnia electoral. Los asesores enviados por Lula le permitieron al dirigente “nacionalista de izquierdas” como lo llaman algunos, o populista a secas, como lo denominan otros, elaborar un discurso coherente y bien trabado, eso sí desde la perspectiva de sus propias reivindicaciones e intereses. Al mismo tiempo Humala fue el candidato que, al menos públicamente, más gastó en la campaña y eso también se reflejó en el apoyo popular conquistado.
Otro asunto muy distinto es el de Keiko Fujimori, la única exenta de las constantes subidas y bajadas de las encuestas. Ella se mantuvo siempre firme en torno al 20%, un piso demasiado sólido como para situarla en la segunda vuelta. Es evidente que todavía son muchos los peruanos que, por distintos motivos, viven con añoranza el gobierno de su padre. En ella también han funcionado los elementos mesiánicos y caudillistas presentes en el triunfador de la primera vuelta. Por el contrario, el resto de los contrincantes se subió desde el principio al tiovivo de la mediocridad y en toda la campaña no se apeó de allí. Quizá Pedro Pablo Kuczynski fue la principal excepción, pero su arranque fue demasiado tardío como para arañar esos poco más de 600.000 votos que hubiera necesitado para pasar a la segunda vuelta. Es obvio que la dispersión del voto de los sectores medios urbanos poco lo ayudó.
Si bien no es éste el momento para realizar un sesudo análisis acerca de las motivaciones del fracaso de los candidatos más “tradicionales”, sería oportuno que quienes se han beneficiado del crecimiento de los últimos años tomen buena nota de este resultado, ya que en función de lo que ocurra en la segunda vuelta la deriva puede seguir un camino o el contrario, aunque también podría suceder que no asistamos a cambios dramáticos, lo que sin duda sería la mejor noticia que uno podría recibir.
Según algunas encuestas la igualdad entre Humala y Fujimori frente a la segunda vuelta es, de momento, muy estrecha. La pregunta del millón es cómo votarán en ella los peruanos. Y aquí estamos lejos del típico interrogatorio formulado a los niños pequeños de si quieren más a papá o a mamá. En esta oportunidad habría que cambiar los términos de la cuestión por a quien rechazas menos o a quien temes menos. En este sentido, el voto del miedo y la desconfianza serán los elementos condicionantes del próximo resultado electoral.
Gane quien gane tendrá que hacer generosas promesas para atraer los numerosos electores que le faltan. Humala necesita un 20% más de votos, y Fujimori casi un 28%. Son cifras impresionantes. Si a esto le sumamos la velocidad de crucero alcanzado por la economía peruana, el margen para experimentos populistas es reducido, lo cual no significa que la irracionalidad termine imponiéndose una vez más en América Latina. Pero los esfuerzos de Humala por acercarse a Lula en vez de a Chávez, o los desvelos de Fujimori por recordar sus raíces democráticas están ahí. Cualquier cosa puede pasar en la segunda vuelta y, más importante, cualquier cosa puede pasar después. Lo deseable sería que el triunfador sea capaz de mantener la senda de crecimiento actual restableciendo la confianza popular en la democracia y sus instituciones. De momento eso sólo son buenas palabras y habrá que seguir con atención todo lo que ocurra en Perú.
Por Carlos Malamud – Análisis – Información y Análisis América Latina.
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VENEZUELA: Violencia desencadena éxodo venezolano.
A simple vista, Luisalva Morales no da la impresión de ser una amenaza para nadie.
De voz dulce y trato educado, la economista y profesora universitaria de 52 años se expresa con un urbanismo que contrasta con la hostilidad que impera en la sociedad venezolana desde que el Socialismo del Siglo XXI polarizó al país.
Y sin embargo, Morales cuenta que fue catalogada como enemiga de la revolución que adelanta el presidente Hugo Chávez y el acoso emprendido contra ella no le dejó más remedio que abandonar todo lo que había acumulado en una vida de esfuerzos para llegar a llegar a Estados Unidos sin nada.
¿Su crimen? Decirle a quien le quisiera escuchar que en Venezuela se había perdido la democracia.
“Ellos lo que querían era que me callara la boca, que dejara de decir que Chávez era un dictador”, relató Morales. “Lo decía en la universidad. Allá, lo decía en mi casa, lo decía en la calle, donde podía, donde se presentaba la oportunidad”.
Ahora sólo puede decirlo en Miami.
Morales, junto con su esposo e hijos, decidió abandonar el país a finales del 2009, después del asesinato de su hermano y el inicio de una serie de llamadas anónimas advirtiéndole que había llegado su turno.
Como Morales, son miles los venezolanos que se han visto obligados a salir del país, perseguidos –según ellos—por grupos violentos allegados al gobierno que han emprendido la tarea de controlar las calles e infiltrar las urbanizaciones, y amedrentar a quienes se atreven a alzar su voz abiertamente contra el gobierno.
En Estados Unidos, el número de personas que escapa de Venezuela ha crecido ininterrumpidamente desde que Chávez llegó al poder en 1999, aunque en general al venezolano no le gusta emigrar.
Las residencias legales que las autoridades estadounidenses concedieron a los venezolanos a lo largo de la década de los ochenta apenas superaban las 20,000. En la última década el número se acercaba a las 100,000.
Los números del Departamento de Justicia también señalan que el venezolano no solicitaba asilo político. En el año 2000, Estados Unidos sólo recibió 47 solicitudes de este tipo por parte de ciudadanos del país sudamericano. Para el 2006, el número se había disparado a más de 1,000.
Pero el éxodo de inmigrantes hacia Estados Unidos es mucho mayor y algunos cálculos colocan el número de venezolanos viviendo ilegalmente en el país en decenas de miles.
En Miami, los venezolanos huyendo de Chávez han llegado a tal magnitud que han comenzado a ejercer cierta influencia y las autoridades locales han comenzando a honrar sus aportes.
El alcalde de la ciudad de Miami, Tomás Regalado, tiene previsto designar el 13 de abril como el Día del Exiliado Venezolano, en una ceremonia organizada para reconocer circunstancias especiales que están obligando a los ciudadanos del país petrolero a emigrar, tal como lo hizo la ciudad de Doral el año pasado.
La selección de ese día no es casual, comentó José Colina, presidente de la Organización de Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex), que organiza el evento y donde participarán otros grupos opositores venezolanos el miércoles a las 2 p.m. en la sede de la Alcaldía de Miami.
Ese día marca el retorno del mandatario venezolano al poder después de ser derrocado brevemente en el 2002 y el inicio de “un éxodo masivo de venezolanos en el exterior porque el gobierno de Chávez emprendió una persecución atroz contra todos aquellos que tenían una ideología distinta a la del gobierno”, señaló Colina.
Uno de ellos es Janette González.
La ejecutiva de una compañía de tecnología había participado en varias de las multitudinarias marchas en la antesala de los eventos de abril del 2002, en las que los manifestantes recibieron golpes y maltratos de integrantes de los denominados Círculos Bolivarianos.
Pero fue a la semana de que Chávez regresó al poder cuando ella y su familia se convirtieron en blanco específico de los milicianos.
“A la semana del regreso de Chávez, ellos se organizaron y comenzó la persecución para todo el mundo”, relató González. “Ellos sabían quiénes éramos y tenías que salir con un ojo en la nuca. Tenías que ir un día por un sitio y otro día por otro”.
Según González, la persecución emprendida en su contra, fue realizada por individuos adscritos a la Alcaldía de Guatire, cuidad ubicada al este de Caracas, quienes habían recibido instrucciones de defender la revolución con las armas.
Muchos de ellos se desplazaban por la zona en motos, desde las que abrían fuego hacia presuntos blancos. Las víctimas quedaban registradas en las estadísticas del hampa, comentó.
En una ocasión, González fue víctima de una emboscada, cuando el auto en el que se desplazaba junto con un compañero de trabajo fue interceptado por un grupo de motorizados que esperaban en un tramo oscuro de la vía. Al pasar por allí comenzaron a perseguir el vehículo y a abrir fuego contra él.
Aterrados, González y su acompañante se dirigieron apresuradamente hasta una caseta policial, punto en el que los hombres armados se devolvieron.
En otra ocasión, los motorizados fueron hasta la casa de González y efectuaron disparos contra ella, mientras sus hijos jugaban afuera. La persecución se extendió por un periodo de varios meses hasta que la familia decidió irse.
“Me enfermé con todo estos problemas, desarrollé un problema de tensión alta, me dio una aneurisma en un brazo, fue mucha presión. Fue una cuestión en que no aguantamos más y tuvimos que salir”, comentó González.
Salir significaba dejar atrás una cómoda vida. González ganaba un salario anual equivalente a los $50,000. Su esposo tenía su propia empresa. Tenían casa propia, autos y viajaban tres veces al año.
“Teníamos una vida establecida y tuvimos que dejarlo absolutamente todo para venir acá con tres maletas”, comentó.
El capitán de la marina mercante Simón Marval, también se vio obligado a huir.
Marval, quien en su tiempo libre realizaba labores de proselitismo para la oposición, fue víctima de un atentado. Se desplazaba por auto desde Caracas hacia la ciudad costera de La Guaira, cuando el auto fue interceptado por dos hombres que viajaban en moto y abrieron fuego contra él.
El capitán y otro oficial que le acompañaba resultaron ilesos pese a que el auto fue impactado tres veces, pero Marval se llevó una sorpresa al llegar a La Guaira.
“Cuando fui a poner la denuncia de los disparos, un policía me llama y me dice que las por las características de lo que estaba hablando, los agresores eran policías. ‘Mejor que te vayas, me dijeron, son chavistas’ ”, relató Marval.
El acoso continuó a lo largo de los próximos años, en la medida en que el capitán continuaba realizando labores de proselitismo, vinculadas con el partido Alianza a un Bravo Pueblo, que encabeza el dirigente Antonio Ledezma.
Ese trabajo le llevaba a reunirse con habitantes de los barrios pobres para explicarles las contradicciones del proceso político adelantado por Chávez, actividad que era muy mal vista por adeptos del gobierno.
En otra ocasión, Marval fue interceptado en un estacionamiento por un grupo cuyos miembros dijeron ser jóvenes chavistas y quienes le esperaban donde había estacionado su auto. Le dieron una paliza y mientra el capitán yacía tendido en el suelo, uno de ellos se le acercó y le dijo: “Esto es para que sigas trabajando en contra del comandante”.
Los incidentes más bien le dieron fuerza para continuar, comentó Marval, quien pese a saber los riesgos estaba convencido de que sin este tipo de actividad Chávez se prolongaría en el poder.
Pero la situación cambió cuando regresó al país después de pasar más de un año capitaneando un barco para una naviera alemana. Fue en enero del 2010 y a los dos días de llegar, recibió una llamada en la que alguien le dijo: “Ya viniste y ya te vas. Si quieres seguir vivo, lo mejor es que te vayas”.
La llamada fue el punto de quiebre para la familia del capitán, cuya esposa e hijos se vieron obligados a recibir posteriormente asistencia psicológica.
“A los diez días [de la llamada], estaba aquí en Estados Unidos, sin saber exactamente qué iba a hacer”, comentó.
Fuente: El Nuevo Heraldo - ANTONIO MARIA DELGADO.
De voz dulce y trato educado, la economista y profesora universitaria de 52 años se expresa con un urbanismo que contrasta con la hostilidad que impera en la sociedad venezolana desde que el Socialismo del Siglo XXI polarizó al país.
Y sin embargo, Morales cuenta que fue catalogada como enemiga de la revolución que adelanta el presidente Hugo Chávez y el acoso emprendido contra ella no le dejó más remedio que abandonar todo lo que había acumulado en una vida de esfuerzos para llegar a llegar a Estados Unidos sin nada.
¿Su crimen? Decirle a quien le quisiera escuchar que en Venezuela se había perdido la democracia.
“Ellos lo que querían era que me callara la boca, que dejara de decir que Chávez era un dictador”, relató Morales. “Lo decía en la universidad. Allá, lo decía en mi casa, lo decía en la calle, donde podía, donde se presentaba la oportunidad”.
Ahora sólo puede decirlo en Miami.
Morales, junto con su esposo e hijos, decidió abandonar el país a finales del 2009, después del asesinato de su hermano y el inicio de una serie de llamadas anónimas advirtiéndole que había llegado su turno.
Como Morales, son miles los venezolanos que se han visto obligados a salir del país, perseguidos –según ellos—por grupos violentos allegados al gobierno que han emprendido la tarea de controlar las calles e infiltrar las urbanizaciones, y amedrentar a quienes se atreven a alzar su voz abiertamente contra el gobierno.
En Estados Unidos, el número de personas que escapa de Venezuela ha crecido ininterrumpidamente desde que Chávez llegó al poder en 1999, aunque en general al venezolano no le gusta emigrar.
Las residencias legales que las autoridades estadounidenses concedieron a los venezolanos a lo largo de la década de los ochenta apenas superaban las 20,000. En la última década el número se acercaba a las 100,000.
Los números del Departamento de Justicia también señalan que el venezolano no solicitaba asilo político. En el año 2000, Estados Unidos sólo recibió 47 solicitudes de este tipo por parte de ciudadanos del país sudamericano. Para el 2006, el número se había disparado a más de 1,000.
Pero el éxodo de inmigrantes hacia Estados Unidos es mucho mayor y algunos cálculos colocan el número de venezolanos viviendo ilegalmente en el país en decenas de miles.
En Miami, los venezolanos huyendo de Chávez han llegado a tal magnitud que han comenzado a ejercer cierta influencia y las autoridades locales han comenzando a honrar sus aportes.
El alcalde de la ciudad de Miami, Tomás Regalado, tiene previsto designar el 13 de abril como el Día del Exiliado Venezolano, en una ceremonia organizada para reconocer circunstancias especiales que están obligando a los ciudadanos del país petrolero a emigrar, tal como lo hizo la ciudad de Doral el año pasado.
La selección de ese día no es casual, comentó José Colina, presidente de la Organización de Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex), que organiza el evento y donde participarán otros grupos opositores venezolanos el miércoles a las 2 p.m. en la sede de la Alcaldía de Miami.
Ese día marca el retorno del mandatario venezolano al poder después de ser derrocado brevemente en el 2002 y el inicio de “un éxodo masivo de venezolanos en el exterior porque el gobierno de Chávez emprendió una persecución atroz contra todos aquellos que tenían una ideología distinta a la del gobierno”, señaló Colina.
Uno de ellos es Janette González.
La ejecutiva de una compañía de tecnología había participado en varias de las multitudinarias marchas en la antesala de los eventos de abril del 2002, en las que los manifestantes recibieron golpes y maltratos de integrantes de los denominados Círculos Bolivarianos.
Pero fue a la semana de que Chávez regresó al poder cuando ella y su familia se convirtieron en blanco específico de los milicianos.
“A la semana del regreso de Chávez, ellos se organizaron y comenzó la persecución para todo el mundo”, relató González. “Ellos sabían quiénes éramos y tenías que salir con un ojo en la nuca. Tenías que ir un día por un sitio y otro día por otro”.
Según González, la persecución emprendida en su contra, fue realizada por individuos adscritos a la Alcaldía de Guatire, cuidad ubicada al este de Caracas, quienes habían recibido instrucciones de defender la revolución con las armas.
Muchos de ellos se desplazaban por la zona en motos, desde las que abrían fuego hacia presuntos blancos. Las víctimas quedaban registradas en las estadísticas del hampa, comentó.
En una ocasión, González fue víctima de una emboscada, cuando el auto en el que se desplazaba junto con un compañero de trabajo fue interceptado por un grupo de motorizados que esperaban en un tramo oscuro de la vía. Al pasar por allí comenzaron a perseguir el vehículo y a abrir fuego contra él.
Aterrados, González y su acompañante se dirigieron apresuradamente hasta una caseta policial, punto en el que los hombres armados se devolvieron.
En otra ocasión, los motorizados fueron hasta la casa de González y efectuaron disparos contra ella, mientras sus hijos jugaban afuera. La persecución se extendió por un periodo de varios meses hasta que la familia decidió irse.
“Me enfermé con todo estos problemas, desarrollé un problema de tensión alta, me dio una aneurisma en un brazo, fue mucha presión. Fue una cuestión en que no aguantamos más y tuvimos que salir”, comentó González.
Salir significaba dejar atrás una cómoda vida. González ganaba un salario anual equivalente a los $50,000. Su esposo tenía su propia empresa. Tenían casa propia, autos y viajaban tres veces al año.
“Teníamos una vida establecida y tuvimos que dejarlo absolutamente todo para venir acá con tres maletas”, comentó.
El capitán de la marina mercante Simón Marval, también se vio obligado a huir.
Marval, quien en su tiempo libre realizaba labores de proselitismo para la oposición, fue víctima de un atentado. Se desplazaba por auto desde Caracas hacia la ciudad costera de La Guaira, cuando el auto fue interceptado por dos hombres que viajaban en moto y abrieron fuego contra él.
El capitán y otro oficial que le acompañaba resultaron ilesos pese a que el auto fue impactado tres veces, pero Marval se llevó una sorpresa al llegar a La Guaira.
“Cuando fui a poner la denuncia de los disparos, un policía me llama y me dice que las por las características de lo que estaba hablando, los agresores eran policías. ‘Mejor que te vayas, me dijeron, son chavistas’ ”, relató Marval.
El acoso continuó a lo largo de los próximos años, en la medida en que el capitán continuaba realizando labores de proselitismo, vinculadas con el partido Alianza a un Bravo Pueblo, que encabeza el dirigente Antonio Ledezma.
Ese trabajo le llevaba a reunirse con habitantes de los barrios pobres para explicarles las contradicciones del proceso político adelantado por Chávez, actividad que era muy mal vista por adeptos del gobierno.
En otra ocasión, Marval fue interceptado en un estacionamiento por un grupo cuyos miembros dijeron ser jóvenes chavistas y quienes le esperaban donde había estacionado su auto. Le dieron una paliza y mientra el capitán yacía tendido en el suelo, uno de ellos se le acercó y le dijo: “Esto es para que sigas trabajando en contra del comandante”.
Los incidentes más bien le dieron fuerza para continuar, comentó Marval, quien pese a saber los riesgos estaba convencido de que sin este tipo de actividad Chávez se prolongaría en el poder.
Pero la situación cambió cuando regresó al país después de pasar más de un año capitaneando un barco para una naviera alemana. Fue en enero del 2010 y a los dos días de llegar, recibió una llamada en la que alguien le dijo: “Ya viniste y ya te vas. Si quieres seguir vivo, lo mejor es que te vayas”.
La llamada fue el punto de quiebre para la familia del capitán, cuya esposa e hijos se vieron obligados a recibir posteriormente asistencia psicológica.
“A los diez días [de la llamada], estaba aquí en Estados Unidos, sin saber exactamente qué iba a hacer”, comentó.
Fuente: El Nuevo Heraldo - ANTONIO MARIA DELGADO.
martes, 17 de agosto de 2010
Por qué Mariano Fernández, Pablo Lorenzini.
Se acercan las elecciones internas de la Democracia Cristiana y de las tres candidaturas que se ofrecen a la militancia, estoy convencido de que Mariano Fernández encabeza la lista más adecuada para los momentos que vive este partido y la Concertación.
Existen varias coincidencias entre las listas, pero la N° 2 promete una dedicación 100% al servicio de la DC con responsabilidades específicas para cada uno de sus integrantes. Primarias abiertas y competitivas, capacitación permanente de sus militantes, reforma administrativa para modernizar la colectividad. Es una candidatura para el partido, para todos sin lotes ni movimientos.
Decidimos ser oposición…a secas, eso dijeron los ciudadanos al relegarnos al segundo lugar, y no dudaremos en ello con un modelo de desarrollo moderno que obtenga recursos suficientes con la correcta y adecuada reforma tributaria que considere las increíbles utilidades de las empresas mineras, la banca y otros sectores. Que nuestras universidades y sus alumnos y profesores reciban lo que necesiten y que nuestros municipios puedan desarrollar su labor en forma razonable.
No a las centrales a carbón y otras que lesionan el medio ambiente y sí a una AFP estatal, son algunos de nuestros sueños.
No más diagnósticos, recomendaciones y estudios que se quedan en eso, deseamos acción y trabajo práctico designando nuestros candidatos a las municipales en abril próximo y para ello con las directivas y el consejo nacional en terreno, sesionando en regiones y escuchando los problemas reales de la ciudadanía. Para eso dos ex ministros, tres parlamentarios (dos de ellos de los más votados del partido y uno de los más jóvenes, Víctor Torres) dos profesionales de alto nivel, una concejala y un presidente comunal de zonas populares.
Sin un PDC fuerte no hay futuro ni para el propio partido ni para la concertación, y si deseamos volver a ser creíbles para el 2014 primero debemos comenzar por cambiar nosotros, porque de seguir como hasta ahora será derrota segura. Por lo tanto, no da lo mismo por quién votar el próximo 29 de agosto: Mariano Fernández es el hombre.
Diario Estrategia, 17 Agosto 2010.-
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Existen varias coincidencias entre las listas, pero la N° 2 promete una dedicación 100% al servicio de la DC con responsabilidades específicas para cada uno de sus integrantes. Primarias abiertas y competitivas, capacitación permanente de sus militantes, reforma administrativa para modernizar la colectividad. Es una candidatura para el partido, para todos sin lotes ni movimientos.
Decidimos ser oposición…a secas, eso dijeron los ciudadanos al relegarnos al segundo lugar, y no dudaremos en ello con un modelo de desarrollo moderno que obtenga recursos suficientes con la correcta y adecuada reforma tributaria que considere las increíbles utilidades de las empresas mineras, la banca y otros sectores. Que nuestras universidades y sus alumnos y profesores reciban lo que necesiten y que nuestros municipios puedan desarrollar su labor en forma razonable.
No a las centrales a carbón y otras que lesionan el medio ambiente y sí a una AFP estatal, son algunos de nuestros sueños.
No más diagnósticos, recomendaciones y estudios que se quedan en eso, deseamos acción y trabajo práctico designando nuestros candidatos a las municipales en abril próximo y para ello con las directivas y el consejo nacional en terreno, sesionando en regiones y escuchando los problemas reales de la ciudadanía. Para eso dos ex ministros, tres parlamentarios (dos de ellos de los más votados del partido y uno de los más jóvenes, Víctor Torres) dos profesionales de alto nivel, una concejala y un presidente comunal de zonas populares.
Sin un PDC fuerte no hay futuro ni para el propio partido ni para la concertación, y si deseamos volver a ser creíbles para el 2014 primero debemos comenzar por cambiar nosotros, porque de seguir como hasta ahora será derrota segura. Por lo tanto, no da lo mismo por quién votar el próximo 29 de agosto: Mariano Fernández es el hombre.
Diario Estrategia, 17 Agosto 2010.-
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martes, 20 de julio de 2010
Mariano Fernández, un diplomático con 20 años de trayectoria - Ejerció como embajador en Estados Unidos, Gran Bretaña, España, Italia y en la UE.
Fernández ha desarrollado una importante trayectoria diplomática, y ha ejercido como embajador en Estados Unidos (2006-2009) y distintos países de Europa, como en Gran Bretaña (2002-2006), España (2000-2002), Italia (1992-1994) y en Misiones de Chile en la Unión Europea (1990-1992).
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En 1998, durante el gobierno de Eduardo Frei y bajo el cargo de subsecretario de Relaciones Exteriores, realizó gestiones calificadas de políticas, en España y Gran Bretaña, para conseguir disuadir a las autoridades de ambos países, de la necesidad de liberar a Augusto Pinochet, por razones humanitarias.
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Estudió Derecho en la Universidad Católica y en 1967 ingresó a la Ministerio de Relaciones Exteriores. Más tarde, entre 1974 y 1982, viajó a Alemania, tras ser exiliado durante el gobierno militar.
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En ese país trabajó como periodista en diversos medios de comunicación y se especializó en Metodología de las Ciencias Sociales en la Universidad de Bonn. Además, fue editor de la revista "Cooperation and Development", de la agencia de noticas "IPS Dritte Welt-Nachrichten-Agentur" y de "Handbuch der Entwicklungshilfe".
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Cuando regresó a Chile, entre 1982 y 1990, trabajó como investigador del Centro de Estudios para el Desarrollo (CED). También fue vicepresidente del IILA y presidente de Irela.
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Fuente: Emol
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En 1998, durante el gobierno de Eduardo Frei y bajo el cargo de subsecretario de Relaciones Exteriores, realizó gestiones calificadas de políticas, en España y Gran Bretaña, para conseguir disuadir a las autoridades de ambos países, de la necesidad de liberar a Augusto Pinochet, por razones humanitarias.
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Estudió Derecho en la Universidad Católica y en 1967 ingresó a la Ministerio de Relaciones Exteriores. Más tarde, entre 1974 y 1982, viajó a Alemania, tras ser exiliado durante el gobierno militar.
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En ese país trabajó como periodista en diversos medios de comunicación y se especializó en Metodología de las Ciencias Sociales en la Universidad de Bonn. Además, fue editor de la revista "Cooperation and Development", de la agencia de noticas "IPS Dritte Welt-Nachrichten-Agentur" y de "Handbuch der Entwicklungshilfe".
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Cuando regresó a Chile, entre 1982 y 1990, trabajó como investigador del Centro de Estudios para el Desarrollo (CED). También fue vicepresidente del IILA y presidente de Irela.
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Fuente: Emol
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sábado, 15 de mayo de 2010
La triste historia del diputado que mantiene en vilo al ministro del Interior.
Es la primera mayoría nacional. A los tres años de edad supo que su padre -también parlamentario- murió "en una fuga". 30 años después supo la verdad: fue fusilado de doce disparos al inicio de la dictadura
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Se transformó en el personaje de la semana tras los altercados que protagonizó en la Cámara de Diputados con el ministro del Interior Rodrigo Hinzpeter, a tal nivel que tiene en la cuerda floja al secretario de Estado, primero porque el parlamentario presentará una querella en su contra este martes y los diputados de oposición amenazaron con negarle la entrada a las sesiones de la Cámara al secretario de Estado, si no pide disculpas públicamente.
Otra medida que apuestan los parlamentarios (si es que Hinzpeter no pide disculpas públicas a Espinoza) es que abandonen el hemiciclo cada vez que llegue el ministro a la cámara baja o que realicen una protesta sorpresiva en contra del ministro del Interior. "Estamos expuestos a que cualquier ministro use esa tribuna, con una información anónima, falsa y denoste a un parlamentario, como lo hizo Hinzpeter", señala un parlamentario DC.
"Por eso no podemos dejar pasar esta situación", agrega. "Llegaremos hasta el final. Está en juego la honra no sólo de Espinoza, sino que de todos. Así se degrada la democracia y se pervierte la política", dice indignado este diputado DC que ya está ideando acciones contra el obstinado ministro Hinzpeter que hizo unas tibias disculpas este jueves. "Excusas a lo Hinzpeter" tituló el popular diario LasUltimas Noticias.
Espinoza no es fácil de domar: "Me llamó el presidente del partido, Fulvio Rossi, para decirme que Hinzpeter me invitaba a tomar un té a La Moneda. Pero no voy a ir mientras no se disculpe públicamente", ha dicho Fidel Espinoza.
Pero en la historia de Espinoza, siempre se ha destacado por enfrentarse a la derecha de manera decidida y sin tapujos. Los increpó por el tema del Transantiago en el 2008 cuando se negaron a aprobar los nuevos recursos; en abril de este año acusó al ministro de Mideplan, Felipe Kast, de intentar realizar una “limpieza étnica” en el Fosis y exigió al presidente Piñera explicar el nombramiento del gobernador de Bío-Bío, José Miguel Stegmeier (que finalmente no asumió por sus vínculos con Colonia Dignidad).
Su historia en la política
La incursión en el servicio público del diputado que fue primera mayoría nacional en la reciente elección parlamentaria, se inició en 1995, cuando trabajó en el Fondo de Solidaridad e Inversión Social (Fosis) de la X Región, hasta 1998. En los años 1996 al 2000 se dedicó a su profesión de profesor, en el Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad de Los Lagos.
Posteriormente, en los años 1998 a 2000 fue secretario regional ministerial de Transportes y Telecomunicaciones, Décima Región. En el 2000 a 2001, Jefe de la División de Administración y Finanzas del Gobierno Regional, GORE, Décima Región; y en los años 2001 a 2002 se desempeñó como investigador, en el Centro de Estudios Regionales de la Universidad de Los Lagos, en Osorno.
Cuando aún era estudiante universitario fue dirigente en la Universidad de Los Lagos, años 1990 a 1994; desde 1994 a 1996, fue presidente de la Juventud Socialista de la provincia de Llanquihue; luego presidente regional de la misma. Durante los años 2000 a 2002, asumió como presidente provincial del Partido Socialista en Llanquihue.
Asimismo, fue jefe de la campaña presidencial del candidato Ricardo Lagos Escobar, en el Distrito 56 y en diciembre de 2001 electo diputado, en representación del PS, por este Distrito, X Región, período 2002 a 2006.
En diciembre de 2005 es reelecto diputado, por el mismo Distrito N°56, que compone las comunas de Fresia, Frutillar, Llanquihue, Los Muermos, Puerto Octay, Puerto Varas, Puyehue, Purranque y Río Negro. Lo mismo que el 2009 donde obtuvo la primera mayoría nacional de los 120 diputados que hay en el parlamento con un 51.33 por ciento.
"Creo que gran parte del porcentaje de esa votación que me situó como primera mayoría nacional, se debe al trabajo que yo he realizado en terreno, con la organizaciones sociales, con las juntas de vecinos, con los clubes deportivos, ayudándolos a gestionar recursos y proyectos en beneficio de sus organizaciones, para también beneficiar a miles de personas en mi zona", señala.
Su gran y dramático dolor
El 2 de diciembre de 1973, en los inicios de la dictadura, en el sector de Frutillar, por personal de Carabineros y de la Fuerza Aérea, fue asesinado a los 33 años, Luis Espinoza Villalobos, diputado del Partido Socialista y padre del actual parlamentario, quien tenía sólo tres años cuando ocurrió el hecho.
Tres décadas después, la única certeza que Fidel Espinoza tenía sobre la muerte de su padre era la fecha en que había fallecido. El resto sólo dudas o, a lo más, sospechas. La versión oficial señalaba que, cuando era transportado desde Puerto Montt a Valdivia, el camión fue atacado cerca de Frutillar por unos subversivos y sus custodios dispararon en la oscuridad de la noche. En medio de la confusión, dijeron las burdas versiones, había caído herido de muerte.
Pero hoy tiene la convicción de que no fue así. Hoy se sabe que su padre fue fusilado cerca de las 5 de la madrugada de ese día en el trayecto entre Pelluco y Coihuín, muy lejos de donde se le había dicho antes, por orden de un oficial que no estuvo presente en el lugar pero que dio “instrucciones precisas de darle muerte” a un pelotón de seis carabineros a los que ahora los tiene plenamente identificados.
No sólo eso, también sabe los nombres de quienes lo sacaron de la cárcel, quienes lo transportaron e, incluso, de quienes dispararon los 12 balazos que le dieron en el pecho, entre ellos un oficial que vive en Puerto Montt, que le dicen el "capitán metralla".
Todo, gracias a uno de los integrantes de la patrulla que, atribulado por la conciencia, quiso cumplir una promesa que le hizo a su padre horas antes de su muerte, y lo visitó en su despacho para contarle la verdad.
Con una carga emotiva que a duras penas logra controlar, el parlamentario cuenta esos hechos.
Todos los nombres que recibió de este informante los puso en conocimiento de la Justicia para reabrir la causa. Por ahora, confirma la participación de sólo uno de ellos, alguien de quien siempre sospechó: “Un teniente de Carabineros conocido en la zona como Juan Metralla que ahora, ya retirado, vive en una casa frente a la 2ª Comisaría de Puerto Montt, muy bien resguardado por su conciencia, me imagino”.
“Siempre ha habido gente que ha querido entregar información, pero siempre han sido versiones un tanto contradictorias respecto al lugar de su muerte, de gente que decía que había compartido con él las últimas horas de su vida. En fin, siempre había gente... entonces, yo pensaba que él era uno más de los que yo ya había escuchado. Pero este señor se sentó frente a mí y me dijo con todas sus letras que él había participado en la muerte de mi padre. El impacto inmediato fue muy grande, no sabía como reaccionar...”, recapitula Espinoza en una entrevista hace un tiempo a La Nación.
Hubo un detalle que le dio la credibilidad necesaria a la versión del informante. “Me dijo que nunca tuvo la conciencia tranquila, no sólo por la muerte de mi papá, sino también porque mi papá le entregó una carta como cinco horas antes de que lo fusilaran, para que se la entregara a mi mamá”, cuenta. Esa carta nunca llegó a destino, porque se perdió en un cambio de casa. Pero sí habían llegado otras, que su padre se arreglaba para enviar a su familia en los meses previos a su muerte.
"Lo más triste de haber escuchado todo esto fue la forma en como lo mataron. Mi papá siempre fue una persona muy sociable, siempre lleno de amigos.... y lo mataron solo, ni siquiera fue fusilado junto a un compañero", comenta haciendo esfuerzos para no flaquear.
Luis Uberlindo Espinoza tenía al momento de su muerte 33 años y cuatro hijos: Luis Eduardo de 12, Ramón de 11, Patricia de 9 y el ahora diputado, Fidel, de escasos 3 años a la fecha.
Pese a su corta edad, el parlamentario dice que tiene grabado en su mente el día que llegó la patrulla de carabineros a su casa a informarle de la muerte, porque salió a la puerta guiado por los gritos desesperados de su madre que, arrodillada en el suelo, le gritaba ¡asesinos! a los uniformados.
Una historia que fue clave para que sus compañeros de bancada en la Cámara, terminaran por respaldar el proyecto de ley que permitiría la rebaja de penas y hasta la exención de culpa de aquellos testigos directos de estos hechos que estén dispuestos a colaborar con la justicia. Un ex policia le entregó en forma anónima los detalles del asesinato de su padre. El mismo había participado del fusilamiento...
Fidel Espinoza también se enteró de otros detalles dolorosos, como las cruentas torturas a las que era sometido su padre día por medio, en un lugar en donde él ha estado muchas veces, pero del cual nunca imaginó que se hubiere usado para esos fines: en el cuarto piso de la gobernación de Llanquihue.
“Ahora sé que ese era el lugar en donde más se torturaba y después lo llevaban en calidad de bulto, inconsciente inclusive, hasta la sede de la Policía de Investigaciones de Puerto Montt”, ha dicho en más de oportunidad con hondo pesar.
Hoy mantiene en vilo al jefe del gabinete del gobierno de Piñera, por acusarlo a través de un anónimo de google de utilizar a mujeres pagándole sólo 40 mil pesos al mes.
"Está en juego mi honra y el de mi familia. Si no se disculpa, me obligará a llevarlo a los tribunales" ha dicho el diputado.
Es la breve historia de este profesor-diputado, primera mayoría nacional y que recuerda hasta hoy el día cuando en diciembre del 73 llegó una patrulla de Carabineros hasta su casa del sur y su madre lloraba de impotencia.
La patrulla policial le comunicaba a su madre que el diputado Luis Espinoza había muerto "por un intento de fuga". Fidel tenía tres años y observó nitídamente esa escena que le marcó para siempre su vida.
El jueves pasado, la diputada UDI María Hoffmann preguntó ingenuamente en el Congreso que "no sabía de donde venía tanto resentimiento del diputado Espinoza".
La respuesta es más que obvia...
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Fuente: Cambio21.
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Se transformó en el personaje de la semana tras los altercados que protagonizó en la Cámara de Diputados con el ministro del Interior Rodrigo Hinzpeter, a tal nivel que tiene en la cuerda floja al secretario de Estado, primero porque el parlamentario presentará una querella en su contra este martes y los diputados de oposición amenazaron con negarle la entrada a las sesiones de la Cámara al secretario de Estado, si no pide disculpas públicamente.
Otra medida que apuestan los parlamentarios (si es que Hinzpeter no pide disculpas públicas a Espinoza) es que abandonen el hemiciclo cada vez que llegue el ministro a la cámara baja o que realicen una protesta sorpresiva en contra del ministro del Interior. "Estamos expuestos a que cualquier ministro use esa tribuna, con una información anónima, falsa y denoste a un parlamentario, como lo hizo Hinzpeter", señala un parlamentario DC.
"Por eso no podemos dejar pasar esta situación", agrega. "Llegaremos hasta el final. Está en juego la honra no sólo de Espinoza, sino que de todos. Así se degrada la democracia y se pervierte la política", dice indignado este diputado DC que ya está ideando acciones contra el obstinado ministro Hinzpeter que hizo unas tibias disculpas este jueves. "Excusas a lo Hinzpeter" tituló el popular diario LasUltimas Noticias.
Espinoza no es fácil de domar: "Me llamó el presidente del partido, Fulvio Rossi, para decirme que Hinzpeter me invitaba a tomar un té a La Moneda. Pero no voy a ir mientras no se disculpe públicamente", ha dicho Fidel Espinoza.
Pero en la historia de Espinoza, siempre se ha destacado por enfrentarse a la derecha de manera decidida y sin tapujos. Los increpó por el tema del Transantiago en el 2008 cuando se negaron a aprobar los nuevos recursos; en abril de este año acusó al ministro de Mideplan, Felipe Kast, de intentar realizar una “limpieza étnica” en el Fosis y exigió al presidente Piñera explicar el nombramiento del gobernador de Bío-Bío, José Miguel Stegmeier (que finalmente no asumió por sus vínculos con Colonia Dignidad).
Su historia en la política
La incursión en el servicio público del diputado que fue primera mayoría nacional en la reciente elección parlamentaria, se inició en 1995, cuando trabajó en el Fondo de Solidaridad e Inversión Social (Fosis) de la X Región, hasta 1998. En los años 1996 al 2000 se dedicó a su profesión de profesor, en el Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad de Los Lagos.
Posteriormente, en los años 1998 a 2000 fue secretario regional ministerial de Transportes y Telecomunicaciones, Décima Región. En el 2000 a 2001, Jefe de la División de Administración y Finanzas del Gobierno Regional, GORE, Décima Región; y en los años 2001 a 2002 se desempeñó como investigador, en el Centro de Estudios Regionales de la Universidad de Los Lagos, en Osorno.
Cuando aún era estudiante universitario fue dirigente en la Universidad de Los Lagos, años 1990 a 1994; desde 1994 a 1996, fue presidente de la Juventud Socialista de la provincia de Llanquihue; luego presidente regional de la misma. Durante los años 2000 a 2002, asumió como presidente provincial del Partido Socialista en Llanquihue.
Asimismo, fue jefe de la campaña presidencial del candidato Ricardo Lagos Escobar, en el Distrito 56 y en diciembre de 2001 electo diputado, en representación del PS, por este Distrito, X Región, período 2002 a 2006.
En diciembre de 2005 es reelecto diputado, por el mismo Distrito N°56, que compone las comunas de Fresia, Frutillar, Llanquihue, Los Muermos, Puerto Octay, Puerto Varas, Puyehue, Purranque y Río Negro. Lo mismo que el 2009 donde obtuvo la primera mayoría nacional de los 120 diputados que hay en el parlamento con un 51.33 por ciento.
"Creo que gran parte del porcentaje de esa votación que me situó como primera mayoría nacional, se debe al trabajo que yo he realizado en terreno, con la organizaciones sociales, con las juntas de vecinos, con los clubes deportivos, ayudándolos a gestionar recursos y proyectos en beneficio de sus organizaciones, para también beneficiar a miles de personas en mi zona", señala.
Su gran y dramático dolor
El 2 de diciembre de 1973, en los inicios de la dictadura, en el sector de Frutillar, por personal de Carabineros y de la Fuerza Aérea, fue asesinado a los 33 años, Luis Espinoza Villalobos, diputado del Partido Socialista y padre del actual parlamentario, quien tenía sólo tres años cuando ocurrió el hecho.
Tres décadas después, la única certeza que Fidel Espinoza tenía sobre la muerte de su padre era la fecha en que había fallecido. El resto sólo dudas o, a lo más, sospechas. La versión oficial señalaba que, cuando era transportado desde Puerto Montt a Valdivia, el camión fue atacado cerca de Frutillar por unos subversivos y sus custodios dispararon en la oscuridad de la noche. En medio de la confusión, dijeron las burdas versiones, había caído herido de muerte.
Pero hoy tiene la convicción de que no fue así. Hoy se sabe que su padre fue fusilado cerca de las 5 de la madrugada de ese día en el trayecto entre Pelluco y Coihuín, muy lejos de donde se le había dicho antes, por orden de un oficial que no estuvo presente en el lugar pero que dio “instrucciones precisas de darle muerte” a un pelotón de seis carabineros a los que ahora los tiene plenamente identificados.
No sólo eso, también sabe los nombres de quienes lo sacaron de la cárcel, quienes lo transportaron e, incluso, de quienes dispararon los 12 balazos que le dieron en el pecho, entre ellos un oficial que vive en Puerto Montt, que le dicen el "capitán metralla".
Todo, gracias a uno de los integrantes de la patrulla que, atribulado por la conciencia, quiso cumplir una promesa que le hizo a su padre horas antes de su muerte, y lo visitó en su despacho para contarle la verdad.
Con una carga emotiva que a duras penas logra controlar, el parlamentario cuenta esos hechos.
Todos los nombres que recibió de este informante los puso en conocimiento de la Justicia para reabrir la causa. Por ahora, confirma la participación de sólo uno de ellos, alguien de quien siempre sospechó: “Un teniente de Carabineros conocido en la zona como Juan Metralla que ahora, ya retirado, vive en una casa frente a la 2ª Comisaría de Puerto Montt, muy bien resguardado por su conciencia, me imagino”.
“Siempre ha habido gente que ha querido entregar información, pero siempre han sido versiones un tanto contradictorias respecto al lugar de su muerte, de gente que decía que había compartido con él las últimas horas de su vida. En fin, siempre había gente... entonces, yo pensaba que él era uno más de los que yo ya había escuchado. Pero este señor se sentó frente a mí y me dijo con todas sus letras que él había participado en la muerte de mi padre. El impacto inmediato fue muy grande, no sabía como reaccionar...”, recapitula Espinoza en una entrevista hace un tiempo a La Nación.
Hubo un detalle que le dio la credibilidad necesaria a la versión del informante. “Me dijo que nunca tuvo la conciencia tranquila, no sólo por la muerte de mi papá, sino también porque mi papá le entregó una carta como cinco horas antes de que lo fusilaran, para que se la entregara a mi mamá”, cuenta. Esa carta nunca llegó a destino, porque se perdió en un cambio de casa. Pero sí habían llegado otras, que su padre se arreglaba para enviar a su familia en los meses previos a su muerte.
"Lo más triste de haber escuchado todo esto fue la forma en como lo mataron. Mi papá siempre fue una persona muy sociable, siempre lleno de amigos.... y lo mataron solo, ni siquiera fue fusilado junto a un compañero", comenta haciendo esfuerzos para no flaquear.
Luis Uberlindo Espinoza tenía al momento de su muerte 33 años y cuatro hijos: Luis Eduardo de 12, Ramón de 11, Patricia de 9 y el ahora diputado, Fidel, de escasos 3 años a la fecha.
Pese a su corta edad, el parlamentario dice que tiene grabado en su mente el día que llegó la patrulla de carabineros a su casa a informarle de la muerte, porque salió a la puerta guiado por los gritos desesperados de su madre que, arrodillada en el suelo, le gritaba ¡asesinos! a los uniformados.
Una historia que fue clave para que sus compañeros de bancada en la Cámara, terminaran por respaldar el proyecto de ley que permitiría la rebaja de penas y hasta la exención de culpa de aquellos testigos directos de estos hechos que estén dispuestos a colaborar con la justicia. Un ex policia le entregó en forma anónima los detalles del asesinato de su padre. El mismo había participado del fusilamiento...
Fidel Espinoza también se enteró de otros detalles dolorosos, como las cruentas torturas a las que era sometido su padre día por medio, en un lugar en donde él ha estado muchas veces, pero del cual nunca imaginó que se hubiere usado para esos fines: en el cuarto piso de la gobernación de Llanquihue.
“Ahora sé que ese era el lugar en donde más se torturaba y después lo llevaban en calidad de bulto, inconsciente inclusive, hasta la sede de la Policía de Investigaciones de Puerto Montt”, ha dicho en más de oportunidad con hondo pesar.
Hoy mantiene en vilo al jefe del gabinete del gobierno de Piñera, por acusarlo a través de un anónimo de google de utilizar a mujeres pagándole sólo 40 mil pesos al mes.
"Está en juego mi honra y el de mi familia. Si no se disculpa, me obligará a llevarlo a los tribunales" ha dicho el diputado.
Es la breve historia de este profesor-diputado, primera mayoría nacional y que recuerda hasta hoy el día cuando en diciembre del 73 llegó una patrulla de Carabineros hasta su casa del sur y su madre lloraba de impotencia.
La patrulla policial le comunicaba a su madre que el diputado Luis Espinoza había muerto "por un intento de fuga". Fidel tenía tres años y observó nitídamente esa escena que le marcó para siempre su vida.
El jueves pasado, la diputada UDI María Hoffmann preguntó ingenuamente en el Congreso que "no sabía de donde venía tanto resentimiento del diputado Espinoza".
La respuesta es más que obvia...
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Fuente: Cambio21.
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CUBA: Cuba excarcela a una bloguera disidente
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Todo empezó en abril, cuando la bloguera y periodista independiente cubana, Dania Virgen García, fue condenada a prisión por "abuso de autoridad" tras una discusión con su hija de 23 años. Ahora, el tribunal cambió de idea y resolvió dejarla en libertad, bajo multa de US$13.
El caso fue muy polémico porque grupos como la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) lo calificaron de "treta política" del gobierno.
Dania García, de 41 años, que escribe para webs estadounidenses de la oposición cubana y es simpatizante de las Damas de Blanco (madres y esposas de disidentes encarcelados), aseguró que la Fiscalía cambió "la medida cautelar" en su contra y reconoció que fue "injusto haber llegado a prisión".
Pasó quince días en la cárcel de alta seguridad de Manto Negro en La Habana, tras haber sido detenida el pasado 21 de abril y condenada dos días después.
Evitar mala prensa internacional
García dijo que la Fiscalía reconoció que fue "injusto haber llegado a prisión".
La liberación coincide, como explicó el corresponsal de la BBC en Cuba, Michael Voss, con la decisión del gobierno de permitir una marcha de las Damas de Blanco, tras la intervención de la Iglesia Católica.
Según el líder de la Comisión Cubana de Derechos Humanos, Elizardo Sánchez, "el hecho de que García es una disidente militante nos hizo sospechar que el proceso se trataba de una trampa para sacarla de circulación".
Sánchez añadió que la liberación de García y permitir la marcha de las Damas de Blanco son un "signo" que indica que los líderes cubanos están tratando de evitar mala prensa fuera de sus fronteras.
Las autoridades cubanas, apuntó el corresponsal de la BBC en Cuba, "niegan que haya prisioneros políticos, llamándoles mercenarios pagados por EE.UU. para minar el sistema".
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Fuente: BBC Mundo.
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martes, 13 de abril de 2010
La culpa de la derrota electoral no es sólo de los partidos
Análisis de los presidentes de la Concertación:Tras el fracaso de Eduardo Frei en las presidenciales, por primera vez los cuatro líderes políticos de la Concertación analizan públicamente y en conjunto la situación actual del conglomerado. Reunidos en "El Mercurio", no evaden ningún tema: abordan las razones de la derrota, discuten sobre la responsabilidad que tuvieron los partidos y el gobierno de la ex Presidenta Bachelet, analizan los primeros treinta días en la oposición y entregan definiciones cruciales sobre el futuro.
El pasado 11 de marzo, hace justamente un mes, la Concertación dejó de ser gobierno tras 20 años en La Moneda. La imagen de la ex Presidenta Michelle Bachelet entregando la banda presidencial a Sebastián Piñera puso fin a un ciclo político en Chile. El mundo de la centroizquierda pasó en cosa de segundos a instalarse en el desconocido escenario de ser oposición en plena democracia.
Desde entonces, con las secuelas del terremoto de por medio, no ha habido tiempo para la reflexión sobre este conglomerado que ha sido definido por ellos como el más exitoso de la historia del país. Algunos de sus líderes han hecho públicos sus análisis individuales acerca de la derrota y esbozado lo que piensan que debe ser la coalición en adelante. Pero hasta ahora, al menos públicamente, los concertacionistas en conjunto nunca habían debatido en profundidad sobre por qué la Concertación dejó de ser la Concertación y los desafíos de la crucial etapa que inician, si pretenden mantener la vigencia de su proyecto político. Mañana, la coalición tendrá un cónclave que tampoco abordará los principales problemas que hoy enfrenta el conglomerado, sino que se centrará en la reconstrucción.
Juan Carlos Latorre (DC), Adriana Muñoz (PPD), Fulvio Rossi (PS) y José Antonio Gómez (PR) son los rostros visibles de la nueva oposición. Es jueves 8 de abril y la invitación es a un desayuno en el edificio de "El Mercurio", en Vitacura. Es el mismo comedor donde el día anterior almorzaron los ideólogos más influyentes de la Concertación, para debatir sobre los mismos temas. A las 8:30 comienzan a llegar y, entre jugos de naranja y cafés cargados, comienza el encendido debate que estuvo marcado por las razones del fracaso en las últimas presidenciales...
Latorre: "La expresión política más importante que ha tenido la Concertación han sido sus gobiernos, no sus partidos. Es tal el poder político que tiene el gobierno en Chile, sobre todo en un régimen presidencial, que cuando se analiza por qué perdimos, evidentemente que hay una responsabilidad en los partidos, porque muchos de sus militantes estaban en el gobierno, pero el gobierno era el referente principal".
Gómez: "Perdimos por una cantidad múltiple de errores. Pero hay una forma muy fácil de echarle la culpa a la pérdida: son los partidos políticos, y eso es lo que han ido instalando ante la opinión pública. Los partidos políticos nunca hemos tomado decisiones políticas de verdad. Las reuniones de La Moneda eran reuniones en las cuales nosotros íbamos a escuchar lo que el gobierno quería hacer. Muchas veces discutimos temas y decisiones políticas que se habían adoptado y que considerábamos que eran erróneas".
Latorre: "Cuando empiezan a gobernar los ministros de Hacienda y no los que tienen el liderazgo político y que han sido electos como Presidentes de la República; cuando se empieza a dejar de lado la preocupación de la Concertación por las demandas de importantes sectores de la ciudadanía, se paga un costo".
Gómez: "Si hubo un gobierno que ninguneó a los partidos, fue el de Lagos".
Muñoz: "El sistema presidencialista produce una fuerte tensión institucional. Uno puede echarles la culpa a los ministros de Hacienda, a los presidentes, a que los partidos fuimos ninguneados, pero lo que hubo fue una tensión entre los autoflagelantes y los autocomplacientes, entre nuestra agenda democratizadora, de igualdad y justicia, y el pragmatismo de darle gobernabilidad a Chile".
Rossi: "En la derrota hay responsabilidades compartidas entre la Concertación, el gobierno, los partidos y los parlamentarios. Por eso, no comparto echarle la culpa al ministro de Hacienda. El problema fue la transversalidad impulsada desde 1990 por la dupla (Enrique) Correa-(Edgardo) Boeninger, y que significó que los partidos quedaran relegados".
Gómez: "Latorre se refiere a que cuando nosotros discutimos políticas sociales dentro del gobierno, no se nos hizo caso, y terminó variando la sintonía entre la Concertación y las necesidades de la gente. Con la tecnificación de la política, las diferencias entre la Concertación y la Alianza se hicieron poco nítidas".
Rossi: "No hay que equivocarse, hay una responsabilidad de nuestras colectividades en la derrota. Las pifias a los presidentes de partido en el Estadio Nacional (durante la campaña presidencial), donde estaban Gómez y Latorre, fueron una crítica a la forma en que decidimos a nuestros candidatos. En algún momento, José Antonio puso su cargo a disposición y, después, Pepe Auth. Latorre y Escalona tomaron otra decisión".
Latorre: "¡Es que si hubiésemos renunciado, ahí sí que perdemos por paliza en las elecciones!".
Rossi: "Pero es un dato de la realidad".
Latorre: "Enríquez-Ominami es uno de los responsables de que la derecha llegara al gobierno. El Partido Socialista tuvo varios candidatos presidenciales..."
Muñoz: "El pecado capital fue no hacer primarias, porque surgieron los individualismos y los egocentrismos de tres personas del Partido Socialista".
Rossi: "El PS tiene responsabilidad. ¿Cómo no la va a tener si Arrate, Navarro y Enríquez eran de nuestras filas?".
Latorre: "No es fácil cambiar el switch "
Latorre: "La Concertación está tranquila, mucho más relajada que en su última etapa de gobierno, en un proceso de reacomodo como oposición. Ha tenido una actitud muy responsable y se ha hecho cargo de lo que está ocurriendo en el país a causa del terremoto, que es un problema que condiciona nuestra actitud política. Estamos empezando a vivir lo que es ser partidos de oposición, y eso no es fácil, porque después de 20 años, casi inconscientemente, nos sentimos responsables de todo lo que ocurre como si estuviéramos todavía en el gobierno. No es fácil cambiar el switch ...".
Rossi: "Los mismos que critican que durante estos treinta días la Concertación ha estado inmóvil y silenciada dijeron que, si perdíamos, viviríamos una diáspora, que se produciría un desbande. Que algunos del PPD se iban a ir con Marco Enríquez, que una parte del PS iba a hacer una alianza con el PC, que la DC se aliaría con Piñera. Y la verdad es que nada de eso pasó. La Concertación sigue vigente y nadie ha puesto en duda que la alianza entre el centro e izquierda debe seguir siendo el pilar fundamental".
Gómez: "Yo tengo un matiz. Yo creo que la derrota, para nosotros, fue un terremoto político fuerte. Pero hay algo claro: la Concertación existe. Tenemos una postura, una alianza política que gobernó 20 años y que lo más probable es que en las próximas elecciones presidenciales tengamos una nueva oportunidad. Pero eso requiere de un diálogo profundo entre nosotros, y hoy día los cuatro presidentes hemos tratado de evitar la conflictividad, algunos más que otros".
Muñoz: "Desde el 17 de enero hemos estado procesando la derrota y en un ejercicio cotidiano de aprender a trabajar como oposición, tanto en el Parlamento como en los frentes sociales. Desde ese espacio hemos estado, responsablemente, manteniendo una articulación y una coordinación de la Concertación, al menos entre sus presidentes. Estamos en condiciones de hacer el encuentro del lunes, que no es una mera reunión técnica, sino un debate político de cómo la Concertación puede entregar propuestas eficientes, transparentes, redistributivas, equitativas y, sobre todo, no privatizadoras de la reconstrucción".
Muñoz: "Los jóvenes de hoy son más ávidos de poder y protagonismo que los viejos"
Latorre: "La renovación de la forma de hacer política es necesaria, pero se ha caricaturizado mucho la idea de la renovación. Es francamente insólito que personas que estuvieron durante 20 años definiendo lo que se hacía o no se hacía en el gobierno, hoy día hablen de renovación, justo cuando perdimos. ¿Por qué no se les ocurrió antes?"
Todos: "Diga nombres".
Latorre: "El otro día se lo escuché a José Miguel Insulza. Y qué insólito que lo diga hoy, porque si hay una persona que estuvo en todos los gobiernos de la Concertación, fue él. Y no es el único".
Gómez: "Enrique Correa".
Latorre: "Correa, y uno podría poner acá diez nombres más. La renovación no tiene que ver con los rostros ni con algo generacional: hay gente de la Concertación que tuvo responsabilidades importantes en los gobiernos, y eso no los descarta para que puedan seguir siendo dirigentes".
Rossi: "Yo quiero discrepar: he conversado con Enrique Correa y creo que su discurso es genuino".
Latorre: "Pero es genuino después de la elección".
Rossi: "Correa e Insulza hace mucho tiempo que están en esto, a mí me consta al menos".
Latorre: "A mí no".
Rossi: "La renovación tiene un componente generacional, sin duda alguna. Los partidos se dedicaron a trabajar para que a los gobiernos de la Concertación les fuera bien, pero descuidaron su relación con la ciudadanía. Y en eso todos tenemos cierto grado de responsabilidad... Algunos más, otros menos".
Gómez: "La renovación tiene que ver con una forma distinta de hacer política. No es un tema generacional".
Muñoz: "La renovación no es generacional, sino política. Pero, ¿cuál es la nueva forma de hacer política, si los jóvenes de hoy son más ávidos por el poder y por el protagonismo que los viejos? Tal vez es una etiqueta para instalarse en los cargos, desplazar generaciones. Es legítimo, si tampoco uno se aperna en esto, pero debe ser producto de un proceso. Nosotros, cuando llegamos al Parlamento éramos muy jóvenes y nunca se nos ocurrió que Mario Palestro tuviera que irse porque era viejo. La renovación a saltos brutales no es renovación".
Rossi: "Si uno no da saltos brutales, es imposible. En el caso del PS, nosotros, la generación más joven, nunca había tenido la opción de..."
Latorre: "¡No hablemos de un partido en particular!".
Rossi: "Déjame plantearlo, termino altiro. Nunca habíamos tenido la opción de tener el poder como hoy en día, cuando dos de los tres candidatos a la presidencia somos de la nueva generación. Y por poco tuvimos que asaltar el partido, y es una señal súper potente que estamos dando".
Latorre: "La renovación es un proyecto de carácter colectivo y no está asociada a ambiciones de personas que, a cualquier costo, tratan de mostrar su liderazgo, incluso con deslealtades".
Rossi: "No hubo falta de generosidad de Bachelet"
Rossi: "No comparto las críticas que se le han hecho a la Presidenta Bachelet. Evidentemente que hay responsabilidades compartidas, pero ella puso el máximo esfuerzo de colaboración con la campaña. No hubo falta de generosidad, ni quiso privilegiar su imagen personal por sobre el éxito de la Concertación".
Latorre: "Tenemos que ser capaces de analizar no sólo los éxitos del último gobierno de la Concertación, sino también aquellos aspectos que pudieron haberse hecho mejor. Me siento orgulloso del liderazgo de la Presidenta, pero hubo una decisión respecto de determinados conflictos sociales que puede haber incidido directamente en el resultado de la elección. Sería un mentiroso si no digo que lo creo fehacientemente. Particularmente respecto a los profesores, los gendarmes, los funcionarios públicos, el 7% de salud de jubilados... Los partidos fuimos categóricos en pedir que se abordaran de una forma distinta a cómo se resolvieron".
Muñoz: "La Presidenta Bachelet hizo su trabajo y lo hizo espléndidamente bien. Es una líder y es patrimonio de todas las chilenas y chilenos. La sacaría de la discusión, se los quiero decir con franqueza. Ni en mí ni en mi partido van a encontrar ningún ataque hacia la Presidenta, porque lo hizo extraordinariamente bien".
Latorre: "Insisto en que no son ataques a la Presidenta".
Gómez: "Yo voy a guardar riguroso silencio. Cada uno de los líderes de la Concertación tenemos responsabilidades y debe ser enjuiciado políticamente desde el punto de vista del debate. Pero es una reflexión que tiene que hacer la Concertación; no es el minuto. Si damos pábulo para que haya un titular de que la Presidenta Bachelet es responsable de las pérdidas, abrimos el espacio para que se inicie una discusión política de mucha profundidad. Yo, por lo menos, no lo voy a hacer...".
Latorre: "No me parece que no se pueda criticar a los gobiernos de la Concertación. Ni al último ni a los que vienen para atrás. ¿Cómo no los vamos a poder enjuiciar si nosotros mismos éramos partidos de gobierno?".
Gómez: "El responsable de tener una oposición colaboradora es el Presidente"
Gómez: "El miércoles tuvimos una reunión con Larroulet, ministro Secretario General de la Presidencia, del comité político, y le dijimos claramente que queremos ser una oposición responsable, colaborar, pero que para esos efectos se requiere mucho de un diálogo, tal y como lo hicieron Bachelet, Lagos, Frei, Aylwin. Pero lo que hemos visto, y a pesar de que cuando fue electo le dijimos a Piñera que estábamos disponibles para colaborar, nunca hemos tenido una conversación, excepto la del miércoles".
Rossi: "En muchas materias, como en toda democracia, vamos a llegar a acuerdos, sacar proyectos que son importantes para el país y va a contar con nuestra colaboración. Pero necesitamos movilizar a la sociedad civil, que también espera que la Concertación siga impulsando una agenda progresista con temas como el aborto terapéutico, la negociación colectiva, el sistema previsional, los temas energéticos, la educación pública, en donde no tenemos claramente acuerdo con el Gobierno. Nuestra impronta tienen que ser esos temas y marcar claramente la diferencia, porque Piñera está muy coartado por grupos muy conservadores".
Muñoz: "Debemos hacer una oposición responsable, justa, colaboradora en aquellos temas vinculados con la reconstrucción. Desde antes de que asumiera Piñera ofrecimos nuestra ayuda, propusimos iniciativas concretas, pero nunca más se escuchó la voz del Presidente Piñera para acoger esa propuesta. Insolentemente, ha dicho que en 20 días han hecho más que en 20 años. Eso ha hecho variar la visión que teníamos al inicio. En los grandes temas tenemos un proyecto de país que vamos a confrontar".
Gómez: "El primer responsable de tener una oposición que sea colaboradora es quien tiene la autoridad, el Presidente de la República".
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Fuente: ROCÍO MONTES y PAMELA ARAVENA - El Mercurio de Santiago.
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El pasado 11 de marzo, hace justamente un mes, la Concertación dejó de ser gobierno tras 20 años en La Moneda. La imagen de la ex Presidenta Michelle Bachelet entregando la banda presidencial a Sebastián Piñera puso fin a un ciclo político en Chile. El mundo de la centroizquierda pasó en cosa de segundos a instalarse en el desconocido escenario de ser oposición en plena democracia.
Desde entonces, con las secuelas del terremoto de por medio, no ha habido tiempo para la reflexión sobre este conglomerado que ha sido definido por ellos como el más exitoso de la historia del país. Algunos de sus líderes han hecho públicos sus análisis individuales acerca de la derrota y esbozado lo que piensan que debe ser la coalición en adelante. Pero hasta ahora, al menos públicamente, los concertacionistas en conjunto nunca habían debatido en profundidad sobre por qué la Concertación dejó de ser la Concertación y los desafíos de la crucial etapa que inician, si pretenden mantener la vigencia de su proyecto político. Mañana, la coalición tendrá un cónclave que tampoco abordará los principales problemas que hoy enfrenta el conglomerado, sino que se centrará en la reconstrucción.
Juan Carlos Latorre (DC), Adriana Muñoz (PPD), Fulvio Rossi (PS) y José Antonio Gómez (PR) son los rostros visibles de la nueva oposición. Es jueves 8 de abril y la invitación es a un desayuno en el edificio de "El Mercurio", en Vitacura. Es el mismo comedor donde el día anterior almorzaron los ideólogos más influyentes de la Concertación, para debatir sobre los mismos temas. A las 8:30 comienzan a llegar y, entre jugos de naranja y cafés cargados, comienza el encendido debate que estuvo marcado por las razones del fracaso en las últimas presidenciales...
Latorre: "La expresión política más importante que ha tenido la Concertación han sido sus gobiernos, no sus partidos. Es tal el poder político que tiene el gobierno en Chile, sobre todo en un régimen presidencial, que cuando se analiza por qué perdimos, evidentemente que hay una responsabilidad en los partidos, porque muchos de sus militantes estaban en el gobierno, pero el gobierno era el referente principal".
Gómez: "Perdimos por una cantidad múltiple de errores. Pero hay una forma muy fácil de echarle la culpa a la pérdida: son los partidos políticos, y eso es lo que han ido instalando ante la opinión pública. Los partidos políticos nunca hemos tomado decisiones políticas de verdad. Las reuniones de La Moneda eran reuniones en las cuales nosotros íbamos a escuchar lo que el gobierno quería hacer. Muchas veces discutimos temas y decisiones políticas que se habían adoptado y que considerábamos que eran erróneas".
Latorre: "Cuando empiezan a gobernar los ministros de Hacienda y no los que tienen el liderazgo político y que han sido electos como Presidentes de la República; cuando se empieza a dejar de lado la preocupación de la Concertación por las demandas de importantes sectores de la ciudadanía, se paga un costo".
Gómez: "Si hubo un gobierno que ninguneó a los partidos, fue el de Lagos".
Muñoz: "El sistema presidencialista produce una fuerte tensión institucional. Uno puede echarles la culpa a los ministros de Hacienda, a los presidentes, a que los partidos fuimos ninguneados, pero lo que hubo fue una tensión entre los autoflagelantes y los autocomplacientes, entre nuestra agenda democratizadora, de igualdad y justicia, y el pragmatismo de darle gobernabilidad a Chile".
Rossi: "En la derrota hay responsabilidades compartidas entre la Concertación, el gobierno, los partidos y los parlamentarios. Por eso, no comparto echarle la culpa al ministro de Hacienda. El problema fue la transversalidad impulsada desde 1990 por la dupla (Enrique) Correa-(Edgardo) Boeninger, y que significó que los partidos quedaran relegados".
Gómez: "Latorre se refiere a que cuando nosotros discutimos políticas sociales dentro del gobierno, no se nos hizo caso, y terminó variando la sintonía entre la Concertación y las necesidades de la gente. Con la tecnificación de la política, las diferencias entre la Concertación y la Alianza se hicieron poco nítidas".
Rossi: "No hay que equivocarse, hay una responsabilidad de nuestras colectividades en la derrota. Las pifias a los presidentes de partido en el Estadio Nacional (durante la campaña presidencial), donde estaban Gómez y Latorre, fueron una crítica a la forma en que decidimos a nuestros candidatos. En algún momento, José Antonio puso su cargo a disposición y, después, Pepe Auth. Latorre y Escalona tomaron otra decisión".
Latorre: "¡Es que si hubiésemos renunciado, ahí sí que perdemos por paliza en las elecciones!".
Rossi: "Pero es un dato de la realidad".
Latorre: "Enríquez-Ominami es uno de los responsables de que la derecha llegara al gobierno. El Partido Socialista tuvo varios candidatos presidenciales..."
Muñoz: "El pecado capital fue no hacer primarias, porque surgieron los individualismos y los egocentrismos de tres personas del Partido Socialista".
Rossi: "El PS tiene responsabilidad. ¿Cómo no la va a tener si Arrate, Navarro y Enríquez eran de nuestras filas?".
Latorre: "No es fácil cambiar el switch "
Latorre: "La Concertación está tranquila, mucho más relajada que en su última etapa de gobierno, en un proceso de reacomodo como oposición. Ha tenido una actitud muy responsable y se ha hecho cargo de lo que está ocurriendo en el país a causa del terremoto, que es un problema que condiciona nuestra actitud política. Estamos empezando a vivir lo que es ser partidos de oposición, y eso no es fácil, porque después de 20 años, casi inconscientemente, nos sentimos responsables de todo lo que ocurre como si estuviéramos todavía en el gobierno. No es fácil cambiar el switch ...".
Rossi: "Los mismos que critican que durante estos treinta días la Concertación ha estado inmóvil y silenciada dijeron que, si perdíamos, viviríamos una diáspora, que se produciría un desbande. Que algunos del PPD se iban a ir con Marco Enríquez, que una parte del PS iba a hacer una alianza con el PC, que la DC se aliaría con Piñera. Y la verdad es que nada de eso pasó. La Concertación sigue vigente y nadie ha puesto en duda que la alianza entre el centro e izquierda debe seguir siendo el pilar fundamental".
Gómez: "Yo tengo un matiz. Yo creo que la derrota, para nosotros, fue un terremoto político fuerte. Pero hay algo claro: la Concertación existe. Tenemos una postura, una alianza política que gobernó 20 años y que lo más probable es que en las próximas elecciones presidenciales tengamos una nueva oportunidad. Pero eso requiere de un diálogo profundo entre nosotros, y hoy día los cuatro presidentes hemos tratado de evitar la conflictividad, algunos más que otros".
Muñoz: "Desde el 17 de enero hemos estado procesando la derrota y en un ejercicio cotidiano de aprender a trabajar como oposición, tanto en el Parlamento como en los frentes sociales. Desde ese espacio hemos estado, responsablemente, manteniendo una articulación y una coordinación de la Concertación, al menos entre sus presidentes. Estamos en condiciones de hacer el encuentro del lunes, que no es una mera reunión técnica, sino un debate político de cómo la Concertación puede entregar propuestas eficientes, transparentes, redistributivas, equitativas y, sobre todo, no privatizadoras de la reconstrucción".
Muñoz: "Los jóvenes de hoy son más ávidos de poder y protagonismo que los viejos"
Latorre: "La renovación de la forma de hacer política es necesaria, pero se ha caricaturizado mucho la idea de la renovación. Es francamente insólito que personas que estuvieron durante 20 años definiendo lo que se hacía o no se hacía en el gobierno, hoy día hablen de renovación, justo cuando perdimos. ¿Por qué no se les ocurrió antes?"
Todos: "Diga nombres".
Latorre: "El otro día se lo escuché a José Miguel Insulza. Y qué insólito que lo diga hoy, porque si hay una persona que estuvo en todos los gobiernos de la Concertación, fue él. Y no es el único".
Gómez: "Enrique Correa".
Latorre: "Correa, y uno podría poner acá diez nombres más. La renovación no tiene que ver con los rostros ni con algo generacional: hay gente de la Concertación que tuvo responsabilidades importantes en los gobiernos, y eso no los descarta para que puedan seguir siendo dirigentes".
Rossi: "Yo quiero discrepar: he conversado con Enrique Correa y creo que su discurso es genuino".
Latorre: "Pero es genuino después de la elección".
Rossi: "Correa e Insulza hace mucho tiempo que están en esto, a mí me consta al menos".
Latorre: "A mí no".
Rossi: "La renovación tiene un componente generacional, sin duda alguna. Los partidos se dedicaron a trabajar para que a los gobiernos de la Concertación les fuera bien, pero descuidaron su relación con la ciudadanía. Y en eso todos tenemos cierto grado de responsabilidad... Algunos más, otros menos".
Gómez: "La renovación tiene que ver con una forma distinta de hacer política. No es un tema generacional".
Muñoz: "La renovación no es generacional, sino política. Pero, ¿cuál es la nueva forma de hacer política, si los jóvenes de hoy son más ávidos por el poder y por el protagonismo que los viejos? Tal vez es una etiqueta para instalarse en los cargos, desplazar generaciones. Es legítimo, si tampoco uno se aperna en esto, pero debe ser producto de un proceso. Nosotros, cuando llegamos al Parlamento éramos muy jóvenes y nunca se nos ocurrió que Mario Palestro tuviera que irse porque era viejo. La renovación a saltos brutales no es renovación".
Rossi: "Si uno no da saltos brutales, es imposible. En el caso del PS, nosotros, la generación más joven, nunca había tenido la opción de..."
Latorre: "¡No hablemos de un partido en particular!".
Rossi: "Déjame plantearlo, termino altiro. Nunca habíamos tenido la opción de tener el poder como hoy en día, cuando dos de los tres candidatos a la presidencia somos de la nueva generación. Y por poco tuvimos que asaltar el partido, y es una señal súper potente que estamos dando".
Latorre: "La renovación es un proyecto de carácter colectivo y no está asociada a ambiciones de personas que, a cualquier costo, tratan de mostrar su liderazgo, incluso con deslealtades".
Rossi: "No hubo falta de generosidad de Bachelet"
Rossi: "No comparto las críticas que se le han hecho a la Presidenta Bachelet. Evidentemente que hay responsabilidades compartidas, pero ella puso el máximo esfuerzo de colaboración con la campaña. No hubo falta de generosidad, ni quiso privilegiar su imagen personal por sobre el éxito de la Concertación".
Latorre: "Tenemos que ser capaces de analizar no sólo los éxitos del último gobierno de la Concertación, sino también aquellos aspectos que pudieron haberse hecho mejor. Me siento orgulloso del liderazgo de la Presidenta, pero hubo una decisión respecto de determinados conflictos sociales que puede haber incidido directamente en el resultado de la elección. Sería un mentiroso si no digo que lo creo fehacientemente. Particularmente respecto a los profesores, los gendarmes, los funcionarios públicos, el 7% de salud de jubilados... Los partidos fuimos categóricos en pedir que se abordaran de una forma distinta a cómo se resolvieron".
Muñoz: "La Presidenta Bachelet hizo su trabajo y lo hizo espléndidamente bien. Es una líder y es patrimonio de todas las chilenas y chilenos. La sacaría de la discusión, se los quiero decir con franqueza. Ni en mí ni en mi partido van a encontrar ningún ataque hacia la Presidenta, porque lo hizo extraordinariamente bien".
Latorre: "Insisto en que no son ataques a la Presidenta".
Gómez: "Yo voy a guardar riguroso silencio. Cada uno de los líderes de la Concertación tenemos responsabilidades y debe ser enjuiciado políticamente desde el punto de vista del debate. Pero es una reflexión que tiene que hacer la Concertación; no es el minuto. Si damos pábulo para que haya un titular de que la Presidenta Bachelet es responsable de las pérdidas, abrimos el espacio para que se inicie una discusión política de mucha profundidad. Yo, por lo menos, no lo voy a hacer...".
Latorre: "No me parece que no se pueda criticar a los gobiernos de la Concertación. Ni al último ni a los que vienen para atrás. ¿Cómo no los vamos a poder enjuiciar si nosotros mismos éramos partidos de gobierno?".
Gómez: "El responsable de tener una oposición colaboradora es el Presidente"
Gómez: "El miércoles tuvimos una reunión con Larroulet, ministro Secretario General de la Presidencia, del comité político, y le dijimos claramente que queremos ser una oposición responsable, colaborar, pero que para esos efectos se requiere mucho de un diálogo, tal y como lo hicieron Bachelet, Lagos, Frei, Aylwin. Pero lo que hemos visto, y a pesar de que cuando fue electo le dijimos a Piñera que estábamos disponibles para colaborar, nunca hemos tenido una conversación, excepto la del miércoles".
Rossi: "En muchas materias, como en toda democracia, vamos a llegar a acuerdos, sacar proyectos que son importantes para el país y va a contar con nuestra colaboración. Pero necesitamos movilizar a la sociedad civil, que también espera que la Concertación siga impulsando una agenda progresista con temas como el aborto terapéutico, la negociación colectiva, el sistema previsional, los temas energéticos, la educación pública, en donde no tenemos claramente acuerdo con el Gobierno. Nuestra impronta tienen que ser esos temas y marcar claramente la diferencia, porque Piñera está muy coartado por grupos muy conservadores".
Muñoz: "Debemos hacer una oposición responsable, justa, colaboradora en aquellos temas vinculados con la reconstrucción. Desde antes de que asumiera Piñera ofrecimos nuestra ayuda, propusimos iniciativas concretas, pero nunca más se escuchó la voz del Presidente Piñera para acoger esa propuesta. Insolentemente, ha dicho que en 20 días han hecho más que en 20 años. Eso ha hecho variar la visión que teníamos al inicio. En los grandes temas tenemos un proyecto de país que vamos a confrontar".
Gómez: "El primer responsable de tener una oposición que sea colaboradora es quien tiene la autoridad, el Presidente de la República".
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Fuente: ROCÍO MONTES y PAMELA ARAVENA - El Mercurio de Santiago.
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Intelectuales concertacionistas hablan sobre la crisis del conglomerado
Los presidentes de la República no pudieron salvar a los partidos.
¿Por qué perdió la Concertación? ¿De quién fue la culpa?¿ME-O, los partidos, la ex Presidenta Bachelet? ¿Cuáles son las dificultades de estar en la oposición tras 20 años en el poder? ¿Cómo debe comportarse el conglomerado ante el Gobierno de Piñera? ¿Qué debe hacer a centroizquierda para mantenerse vigente? Los ideólogos más influyentes de la coalición lo debaten en "El Mercurio".
No son los que dan los discursos, ni los que citan a conferencias de prensa, ni los que han estado en la primera línea ante la opinión pública durante los últimos veinte años. Pero el trabajo que han realizado en la Concertación ha sido tan discreto como influyente: los cuatro invitados que el pasado miércoles se reunieron en "El Mercurio" han nutrido de estrategia y contenido a los últimos cuatro gobiernos, han sido los cerebros. Hoy son los intelectuales más influyentes de la oposición. Probablemente los que, desde atrás, guiarán a la Concertación en esta nueva y compleja etapa.
Ernesto Ottone, Clarisa Hardy, Eugenio Tironi y Sergio Micco provienen de distintas fracciones del conglomerado. Pero ellos se sienten cercanos y hasta amigos, lo que se advierte al verlos conversar animosamente antes del almuerzo convocado a las 13:30 horas. Bromean, se recomiendan uno que otro texto interesante y comentan de actualidad con plena confianza. Pero al sentarse a la mesa, no hay miedo a la discrepancia. Coinciden en varios puntos, pero no hay temor a disentir sobre lo que ocurrió, está sucediendo, y acontecerá con la centroizquierda chilena.
¿El peak del debate? Cuando Tironi afirmó que la Concertación perdió por dos razones: por Marco Enríquez-Ominami y porque los grandes líderes de la Concertación no invirtieron su energía en evitar la degradación de los partidos.
De inmediato le contestó Clarisa Hardy: "Yo voy a rebatir la idea de Eugenio de que la Concertación perdió porque los presidentes de la República no hicieron una apuesta por los partidos. Si uno mira la trayectoria del gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet se da cuenta de que ella es la expresión de lo que la ciudadanía sentía que no expresaban los partidos poco diversos. Y su opción terminó siendo apoyada porque representaba la posibilidad del triunfo. ¿Cómo culpar a una Presidenta de no fortalecer a los partidos cuando es expresión de lo que ella quiere transformar socialmente? Nadie está llamado a hacer lo imposible: aquí no había posibilidad de que un Presidente salvara a los partidos, que requerían reformas sustantivas".
Ottone: "El problema es más general. Los presidentes de Chile son jefes de Estado, de Gobierno y de coalición. Es demasiada pega. Es una tarea demasiado recargada".
Tironi: "Pero Lagos lo fue, y, de hecho, dejó un resultado electoral espléndido".
Ottone: "Lagos trató, y todos los ex presidentes trataron. Todos los presidentes intentaron influir en una coalición más ordenada, pero estos grupos de poder dentro de los partidos, cuando los presidentes querían ordenar, lo veían como una intervención desde el exterior. No creo que el peso de la culpa recaiga en los presidentes de la República. Es injusto, porque es un fenómeno que tiene responsabilidades muy claras en los grupos dirigentes de los partidos políticos".
Micco: "La Presidenta Bachelet fue jefa de Estado, jefa de Gobierno y jefa de la coalición. Ahí está su popularidad. Es un capital político enorme, que tenemos todos que cuidar. Pero no me parece justo que radiquemos toda la responsabilidad en los partidos políticos, porque todas las encuestas demuestran la intrascendencia de la política".
Tironi: "No puede ser que el prestigio de los presidentes esté acá arriba y el de los partidos por allá abajo, porque eso lleva a la desinstitucionalización de la democracia. Los presidentes tan populares tienen que compartir un poco...".
Hardy: "Perdón, pero es de tal envergadura el problema que tienen los partidos como institución en este país, que ni el más denodado de los esfuerzos de la Presidenta...".
Tironi: "¿Pero quién lo hace, si no los líderes políticos? Los líderes están para enfrentar tareas complejas y difíciles...".
Hardy: "Los límites a los que están enfrentados los presidentes de la República y las exigencias son tantos, que si los partidos, simultáneamente, no abordan ellos las debilidades que tienen, ponen sobre los hombros de los mandatarios una tarea titánica; en mi opinión, inabordable".
Ottone: "Los presidentes de la República hicieron esfuerzos...".
Tironi: "Yo sé, Ernesto, pero nosotros tenemos experiencias de presidentes de la República que han puesto por delante su prestigio y su reputación ante la ciudadanía, para sacar adelante cosas muy difíciles, y contra el establishment , contra la oposición y muchas veces contra su propia coalición, y lo consiguieron. Nuestros grandes panzers , en términos de prestigio y popularidad, no rompieron lanzas. El gobierno tomó distancia de los partidos porque los consideró un estorbo, hizo arreglos con un grupo de parlamentarios para sacar algunas leyes; los intelectuales se fueron del gobierno, a la academia o a las empresas, porque también estaban hastiados de los partidos. Y los partidos pasaron a ser como el niño tonto de la casa, pero con la capacidad de elegir al candidato presidencial. Y después eligen mal, perdimos, y ahora todos les echamos la culpa sólo a ellos".
Ottone: "En la obra de la Concertación, que tuvo muchos logros, hubo una fuerte debilidad en la relación entre gobierno y partidos políticos. Esta debilidad, con el tiempo, se convirtió en un elemento muy negativo para la continuidad de la Concertación. Y eso fue castigado por la ciudadanía. Hoy ese problema tiene que ser subsanado, y por eso ponemos el acento en la renovación de los partidos, porque ella es la que tiene que generar liderazgos legítimos que compitan abiertamente y que puedan presentar una candidatura alternativa a la derecha, y que triunfe".
Todos: "Completamente de acuerdo".
Tironi: "¿La razón por la que perdimos? Marco Enríquez-Ominami y..."
Micco: "Cuando los partidos políticos llevan veinte años en el gobierno se producen dos fenómenos. Primero, la institucionalización y la burocratización del poder, hasta perder contacto con la sociedad civil. Y segundo, los incentivos llamados colectivos, la patria y el bien común, son sustituidos por incentivos selectivos: estatus, poder y dinero, y eso es lo que nos ocurrió. Por lo tanto, el primer desafío de los partidos de la Concertación es deslindarse del Estado y su reencuentro con la sociedad civil y con esta dimensión más épica de los grandes proyectos políticos".
Ottone: "Si la Concertación perdió no fue porque el proyecto se haya agotado: la administración de Michelle Bachelet terminó con un alto apoyo, y si fuimos derrotados en las elecciones no fue por el fracaso de los gobiernos de la Concertación, sino por los errores del conglomerado. Ese es un sentimiento amargo, frustrante, para los miembros de la Concertación. El problema estuvo al interior de la coalición y en las prácticas políticas partidarias, que estuvieron muy lejos de la sociedad".
Hardy: "Hay un mundo concertacionista, organizaciones civiles, que van más allá de las instituciones clásicas de los partidos, y yo no quiero hacer responsable a nadie en particular, pero hubo una rigidez por parte de las colectividades, que no conectaron con esa energía, capacidad y vitalidad".
Tironi: "Yo voy a ser provocador. La razón por la cual perdimos las elecciones se llama Marco Enríquez-Ominami. ME-O emergió a la vida pública en la primaria de la Concertación, a la que se llegó por la burocratización de las dirigencias partidarias que privilegiaron sus intereses particulares por sobre el interés común. Y los partidos llegaron a ese nivel de degradación porque los grandes líderes que ha tenido la Concertación no invirtieron ni pusieron su liderazgo en función de esa tarea. Está la Presidenta Bachelet, está el Presidente Lagos. Tiene menos responsabilidad, pero también tiene alguna, el Presidente Frei, y me permitirán que exceptúe al Presidente Aylwin, quien incluso fue capaz de asumir la presidencia de su partido en un momento en que estaba tirado en el suelo. He terminado".
Hardy: "No sabemos cómo ser oposición en democracia"
Tironi: "Yo he visto feliz a la Concertación: al fin están haciendo algo que habrían querido hacer desde hace tiempo y que habían reprimido por ese sentido de responsabilidad por ser parte del Gobierno. Había una suerte de animal encerrado, que era el de poder ser crítico, poder pasarse del límite de lo permitido. En estos treinta días se ha producido una suerte de reencuentro con un ethos muy profundo que es más bien rebelde".
Hardy: "Estamos pasando por un momento difícil, porque no sabemos cómo está la coalición. Nos costó constituirnos como oposición en dictadura, y no sabemos cómo ser oposición en democracia. No sólo por el cambio de gobierno, sino por la dificultad de constituirse después de un desastre de la magnitud del terremoto. Como tenemos una tarea mayor, disminuye la urgencia de lo que debieran haber sido debates sustantivos".
Micco: "El temor que muchos teníamos era que tras la derrota viniera la diáspora, y eso hasta aquí no ha ocurrido. El debate en los partidos es de renovación de rostros, estilos, pero no he escuchado a nadie decir, hasta aquí, que hay que romper con la Concertación. Desde ese punto de vista, yo estoy extraordinariamente contento como centroizquierdista por estos treinta primeros días".
Ottone: "Yo no comparto esa idea de que hay un centro, con existencia propia, con fronteras muy claras, y por otro lado una izquierda. Estos veinte años han sido muy potentes, y se ha configurado un continuum de centroizquierda en el que la gente se reconoce. Esto evitó la diáspora, que si no se contara con esa fortaleza, habría sido lo más lógico. Finalmente, lo importante es la centroizquierda como un todo, porque varios pollos no hacen un águila".
Tironi: "Pero la Concertación ha tenido dos subsidios para mantenerse unida. Primero, el Gobierno de Piñera, que no tiene nada que ver con la cultura ni con la tradición de centroizquierda. Y segundo, el fin de ME-O".
Ottone: "Dios te escuche".
Micco: "Debemos presentar un solo candidato"
Ottone: "Tiene que haber una profunda renovación en el campo de la centroizquierda. Se debe generar una oposición de propuestas, de gobernabilidad, una fuerza capaz de llegar al Gobierno, y que esto se haga en una competencia legítima: estoy por cambiar la ley de partidos políticos, para que sus elecciones internas sean abiertas. Que todos los ciudadanos puedan votar, a no ser que militen en otra colectividad".
Hardy: "Es urgente cambiar la ley de partidos, el sistema electoral, convocar a una reforma para las iniciativas populares de ley, que permite que la ciudadanía tenga injerencia en el quehacer público".
Micco: "Programa, coalición y liderazgo. En el tema del programa, mucha conversación entre intelectuales, dirigentes sociales, académicos y la sociedad civil para construir una nueva propuesta. En el de coalición, tenemos que ratificar nuestra voluntad común de seguir trabajando juntos. Y en el de liderazgo, me conformo hoy día con que digamos sólo dos cosas: que vamos a presentar un solo candidato y, segundo, que fijemos ahora primarias abiertas, obligatorias y simultáneas".
Tironi: "El Gobierno actual puede tener éxito y golpear fibras muy importantes de la población. Es la aplicación en el Estado de la lógica del empresariado creado a partir del éxito de los últimos 25 años. Son post Chicago Boys. No representa la desestatización, sino la privatización del Estado, y, ojo, un alto porcentaje votó por eso. Si la actitud de la Concertación es el escepticismo respecto de Piñera, es la antirrenovación, y podemos quedar mirándonos el ombligo. La renovación que tiene que ser importante en el lado de la Concertación, en términos de líderes, estilos, formas de organización, democratización, debe superar todos los límites de lo que se ha abierto a algo jamás".
Ottone: "Nuestro éxito no es la desgracia de Piñera"
Ottone: "La candidatura de Piñera logró unir a la derecha fuertemente, pero sin un programa, salvo hacer la gestión mejor. Y vino el terremoto, que le generó un programa. La Concertación también se tiene que construir como oposición en el mundo de la reconstrucción, y es un esfuerzo muy fuerte, porque debe mantener su vocación de ser gobierno en el futuro, no abandonar el concepto de gobernabilidad con un manejo populista, pequeño, mezquino, irresponsable. Nuestro éxito no debe estar basado en la desgracia de Piñera. Tenemos que fiscalizar, hacer propuestas alternativas, porque nosotros tenemos otra idea de la reconstrucción".
Hardy: " La Concertación no era un puro acuerdo electoral, y ahora tener que repensar en cómo refundar y renovar la centroizquierda, en medio de una catástrofe, es una pura complicación. Nuestro problema era político, y un quinto gobierno iba a ser un cambio cualitativo respecto de los precedentes, precisamente porque había llegado a este punto de inflexión. Y ahora, ¿cómo te vas a dar el lujo de hacer una discusión sustantiva sobre las grandes reformas políticas e institucionales que este país necesita en medio del desastre? Es algo que va a requerir de la mayor de las audacias de la Concertación".
Tironi: " A la Concertación le será fácil ser oposición, y los problemas se están resolviendo solos. Primero, porque la idea de reconstruir es algo que está sumamente presente en el mundo de la centroizquierda. Dos, porque no tiene el problema que tenía la oposición de derecha, que estaba amarrada por intereses. Y tres, porque el contraste entre lo que es el actual Gobierno y la Concertación es tan evidente y tan obvio, que ya no son necesarias las discusiones programáticas sobre el proyecto político".
Micco: " Tenemos cuatro tareas. Debemos fiscalizar el cumplimiento de las promesas de gobierno. También, el cumplimiento de la Constitución y las leyes, porque es real el riesgo de una extrema concentración del poder en Chile. La reconstrucción de un país con un terremoto, donde se van a tener que ejecutar y acelerar miles y millones de dólares, es un caldo de cultivo de la corrupción. Debemos representar los intereses sociales y las ideas políticas que no van a estar representadas por las políticas públicas y proyectos de Sebastián Piñera".
Tironi: " Sólo por Jaime Ravinet".
Micco: " No me voy a dejar provocar por eso. Ahí hubo un intento político de deteriorar a la Concertación, y que terminó en un desastre. El cuarto punto es que hay que mantener un gabinete en las sombras; es decir, un equipo de gobierno alternativo, ideas, programas y proyectos, de tal manera que a la Concertación, cuando vuelva al poder, no le ocurra lo que le ocurrió a la derecha".
Ottone: " Yo agregaría un punto. La Concertación tiene deberes de vigilancia frente a los intentos de revolución conservadora del actual Gobierno y también frente a la enorme tarea que realizó la Concertación de generar una relación sana entre poder civil y las Fuerzas Armadas".
Definiciones:
-Si hoy fuera la elección presidencial, ¿quién sería su candidato?
Ottone: "Carolina Tohá"
Tironi: "Carolina Tohá".
Hardy: "Hoy, Michelle Bachelet, lo que no significa para nada que esté pensando en la candidatura del 2014".
Micco: "No tengo candidato".
Rossi: "Es prematuro, pero hoy en día la persona que está con la mayor opción es la Presidenta Bachelet".
Muñoz: "Michelle Bachelet".
Gómez: "Alguien que represente un cambio profundo no, no, no los mismos de siempre".
Latorre: "Claramente hoy no tengo candidato".
-En pocas palabras,
defina al Gobierno de Piñera:
Ottone: "Hay consenso, incluso entre sus partidarios, en que no partió bien".
Tironi: "Piñera".
Hardy: "De derecha".
Micco: "Demasiado confundidos los intereses privados con los públicos.
Rossi: "La nueva forma de gobernar, gobierna por decreto".
Muñoz: "Improvisación".
Gómez: "Confuso".
Latorre: "Muy mediático, y pese a sus anuncios durante el último año, muy improvisada la instalación de su gobierno".
-Apueste: ¿cuántos
períodos presidenciales
se mantendrá la derecha
en La Moneda?
Ottone: "Espero que uno".
Tironi: "Uno".
Hardy: "Si tengo que juzgar por este inicio, y debo confesar que es un inicio muy corto y tensionante, uno. Pero es injusto, porque perfectamente podría cambiar en el transcurso del próximo tiempo".
Micco: "Si hacemos la pega bien, un solo período. Cuatro años".
Rossi: "Uno".
Muñoz: "Espero que sólo uno".
Gómez: "Espero que uno".
Latorre: "Ellos mismos van a llegar a la conclusión de que con un periodo basta".
-¿Cuál fue
el mejor Gobierno
de la Concertación?
Ottone: "Los 20 años de la Concertación son un continuum exitoso. Y si me preguntas por cuál me resultó más cercano, la respuesta es la más obvia en mi caso: el de Ricardo Lagos".
Tironi: "No puedo contestar eso".
Hardy: "Hubo cuatro buenos gobiernos, pero se produjo un punto de inflexión con el de Lagos y una profundización con el de Bachelet".
Micco: "El fundacional. El de don Patricio Aylwin".
Rossi: "Todos han tenido sus luces y sus zonas más grises".
Muñoz: "El de Lagos y Bachelet".
Gómez: "Cada uno tuvo su tiempo".
Latorre: "Cada cual tiene un cierto sello".
-¿La Concertación debe abrir espacio a los díscolos para volver?
Ottone: "No es un problema a resolver por parte de la Concertación, si no de ellos mismos; si pueden reencontrarse con las ideas que hemos planteado".
Tironi: "Sí, debe hacerlo".
Hardy: "Deben volver los actores fundacionales del espíritu de la centroizquierda y de la Concertación, y no me refiero al discolaje".
Micco: "Todo aquel que esté dispuesto a participar de nuestros debates y deliberaciones libres y democráticas, y a aceptar sus resultados, tiene derecho a estar en la Concertación".
Rossi: "Sí. Son aportes que no sobran".
Muñoz: "La Concertación tiene que definir una política de alianza amplia con todos los sectores de centro e izquierda del país".
Gómez: "No sé si a los díscolos, porque produjeron una ruptura, pero hay que darles espacio a aquellos que tienen opiniones distintas dentro de la Concertación o que están fuera del conglomerado".
Latorre: "Mientras asocien su trabajo sólo a proyectos personales, no vale la pena insistir en estar cerca de ellos".
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ROCÍO MONTES y PAMELA ARAVENA - Emol.
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¿Por qué perdió la Concertación? ¿De quién fue la culpa?¿ME-O, los partidos, la ex Presidenta Bachelet? ¿Cuáles son las dificultades de estar en la oposición tras 20 años en el poder? ¿Cómo debe comportarse el conglomerado ante el Gobierno de Piñera? ¿Qué debe hacer a centroizquierda para mantenerse vigente? Los ideólogos más influyentes de la coalición lo debaten en "El Mercurio".
No son los que dan los discursos, ni los que citan a conferencias de prensa, ni los que han estado en la primera línea ante la opinión pública durante los últimos veinte años. Pero el trabajo que han realizado en la Concertación ha sido tan discreto como influyente: los cuatro invitados que el pasado miércoles se reunieron en "El Mercurio" han nutrido de estrategia y contenido a los últimos cuatro gobiernos, han sido los cerebros. Hoy son los intelectuales más influyentes de la oposición. Probablemente los que, desde atrás, guiarán a la Concertación en esta nueva y compleja etapa.
Ernesto Ottone, Clarisa Hardy, Eugenio Tironi y Sergio Micco provienen de distintas fracciones del conglomerado. Pero ellos se sienten cercanos y hasta amigos, lo que se advierte al verlos conversar animosamente antes del almuerzo convocado a las 13:30 horas. Bromean, se recomiendan uno que otro texto interesante y comentan de actualidad con plena confianza. Pero al sentarse a la mesa, no hay miedo a la discrepancia. Coinciden en varios puntos, pero no hay temor a disentir sobre lo que ocurrió, está sucediendo, y acontecerá con la centroizquierda chilena.
¿El peak del debate? Cuando Tironi afirmó que la Concertación perdió por dos razones: por Marco Enríquez-Ominami y porque los grandes líderes de la Concertación no invirtieron su energía en evitar la degradación de los partidos.
De inmediato le contestó Clarisa Hardy: "Yo voy a rebatir la idea de Eugenio de que la Concertación perdió porque los presidentes de la República no hicieron una apuesta por los partidos. Si uno mira la trayectoria del gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet se da cuenta de que ella es la expresión de lo que la ciudadanía sentía que no expresaban los partidos poco diversos. Y su opción terminó siendo apoyada porque representaba la posibilidad del triunfo. ¿Cómo culpar a una Presidenta de no fortalecer a los partidos cuando es expresión de lo que ella quiere transformar socialmente? Nadie está llamado a hacer lo imposible: aquí no había posibilidad de que un Presidente salvara a los partidos, que requerían reformas sustantivas".
Ottone: "El problema es más general. Los presidentes de Chile son jefes de Estado, de Gobierno y de coalición. Es demasiada pega. Es una tarea demasiado recargada".
Tironi: "Pero Lagos lo fue, y, de hecho, dejó un resultado electoral espléndido".
Ottone: "Lagos trató, y todos los ex presidentes trataron. Todos los presidentes intentaron influir en una coalición más ordenada, pero estos grupos de poder dentro de los partidos, cuando los presidentes querían ordenar, lo veían como una intervención desde el exterior. No creo que el peso de la culpa recaiga en los presidentes de la República. Es injusto, porque es un fenómeno que tiene responsabilidades muy claras en los grupos dirigentes de los partidos políticos".
Micco: "La Presidenta Bachelet fue jefa de Estado, jefa de Gobierno y jefa de la coalición. Ahí está su popularidad. Es un capital político enorme, que tenemos todos que cuidar. Pero no me parece justo que radiquemos toda la responsabilidad en los partidos políticos, porque todas las encuestas demuestran la intrascendencia de la política".
Tironi: "No puede ser que el prestigio de los presidentes esté acá arriba y el de los partidos por allá abajo, porque eso lleva a la desinstitucionalización de la democracia. Los presidentes tan populares tienen que compartir un poco...".
Hardy: "Perdón, pero es de tal envergadura el problema que tienen los partidos como institución en este país, que ni el más denodado de los esfuerzos de la Presidenta...".
Tironi: "¿Pero quién lo hace, si no los líderes políticos? Los líderes están para enfrentar tareas complejas y difíciles...".
Hardy: "Los límites a los que están enfrentados los presidentes de la República y las exigencias son tantos, que si los partidos, simultáneamente, no abordan ellos las debilidades que tienen, ponen sobre los hombros de los mandatarios una tarea titánica; en mi opinión, inabordable".
Ottone: "Los presidentes de la República hicieron esfuerzos...".
Tironi: "Yo sé, Ernesto, pero nosotros tenemos experiencias de presidentes de la República que han puesto por delante su prestigio y su reputación ante la ciudadanía, para sacar adelante cosas muy difíciles, y contra el establishment , contra la oposición y muchas veces contra su propia coalición, y lo consiguieron. Nuestros grandes panzers , en términos de prestigio y popularidad, no rompieron lanzas. El gobierno tomó distancia de los partidos porque los consideró un estorbo, hizo arreglos con un grupo de parlamentarios para sacar algunas leyes; los intelectuales se fueron del gobierno, a la academia o a las empresas, porque también estaban hastiados de los partidos. Y los partidos pasaron a ser como el niño tonto de la casa, pero con la capacidad de elegir al candidato presidencial. Y después eligen mal, perdimos, y ahora todos les echamos la culpa sólo a ellos".
Ottone: "En la obra de la Concertación, que tuvo muchos logros, hubo una fuerte debilidad en la relación entre gobierno y partidos políticos. Esta debilidad, con el tiempo, se convirtió en un elemento muy negativo para la continuidad de la Concertación. Y eso fue castigado por la ciudadanía. Hoy ese problema tiene que ser subsanado, y por eso ponemos el acento en la renovación de los partidos, porque ella es la que tiene que generar liderazgos legítimos que compitan abiertamente y que puedan presentar una candidatura alternativa a la derecha, y que triunfe".
Todos: "Completamente de acuerdo".
Tironi: "¿La razón por la que perdimos? Marco Enríquez-Ominami y..."
Micco: "Cuando los partidos políticos llevan veinte años en el gobierno se producen dos fenómenos. Primero, la institucionalización y la burocratización del poder, hasta perder contacto con la sociedad civil. Y segundo, los incentivos llamados colectivos, la patria y el bien común, son sustituidos por incentivos selectivos: estatus, poder y dinero, y eso es lo que nos ocurrió. Por lo tanto, el primer desafío de los partidos de la Concertación es deslindarse del Estado y su reencuentro con la sociedad civil y con esta dimensión más épica de los grandes proyectos políticos".
Ottone: "Si la Concertación perdió no fue porque el proyecto se haya agotado: la administración de Michelle Bachelet terminó con un alto apoyo, y si fuimos derrotados en las elecciones no fue por el fracaso de los gobiernos de la Concertación, sino por los errores del conglomerado. Ese es un sentimiento amargo, frustrante, para los miembros de la Concertación. El problema estuvo al interior de la coalición y en las prácticas políticas partidarias, que estuvieron muy lejos de la sociedad".
Hardy: "Hay un mundo concertacionista, organizaciones civiles, que van más allá de las instituciones clásicas de los partidos, y yo no quiero hacer responsable a nadie en particular, pero hubo una rigidez por parte de las colectividades, que no conectaron con esa energía, capacidad y vitalidad".
Tironi: "Yo voy a ser provocador. La razón por la cual perdimos las elecciones se llama Marco Enríquez-Ominami. ME-O emergió a la vida pública en la primaria de la Concertación, a la que se llegó por la burocratización de las dirigencias partidarias que privilegiaron sus intereses particulares por sobre el interés común. Y los partidos llegaron a ese nivel de degradación porque los grandes líderes que ha tenido la Concertación no invirtieron ni pusieron su liderazgo en función de esa tarea. Está la Presidenta Bachelet, está el Presidente Lagos. Tiene menos responsabilidad, pero también tiene alguna, el Presidente Frei, y me permitirán que exceptúe al Presidente Aylwin, quien incluso fue capaz de asumir la presidencia de su partido en un momento en que estaba tirado en el suelo. He terminado".
Hardy: "No sabemos cómo ser oposición en democracia"
Tironi: "Yo he visto feliz a la Concertación: al fin están haciendo algo que habrían querido hacer desde hace tiempo y que habían reprimido por ese sentido de responsabilidad por ser parte del Gobierno. Había una suerte de animal encerrado, que era el de poder ser crítico, poder pasarse del límite de lo permitido. En estos treinta días se ha producido una suerte de reencuentro con un ethos muy profundo que es más bien rebelde".
Hardy: "Estamos pasando por un momento difícil, porque no sabemos cómo está la coalición. Nos costó constituirnos como oposición en dictadura, y no sabemos cómo ser oposición en democracia. No sólo por el cambio de gobierno, sino por la dificultad de constituirse después de un desastre de la magnitud del terremoto. Como tenemos una tarea mayor, disminuye la urgencia de lo que debieran haber sido debates sustantivos".
Micco: "El temor que muchos teníamos era que tras la derrota viniera la diáspora, y eso hasta aquí no ha ocurrido. El debate en los partidos es de renovación de rostros, estilos, pero no he escuchado a nadie decir, hasta aquí, que hay que romper con la Concertación. Desde ese punto de vista, yo estoy extraordinariamente contento como centroizquierdista por estos treinta primeros días".
Ottone: "Yo no comparto esa idea de que hay un centro, con existencia propia, con fronteras muy claras, y por otro lado una izquierda. Estos veinte años han sido muy potentes, y se ha configurado un continuum de centroizquierda en el que la gente se reconoce. Esto evitó la diáspora, que si no se contara con esa fortaleza, habría sido lo más lógico. Finalmente, lo importante es la centroizquierda como un todo, porque varios pollos no hacen un águila".
Tironi: "Pero la Concertación ha tenido dos subsidios para mantenerse unida. Primero, el Gobierno de Piñera, que no tiene nada que ver con la cultura ni con la tradición de centroizquierda. Y segundo, el fin de ME-O".
Ottone: "Dios te escuche".
Micco: "Debemos presentar un solo candidato"
Ottone: "Tiene que haber una profunda renovación en el campo de la centroizquierda. Se debe generar una oposición de propuestas, de gobernabilidad, una fuerza capaz de llegar al Gobierno, y que esto se haga en una competencia legítima: estoy por cambiar la ley de partidos políticos, para que sus elecciones internas sean abiertas. Que todos los ciudadanos puedan votar, a no ser que militen en otra colectividad".
Hardy: "Es urgente cambiar la ley de partidos, el sistema electoral, convocar a una reforma para las iniciativas populares de ley, que permite que la ciudadanía tenga injerencia en el quehacer público".
Micco: "Programa, coalición y liderazgo. En el tema del programa, mucha conversación entre intelectuales, dirigentes sociales, académicos y la sociedad civil para construir una nueva propuesta. En el de coalición, tenemos que ratificar nuestra voluntad común de seguir trabajando juntos. Y en el de liderazgo, me conformo hoy día con que digamos sólo dos cosas: que vamos a presentar un solo candidato y, segundo, que fijemos ahora primarias abiertas, obligatorias y simultáneas".
Tironi: "El Gobierno actual puede tener éxito y golpear fibras muy importantes de la población. Es la aplicación en el Estado de la lógica del empresariado creado a partir del éxito de los últimos 25 años. Son post Chicago Boys. No representa la desestatización, sino la privatización del Estado, y, ojo, un alto porcentaje votó por eso. Si la actitud de la Concertación es el escepticismo respecto de Piñera, es la antirrenovación, y podemos quedar mirándonos el ombligo. La renovación que tiene que ser importante en el lado de la Concertación, en términos de líderes, estilos, formas de organización, democratización, debe superar todos los límites de lo que se ha abierto a algo jamás".
Ottone: "Nuestro éxito no es la desgracia de Piñera"
Ottone: "La candidatura de Piñera logró unir a la derecha fuertemente, pero sin un programa, salvo hacer la gestión mejor. Y vino el terremoto, que le generó un programa. La Concertación también se tiene que construir como oposición en el mundo de la reconstrucción, y es un esfuerzo muy fuerte, porque debe mantener su vocación de ser gobierno en el futuro, no abandonar el concepto de gobernabilidad con un manejo populista, pequeño, mezquino, irresponsable. Nuestro éxito no debe estar basado en la desgracia de Piñera. Tenemos que fiscalizar, hacer propuestas alternativas, porque nosotros tenemos otra idea de la reconstrucción".
Hardy: " La Concertación no era un puro acuerdo electoral, y ahora tener que repensar en cómo refundar y renovar la centroizquierda, en medio de una catástrofe, es una pura complicación. Nuestro problema era político, y un quinto gobierno iba a ser un cambio cualitativo respecto de los precedentes, precisamente porque había llegado a este punto de inflexión. Y ahora, ¿cómo te vas a dar el lujo de hacer una discusión sustantiva sobre las grandes reformas políticas e institucionales que este país necesita en medio del desastre? Es algo que va a requerir de la mayor de las audacias de la Concertación".
Tironi: " A la Concertación le será fácil ser oposición, y los problemas se están resolviendo solos. Primero, porque la idea de reconstruir es algo que está sumamente presente en el mundo de la centroizquierda. Dos, porque no tiene el problema que tenía la oposición de derecha, que estaba amarrada por intereses. Y tres, porque el contraste entre lo que es el actual Gobierno y la Concertación es tan evidente y tan obvio, que ya no son necesarias las discusiones programáticas sobre el proyecto político".
Micco: " Tenemos cuatro tareas. Debemos fiscalizar el cumplimiento de las promesas de gobierno. También, el cumplimiento de la Constitución y las leyes, porque es real el riesgo de una extrema concentración del poder en Chile. La reconstrucción de un país con un terremoto, donde se van a tener que ejecutar y acelerar miles y millones de dólares, es un caldo de cultivo de la corrupción. Debemos representar los intereses sociales y las ideas políticas que no van a estar representadas por las políticas públicas y proyectos de Sebastián Piñera".
Tironi: " Sólo por Jaime Ravinet".
Micco: " No me voy a dejar provocar por eso. Ahí hubo un intento político de deteriorar a la Concertación, y que terminó en un desastre. El cuarto punto es que hay que mantener un gabinete en las sombras; es decir, un equipo de gobierno alternativo, ideas, programas y proyectos, de tal manera que a la Concertación, cuando vuelva al poder, no le ocurra lo que le ocurrió a la derecha".
Ottone: " Yo agregaría un punto. La Concertación tiene deberes de vigilancia frente a los intentos de revolución conservadora del actual Gobierno y también frente a la enorme tarea que realizó la Concertación de generar una relación sana entre poder civil y las Fuerzas Armadas".
Definiciones:
-Si hoy fuera la elección presidencial, ¿quién sería su candidato?
Ottone: "Carolina Tohá"
Tironi: "Carolina Tohá".
Hardy: "Hoy, Michelle Bachelet, lo que no significa para nada que esté pensando en la candidatura del 2014".
Micco: "No tengo candidato".
Rossi: "Es prematuro, pero hoy en día la persona que está con la mayor opción es la Presidenta Bachelet".
Muñoz: "Michelle Bachelet".
Gómez: "Alguien que represente un cambio profundo no, no, no los mismos de siempre".
Latorre: "Claramente hoy no tengo candidato".
-En pocas palabras,
defina al Gobierno de Piñera:
Ottone: "Hay consenso, incluso entre sus partidarios, en que no partió bien".
Tironi: "Piñera".
Hardy: "De derecha".
Micco: "Demasiado confundidos los intereses privados con los públicos.
Rossi: "La nueva forma de gobernar, gobierna por decreto".
Muñoz: "Improvisación".
Gómez: "Confuso".
Latorre: "Muy mediático, y pese a sus anuncios durante el último año, muy improvisada la instalación de su gobierno".
-Apueste: ¿cuántos
períodos presidenciales
se mantendrá la derecha
en La Moneda?
Ottone: "Espero que uno".
Tironi: "Uno".
Hardy: "Si tengo que juzgar por este inicio, y debo confesar que es un inicio muy corto y tensionante, uno. Pero es injusto, porque perfectamente podría cambiar en el transcurso del próximo tiempo".
Micco: "Si hacemos la pega bien, un solo período. Cuatro años".
Rossi: "Uno".
Muñoz: "Espero que sólo uno".
Gómez: "Espero que uno".
Latorre: "Ellos mismos van a llegar a la conclusión de que con un periodo basta".
-¿Cuál fue
el mejor Gobierno
de la Concertación?
Ottone: "Los 20 años de la Concertación son un continuum exitoso. Y si me preguntas por cuál me resultó más cercano, la respuesta es la más obvia en mi caso: el de Ricardo Lagos".
Tironi: "No puedo contestar eso".
Hardy: "Hubo cuatro buenos gobiernos, pero se produjo un punto de inflexión con el de Lagos y una profundización con el de Bachelet".
Micco: "El fundacional. El de don Patricio Aylwin".
Rossi: "Todos han tenido sus luces y sus zonas más grises".
Muñoz: "El de Lagos y Bachelet".
Gómez: "Cada uno tuvo su tiempo".
Latorre: "Cada cual tiene un cierto sello".
-¿La Concertación debe abrir espacio a los díscolos para volver?
Ottone: "No es un problema a resolver por parte de la Concertación, si no de ellos mismos; si pueden reencontrarse con las ideas que hemos planteado".
Tironi: "Sí, debe hacerlo".
Hardy: "Deben volver los actores fundacionales del espíritu de la centroizquierda y de la Concertación, y no me refiero al discolaje".
Micco: "Todo aquel que esté dispuesto a participar de nuestros debates y deliberaciones libres y democráticas, y a aceptar sus resultados, tiene derecho a estar en la Concertación".
Rossi: "Sí. Son aportes que no sobran".
Muñoz: "La Concertación tiene que definir una política de alianza amplia con todos los sectores de centro e izquierda del país".
Gómez: "No sé si a los díscolos, porque produjeron una ruptura, pero hay que darles espacio a aquellos que tienen opiniones distintas dentro de la Concertación o que están fuera del conglomerado".
Latorre: "Mientras asocien su trabajo sólo a proyectos personales, no vale la pena insistir en estar cerca de ellos".
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ROCÍO MONTES y PAMELA ARAVENA - Emol.
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miércoles, 31 de marzo de 2010
ESPAÑA: El desplome de las escuelas de periodismo y de la fantasía del periodismo objetivo.
Paul Alonso (Kight Center) Para el ex periodista y bloguero Chris Lynch, las escuelas de periodismo se reducirán drásticamente en los próximos años. Las que quedarán serán radicalmente diferentes: los alumnos ya no se enfocaran en la creación de contenidos y dejarán de lado finalmente la "estúpida fantasía del periodismo objetivo".
La lógica de Lynch es la siguiente: se consolidará una "elite de lectores", que será pequeña en número, con dinero y la única dispuesta a pagar por creadores profesionales de contenido. Con una audiencia tan pequeña (y por lo tanto pocos puestos de trabajo como periodista profesional), ¿tiene sentido que sigan existiendo las escuelas de periodismo? Según Lynch: los mejores creadores de contenidos no irán a escuelas de periodismo y vendrán de otras áreas especializadas (¿acaso no era así antes?).
Esto ocasionará que se desplome la falacia del "periodismo objetivo". A los alumnos aún les enseñan simplemente a llamar a la gente, recolectar información y hacer una nota con la fórmula "él/ella, dijo". Ya sea en texto, audio o video, esta fórmula denota la falacia de que si uno puede tener citas de dos partes opuestas y las pone en una nota está siendo un buen periodista. Y si es muy bueno, incluso puede ser llamado a la TV como "experto". Pero la realidad es que la mayoría de periodistas no son expertos en nada: sólo reportan sobre gente que es experta.
El texto de Lynch fue contestado por Jean Folkers, decana de la Universidad de Carolina del Norte. Para la académica, la educación en periodismo está lejos de ser perfecta, pero los cambios están sucediendo rápidamente y las escuelas de periodismo son el futuro.
Fuente: Periodistas en Español.
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La lógica de Lynch es la siguiente: se consolidará una "elite de lectores", que será pequeña en número, con dinero y la única dispuesta a pagar por creadores profesionales de contenido. Con una audiencia tan pequeña (y por lo tanto pocos puestos de trabajo como periodista profesional), ¿tiene sentido que sigan existiendo las escuelas de periodismo? Según Lynch: los mejores creadores de contenidos no irán a escuelas de periodismo y vendrán de otras áreas especializadas (¿acaso no era así antes?).
Esto ocasionará que se desplome la falacia del "periodismo objetivo". A los alumnos aún les enseñan simplemente a llamar a la gente, recolectar información y hacer una nota con la fórmula "él/ella, dijo". Ya sea en texto, audio o video, esta fórmula denota la falacia de que si uno puede tener citas de dos partes opuestas y las pone en una nota está siendo un buen periodista. Y si es muy bueno, incluso puede ser llamado a la TV como "experto". Pero la realidad es que la mayoría de periodistas no son expertos en nada: sólo reportan sobre gente que es experta.
El texto de Lynch fue contestado por Jean Folkers, decana de la Universidad de Carolina del Norte. Para la académica, la educación en periodismo está lejos de ser perfecta, pero los cambios están sucediendo rápidamente y las escuelas de periodismo son el futuro.
Fuente: Periodistas en Español.
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CUBA: Fariñas pide a España el avión ambulancia para los presos políticos enfermos.
Fariñas explicó a la embajada española "que no iba a viajar para ser exiliado y que tampoco iba a ir para regresar".
El disidente "agradece que se preocupen por él, pero ha dicho que sus objetivos son otros, por los que va a mantenerse en esta situación".
Miles de personas piden en Los Ángeles una Cuba libre de los hermanos Castro.
El disidente cubano Guillermo Fariñas, en huelga de hambre y sed desde hace más de un mes, pidió al Gobierno español que el avión ambulancia que le ofrece para viajar a ese país, lo ponga mejor a disposición de los 26 presos políticos enfermos por cuya libertad comenzó su ayuno. Entre tanto, en Los Ángeles miles de personas marcharon para pedir por las libertades en Cuba en un acto protagonizado por el actor Andy García y la bloguera Yoani Sánchez.
Miles de personas piden en Los Ángeles una Cuba libre de los Castro
La madre del opositor, Alicia Hernández, dijo a Efe que Fariñas habló con el consejero político de la embajada de España en La Habana, Carlos Pérez-Desoy, a quien le explicó "que no iba a viajar para ser exiliado y que tampoco iba a ir para regresar".
Fariñas "dijo que esa propuesta (del avión) el Gobierno español se la haga a alguno de los que están presos, que su estado de salud está muy quebrantado, para ver si alguno acepta y se quiere ir a recuperar allá", agregó Hernández por teléfono desde el hospital de Santa Clara en el que está el disidente desde el 11 de marzo. "Dijo que él no quería viajar a España, que no iba a exiliarse ni a ir para recuperarse y para regresar (...) que se mantendrá en su propósito hasta las últimas consecuencias. Está bien claro y definido", aseguró la madre.
Hernández agradeció al Gobierno español que se preocupe por salvar la vida de su hijo, y añadió que Fariñas "también agradece que se preocupen por él, pero ha dicho que sus objetivos son otros, por los que va a mantenerse en esta situación". El sicólogo y periodista opositor, de 48 años, ha rechazado antes varias ofertas de asilo, la primera de ellas de España.
Entre tanto, en Los Ángeles miles de personas marcharon para pedir por las libertades en Cuba en un acto protagonizado por el actor Andy García y la bloguera Yoani Sánchez y marcado por un altercado con un grupo pro castrista. Entre gritos de "respeto a los derechos humanos" y "libertad, libertad", disidentes cubanos y simpatizantes del movimiento de las Damas de Blanco de Cuba se congregaron en el parque de Echo Park, en la urbe californiana, para mostrar su solidaridad con quienes luchan en la isla caribeña por la excarcelación de los presos políticos.
"Ha sido muy emocionante", dijo a Efe García. "Ya llegó la hora de reconocer lo que está pasando en Cuba y ojalá que con este apoyo podamos llegar al final, que es la libertad en Cuba", comentó el artista. Un grupo de personas desde una loma aledaña al lugar de inicio de la marcha, desde donde ondearon banderas con la imagen del Che Guevara lanzaron mensajes favorables al régimen instaurado por Fidel Castro, lo que calentó los ánimos de los manifestantes.
La tensión llegó al punto de que varios disidentes cubanos llegaron a forcejear con los pro castristas a quienes arrebataron y rompieron las banderas, momento en el que tuvo que intervenir la policía.
Posteriormente la marcha se desarrolló en silencio y sin incidentes alrededor del lago de Echo Park y concluyó con una llamada telefónica a la conocida bloguera cubana Yoani Sánchez, quien se dirigió a los presentes por un teléfono móvil. "Esto nos está ayudando a superar estos días difíciles que hemos estado viviendo desde hace un mes y me alegra mucho que estemos llegando al fin de un ciclo de división y de desconfianza, un tiempo en el que nos han querido desunir, en el que nos han querido catalogar como cubanos de adentro y de afuera", comentó Sánchez.
Fuente: Información y Análisis América Latina.
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El disidente "agradece que se preocupen por él, pero ha dicho que sus objetivos son otros, por los que va a mantenerse en esta situación".
Miles de personas piden en Los Ángeles una Cuba libre de los hermanos Castro.
El disidente cubano Guillermo Fariñas, en huelga de hambre y sed desde hace más de un mes, pidió al Gobierno español que el avión ambulancia que le ofrece para viajar a ese país, lo ponga mejor a disposición de los 26 presos políticos enfermos por cuya libertad comenzó su ayuno. Entre tanto, en Los Ángeles miles de personas marcharon para pedir por las libertades en Cuba en un acto protagonizado por el actor Andy García y la bloguera Yoani Sánchez.
Miles de personas piden en Los Ángeles una Cuba libre de los Castro
La madre del opositor, Alicia Hernández, dijo a Efe que Fariñas habló con el consejero político de la embajada de España en La Habana, Carlos Pérez-Desoy, a quien le explicó "que no iba a viajar para ser exiliado y que tampoco iba a ir para regresar".
Fariñas "dijo que esa propuesta (del avión) el Gobierno español se la haga a alguno de los que están presos, que su estado de salud está muy quebrantado, para ver si alguno acepta y se quiere ir a recuperar allá", agregó Hernández por teléfono desde el hospital de Santa Clara en el que está el disidente desde el 11 de marzo. "Dijo que él no quería viajar a España, que no iba a exiliarse ni a ir para recuperarse y para regresar (...) que se mantendrá en su propósito hasta las últimas consecuencias. Está bien claro y definido", aseguró la madre.
Hernández agradeció al Gobierno español que se preocupe por salvar la vida de su hijo, y añadió que Fariñas "también agradece que se preocupen por él, pero ha dicho que sus objetivos son otros, por los que va a mantenerse en esta situación". El sicólogo y periodista opositor, de 48 años, ha rechazado antes varias ofertas de asilo, la primera de ellas de España.
Entre tanto, en Los Ángeles miles de personas marcharon para pedir por las libertades en Cuba en un acto protagonizado por el actor Andy García y la bloguera Yoani Sánchez y marcado por un altercado con un grupo pro castrista. Entre gritos de "respeto a los derechos humanos" y "libertad, libertad", disidentes cubanos y simpatizantes del movimiento de las Damas de Blanco de Cuba se congregaron en el parque de Echo Park, en la urbe californiana, para mostrar su solidaridad con quienes luchan en la isla caribeña por la excarcelación de los presos políticos.
"Ha sido muy emocionante", dijo a Efe García. "Ya llegó la hora de reconocer lo que está pasando en Cuba y ojalá que con este apoyo podamos llegar al final, que es la libertad en Cuba", comentó el artista. Un grupo de personas desde una loma aledaña al lugar de inicio de la marcha, desde donde ondearon banderas con la imagen del Che Guevara lanzaron mensajes favorables al régimen instaurado por Fidel Castro, lo que calentó los ánimos de los manifestantes.
La tensión llegó al punto de que varios disidentes cubanos llegaron a forcejear con los pro castristas a quienes arrebataron y rompieron las banderas, momento en el que tuvo que intervenir la policía.
Posteriormente la marcha se desarrolló en silencio y sin incidentes alrededor del lago de Echo Park y concluyó con una llamada telefónica a la conocida bloguera cubana Yoani Sánchez, quien se dirigió a los presentes por un teléfono móvil. "Esto nos está ayudando a superar estos días difíciles que hemos estado viviendo desde hace un mes y me alegra mucho que estemos llegando al fin de un ciclo de división y de desconfianza, un tiempo en el que nos han querido desunir, en el que nos han querido catalogar como cubanos de adentro y de afuera", comentó Sánchez.
Fuente: Información y Análisis América Latina.
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EE.UU.: Obama firma ley que convalida reforma de la salud.
El presidente Barack Obama firmó el martes una ley que confirma definitivamente su reforma de la salud y convierte al gobierno en el emisor de todos los préstamos estudiantiles federales, para concretar dos objetivos importantes de su agenda.
El presidente completó la medida en la Universidad de Virginia del Norte, donde puso de relieve la nueva ayuda para los estudiantes universitarios.
La norma era el segundo de dos pasos necesarios para que el Congreso aprobara un paquete de reforma de la salud que afecta prácticamente a todos los estadounidenses. La nueva ley efectúa una serie de enmiendas a la aprobada hace una semana.
En el mismo acto, los demócratas enmendaron la ayuda financiera a estudiantes universitarios.
La nueva ley despoja a los bancos de su capacidad de emitir préstamos estudiantiles federales, convirtiendo al gobierno en prestamista directo. El presidente dijo que el cambio ahorrará más de 60.000 millones de dólares en la próxima década, que a su vez serían usados para financiar becas estudiantiles Pell y reinvertir en universidades comunitarias.
"No me alineé con los bancos ni con las industrias financieras en esta lucha -no es esto para lo que vine a Washington-, ni tampoco ninguno de los miembros del Congreso que están hoy aquí", dijo Obama al público reunido en el Colegio Comunitario de Virginia del Norte. "Nos alineamos con ustedes. Con los estudiantes estadounidenses".
Los prestamistas privados podrán seguir extendiendo préstamos universitarios no respaldados por el gobierno, y también tendrán contrato para manejar algunos préstamos federales. Pero el cambio reflejado en la nueva ley representa una pérdida significativa en lo que había sido un negocio de 70.000 millones de dólares para la industria bancaria.
Entre muchos otros cambios, se anticipa que la nueva ley facilitará a algunos graduados pagar sus préstamos.
El gobierno garantizará esencialmente que los trabajadores con empleos de bajo salario puedan reducir sus pagos. La ley actual restringe los pagos mensuales al 15% del ingreso de dichos trabajadores; la nueva ley lo bajará al 10%.
Aproximadamente la mitad de los subgraduados recibirá ayuda estudiantil federal y unos 8,5 millones de estudiantes irán a la universidad con la ayuda de becas Pell.
Obama elogió efusivamente a los legisladores que lo apoyaron con los proyectos de salud y educación. Muchos de ellos enfrentan ardua oposición en sus distritos debido al primero de los dos proyectos, una complicada mezcla de restricciones a la industria del seguro, aumento de la cobertura y seguro obligatorio.
Fue presentado por la Dra. Jill Biden, esposa del vicepresidente, que enseña inglés allí.
Los reporteros de Associated Press Ben Feller y Darlene Superville contribuyeron a este informe.
Fuente: The Associated Press – El Nuevo Heraldo.
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CUBA: Los recursos de la oposición.
No disponen de armas, pero sí de recursos de poder, puestos a su servicio por Estados y organizaciones, con aparatos y medios de largo alcance, que hacen la guerra por otros medios.
Las huelgas de hambre y los suicidios justificados por fuertes creencias morales, ideológicas, patrióticas o religiosas suelen impactar la conciencia de la gente. Desde Bobby Sands y los otros 10 jóvenes del Ejército Republicano Irlandés fallecidos en cárceles británicas en 1981, hasta los numerosos casos de presos políticos vascos y anarquistas, que protestaron en enero pasado debido a los malos tratos carcelarios o manipulaciones políticas de autoridades judiciales y aparatos policiales en España y Francia, la cuestión de la huelga de hambre y su significado no ha dejado de estar presente en la arena pública de las últimas décadas.
En esta perspectiva, el caso del disidente cubano Orlando Zapata, fallecido el 23 de febrero como consecuencia de una huelga de hambre, o la de su seguidor actual, Guillermo Fariñas, no son eventos insólitos. La muerte de Zapata constituye una tragedia humana; pero eso no explica que se haya vuelto una cause célebre. Si se trata de entenderla en su contexto –algo difícil en el aguacero de opiniones que inundan los medios de comunicación–, es necesario dar un paso atrás de las noticias y examinar algunas cuestiones esenciales. ¿Qué son los grupos disidentes cubanos? ¿Cuál es el actual contexto político nacional e internacional de la isla? ¿Qué factores inciden en las reacciones particulares de los actores políticos en Europa y Estados Unidos ante el evento? ¿Cómo la “prensa internacional” contribuye a construir el problema? ¿Qué esperar de la política cubana hacia los disidentes?
MICROPARTIDOS
Estos grupos opositores no son esencialmente distintos al exilio cubano en métodos y objetivos. Las más poderosas organizaciones anticastristas en Miami y Nueva Jersey tampoco preconizan hoy la guerra con bombas y grupos armados. Disidentes y exilio no coinciden en todo (por ejemplo, apoyo al embargo estadounidense), pero comparten un mismo objetivo (sustituir el sistema por un modelo capitalista), un denominador ideológico común (el anticastrismo y el antisocialismo) y los mismos aliados (Estados Unidos, gobiernos y partidos anticomunistas en Europa y otros países).
Su naturaleza política no se resuelve con el adjetivo de “mercenarios”, pues es probable que muchos, aunque reciban dineros de Estados Unidos, tengan auténticas creencias ideológicas. Bajo la sombrilla de la “convergencia democrática” de los disidentes pululan intereses, personalidades y corrientes, incluso “socialdemócratas”, pero su eje de gravitación tiende a ser de centro-derecha. Aunque esto explica en parte su falta de arraigo en la sociedad cubana, la principal causa de su inviabilidad se deriva de dos vacíos políticos esenciales: liderazgo y legitimidad.
A diferencia de las organizaciones anticomunistas de los años sesenta, con una base social y política y una ideología coherente, los disidentes no tienen un anclaje en la sociedad civil: carecen de influencia en las organizaciones religiosas o la clase obrera, como en Polonia; de intelectuales orgánicos prestigiosos, como en Checoslovaquia; de un aval de lucha contra regímenes odiosos o corruptos, como en Rumania. Si así fuera, encarnarían movimientos de amplia repercusión. No son “sociedad civil”, sino micropartidos de oposición.
Naturalmente que las minorías juegan un papel político, y que un grupo pequeño se puede convertir en un gran movimiento social. Entonces, ¿por qué los disidentes no convocan a sectores más amplios? Consideraré tres razones principales.
En primer lugar, la mayoría de sus críticas al sistema ya forman parte del debate entre los demás cubanos, socialistas o no. Suponer que los disidentes son las voces solitarias y heroicas que se atreven a señalar errores y hacerle reclamos al gobierno revela ignorancia sobre la Cuba actual. El disentimiento se despliega hoy dentro (y fuera) de las instituciones, el movimiento intelectual, los diversos medios de difusión, las organizaciones sociales, religiosas y culturales, y la propia militancia política.
En segundo, sus propuestas no constituyen un programa económico y político coherente, sino una ristra de consignas ideológicas imprecisas (“reconciliación nacional”, “fortalecimiento de la sociedad civil”, “pluralismo”) y de clásicas medidas de liberalización económica ya conocidas desde hace 20 años en América Latina. Tomar el Proyecto Varela por un plan serio de reforma política basado en la propia Constitución de 1992 revela no haberla leído detenidamente; pero sobre todo, no conocer el alcance de los temas en el debate público real: descentralización, participación y control político efectivo del Poder Popular sobre la burocracia, reordenamiento y eficiencia del funcionamiento económico, ampliación del sector no estatal, extensión de la cooperativización, recuperación de los niveles de ingreso según el trabajo y del poder adquisitivo, fin de subsidios generalizados y gratuidades, nuevas políticas sociales hacia sectores más vulnerables, reflejo de la opinión pública en los medios, ampliación de los espacios de libertad de expresión, reforzamiento del orden constitucional y la ley, democratización real de las instituciones (incluidas las políticas).
En tercero, es muy difícil que un cubano (no importa si simpatiza o no con Fidel y Raúl Castro o comparte los ideales socialistas) considere legítimos a grupos apoyados por Estados Unidos, los partidos europeos y las más poderosas fuerzas del exilio, cuyas trayectorias como campeones de la democracia y libertad cubanas no son muy convincentes.
En lugar de las razones anteriores, se atribuye la falta de respaldo de los disidentes a la eficacia de los aparatos de la Seguridad cubana (sin duda, efectivos), y muy especialmente a la ignorancia, el aislamiento, la resignación y el miedo de los pobres cubanos. Este razonamiento colonial asume la pasividad y la resignación como rasgos de la cultura política cubana –algo difícil de demostrar a partir de la historia de los últimos dos siglos.
EL TABLERO DEL PODER
¿Entonces la actual reacción en Europa y Estados Unidos responde a “falta de información”? Vamos a ver, ¿qué dicen sobre los disidentes sus centros de inteligencia en La Habana? ¿Cuál es la valoración de sus diplomáticos sobre el liderazgo, coherencia ideológica, integridad, viabilidad política de estos grupos? ¿Cómo los juzgan (realmente) los propios corresponsales extranjeros en la isla, que reportan sus peripecias cada semana, obedeciendo a “demandas de la dirección del periódico”? Si estos informan lo mismo que me cuentan a mí, me figuro que esas cancillerías y comisiones de Relaciones Exteriores estén al tanto del terreno que pisan.
Si es así, las resonantes declaraciones de gobiernos y partidos políticos no responden a ninguna sociedad civil de Holguín o Santa Clara, sino a sus propios intereses, pugnas partidistas y estrategias electorales en sus respectivos países. No en balde, para que un funcionario sea autorizado a reunirse con el Gobierno cubano, un requisito suele ser que se entreviste con los disidentes. Así se garantiza el efecto mediático, que la oposición exhibe como trofeo y el Gobierno como casco protector.
Si Guillermo Fariñas u otros disidentes han entrado en huelga de hambre muchas otras veces, ¿por qué esta resonancia ahora? Eclipsados por la propaganda sobre los blogueros, los disidentes regresan a primera plana por la muerte de Zapata, pero sobre todo en una coyuntura internacional peculiar para la isla. A pesar de sus limitados resultados, el diálogo entre Washington y La Habana ha avanzado más en el último año que en los 10 anteriores: se han reanudado conversaciones sobre migración y correo directo; grupos semioficiales exploran avenidas de cooperación en intercepción de drogas; sin levantar las restricciones impuestas por Bush en 2005, se han vuelto a otorgar visas a académicos y artistas; corrientes en el Congreso intentan restablecer la libertad de los estadounidenses para viajar a la isla.
Por otra parte, a pesar de la “posición común” adoptada a finales de 1996, la política de la Unión Europea, liderada por España, había mejorado sustancialmente la relación con el Gobierno de Raúl Castro desde junio de 2008, al levantarse las sanciones impuestas en 2003. Este cambio también se propició por los crecientes lazos entre Cuba y el resto de la región, no solo con gobiernos de izquierda y centroizquierda, sino con otros, como el de México.
¿Qué podría pasar –se preguntaban en privado algunos expertos hace varias semanas– que interfiriera en este raprochment? La respuesta no se ha hecho esperar. Igual que en el incidente de las avionetas en 1996, se le achaca de nuevo al Gobierno cubano la “responsabilidad” por este acontecimiento “evitable y cruel” (la muerte de un “preso de conciencia”). La conveniencia para los intereses que se oponen al diálogo es obvia.
¿Algo nuevo en este viejo enfrentamiento? La ostensible racialización mediática del caso Zapata, a lo ancho del espectro ideológico: era “un albañil afrocubano” (El País, España), “un obrero negro de 43 años” (Cubaencuentro), “no por negro o albañil” (Kaos en la Red), “negro, palestino y opositor” (El Mundo, España), “un albañil de raza negra… víctima del colectivismo marxista” (El Heraldo, Ecuador). A este efecto de resonancia se suma la intensidad y saturación del tema. Solo El País publicó más de 20 artículos y editoriales en los primeros seis días posteriores al fallecimiento de Zapata.
Aparte de este inédito interés por los “disidentes afrocubanos”, la Eurocámara ha reiterado al Gobierno de la isla su pedido de “liberación inmediata e incondicional de los presos políticos y de conciencia”. ¿Cuál es la consistencia de este enfoque?
Lo primero es que el puñado de presos políticos entre los disidentes no lo está por motivos “de conciencia” o por “criticar al Gobierno”, sino por oponerse activamente al sistema, en alianza con Estados Unidos, el exilio y el viejo anticomunismo europeo. No disponen de armas, pero sí de recursos de poder, puestos a su servicio por Estados y organizaciones, con aparatos y medios de largo alcance, que hacen la guerra por otros medios.
Lo segundo, ¿qué enseña la experiencia sobre el hecho de poner a este Gobierno en la picota? Ni siquiera aquellos cubanos que pudieran considerar ineficiente su política hacia los disidentes estarían en condiciones de argumentar que deberían indultarse precisamente ahora, bajo las presiones de ese bloque de intereses creados y de su doble rasero. El Gobierno de la isla no ha negociado nunca bajo presión, ni siquiera durante la Crisis de los Misiles; sería improbable que fuera a hacerlo ahora.
Parte de este contexto político es cierta lógica perversa expresada en la pregunta “¿y qué va a hacer Cuba a cambio de…?”: el permiso para viajar a los cubano-estadounidenses, las licencias a las corporaciones para vender alimentos, la firma de un acuerdo sobre narcotráfico. Según esta lógica, Cuba debería pagar un tributo por cada mínimo cambio en la política de Estados Unidos.
De ahí que, si alguna vez ese país considerara indultar a los Cinco cubanos presos por infiltrar el exilio, la “ficha negociadora” única y obvia serían los disidentes condenados como “agentes de una potencia extranjera”. Lógica perversa, pero lógica al fin, los disidentes son peones en este tablero de poderes enfrentados. Resulta difícil imaginar cambios realistas en el trato hacia ellos mientras subsista un cuadro tan cerrado.
¿Podrá admitir el socialismo cubano en el futuro, junto con una institucionalidad democrática renovada, un sistema descentralizado, un sector no-estatal, también una oposición leal, dentro del propio sistema? Esa no es una pregunta para congresistas y europarlamentarios, sino para los cubanos que vivan su futuro en la isla.
(Fuente Proceso/Rebelión/La Jiribilla)
Por Rafael Hernández – CUBA Periodistas.
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Las huelgas de hambre y los suicidios justificados por fuertes creencias morales, ideológicas, patrióticas o religiosas suelen impactar la conciencia de la gente. Desde Bobby Sands y los otros 10 jóvenes del Ejército Republicano Irlandés fallecidos en cárceles británicas en 1981, hasta los numerosos casos de presos políticos vascos y anarquistas, que protestaron en enero pasado debido a los malos tratos carcelarios o manipulaciones políticas de autoridades judiciales y aparatos policiales en España y Francia, la cuestión de la huelga de hambre y su significado no ha dejado de estar presente en la arena pública de las últimas décadas.
En esta perspectiva, el caso del disidente cubano Orlando Zapata, fallecido el 23 de febrero como consecuencia de una huelga de hambre, o la de su seguidor actual, Guillermo Fariñas, no son eventos insólitos. La muerte de Zapata constituye una tragedia humana; pero eso no explica que se haya vuelto una cause célebre. Si se trata de entenderla en su contexto –algo difícil en el aguacero de opiniones que inundan los medios de comunicación–, es necesario dar un paso atrás de las noticias y examinar algunas cuestiones esenciales. ¿Qué son los grupos disidentes cubanos? ¿Cuál es el actual contexto político nacional e internacional de la isla? ¿Qué factores inciden en las reacciones particulares de los actores políticos en Europa y Estados Unidos ante el evento? ¿Cómo la “prensa internacional” contribuye a construir el problema? ¿Qué esperar de la política cubana hacia los disidentes?
MICROPARTIDOS
Estos grupos opositores no son esencialmente distintos al exilio cubano en métodos y objetivos. Las más poderosas organizaciones anticastristas en Miami y Nueva Jersey tampoco preconizan hoy la guerra con bombas y grupos armados. Disidentes y exilio no coinciden en todo (por ejemplo, apoyo al embargo estadounidense), pero comparten un mismo objetivo (sustituir el sistema por un modelo capitalista), un denominador ideológico común (el anticastrismo y el antisocialismo) y los mismos aliados (Estados Unidos, gobiernos y partidos anticomunistas en Europa y otros países).
Su naturaleza política no se resuelve con el adjetivo de “mercenarios”, pues es probable que muchos, aunque reciban dineros de Estados Unidos, tengan auténticas creencias ideológicas. Bajo la sombrilla de la “convergencia democrática” de los disidentes pululan intereses, personalidades y corrientes, incluso “socialdemócratas”, pero su eje de gravitación tiende a ser de centro-derecha. Aunque esto explica en parte su falta de arraigo en la sociedad cubana, la principal causa de su inviabilidad se deriva de dos vacíos políticos esenciales: liderazgo y legitimidad.
A diferencia de las organizaciones anticomunistas de los años sesenta, con una base social y política y una ideología coherente, los disidentes no tienen un anclaje en la sociedad civil: carecen de influencia en las organizaciones religiosas o la clase obrera, como en Polonia; de intelectuales orgánicos prestigiosos, como en Checoslovaquia; de un aval de lucha contra regímenes odiosos o corruptos, como en Rumania. Si así fuera, encarnarían movimientos de amplia repercusión. No son “sociedad civil”, sino micropartidos de oposición.
Naturalmente que las minorías juegan un papel político, y que un grupo pequeño se puede convertir en un gran movimiento social. Entonces, ¿por qué los disidentes no convocan a sectores más amplios? Consideraré tres razones principales.
En primer lugar, la mayoría de sus críticas al sistema ya forman parte del debate entre los demás cubanos, socialistas o no. Suponer que los disidentes son las voces solitarias y heroicas que se atreven a señalar errores y hacerle reclamos al gobierno revela ignorancia sobre la Cuba actual. El disentimiento se despliega hoy dentro (y fuera) de las instituciones, el movimiento intelectual, los diversos medios de difusión, las organizaciones sociales, religiosas y culturales, y la propia militancia política.
En segundo, sus propuestas no constituyen un programa económico y político coherente, sino una ristra de consignas ideológicas imprecisas (“reconciliación nacional”, “fortalecimiento de la sociedad civil”, “pluralismo”) y de clásicas medidas de liberalización económica ya conocidas desde hace 20 años en América Latina. Tomar el Proyecto Varela por un plan serio de reforma política basado en la propia Constitución de 1992 revela no haberla leído detenidamente; pero sobre todo, no conocer el alcance de los temas en el debate público real: descentralización, participación y control político efectivo del Poder Popular sobre la burocracia, reordenamiento y eficiencia del funcionamiento económico, ampliación del sector no estatal, extensión de la cooperativización, recuperación de los niveles de ingreso según el trabajo y del poder adquisitivo, fin de subsidios generalizados y gratuidades, nuevas políticas sociales hacia sectores más vulnerables, reflejo de la opinión pública en los medios, ampliación de los espacios de libertad de expresión, reforzamiento del orden constitucional y la ley, democratización real de las instituciones (incluidas las políticas).
En tercero, es muy difícil que un cubano (no importa si simpatiza o no con Fidel y Raúl Castro o comparte los ideales socialistas) considere legítimos a grupos apoyados por Estados Unidos, los partidos europeos y las más poderosas fuerzas del exilio, cuyas trayectorias como campeones de la democracia y libertad cubanas no son muy convincentes.
En lugar de las razones anteriores, se atribuye la falta de respaldo de los disidentes a la eficacia de los aparatos de la Seguridad cubana (sin duda, efectivos), y muy especialmente a la ignorancia, el aislamiento, la resignación y el miedo de los pobres cubanos. Este razonamiento colonial asume la pasividad y la resignación como rasgos de la cultura política cubana –algo difícil de demostrar a partir de la historia de los últimos dos siglos.
EL TABLERO DEL PODER
¿Entonces la actual reacción en Europa y Estados Unidos responde a “falta de información”? Vamos a ver, ¿qué dicen sobre los disidentes sus centros de inteligencia en La Habana? ¿Cuál es la valoración de sus diplomáticos sobre el liderazgo, coherencia ideológica, integridad, viabilidad política de estos grupos? ¿Cómo los juzgan (realmente) los propios corresponsales extranjeros en la isla, que reportan sus peripecias cada semana, obedeciendo a “demandas de la dirección del periódico”? Si estos informan lo mismo que me cuentan a mí, me figuro que esas cancillerías y comisiones de Relaciones Exteriores estén al tanto del terreno que pisan.
Si es así, las resonantes declaraciones de gobiernos y partidos políticos no responden a ninguna sociedad civil de Holguín o Santa Clara, sino a sus propios intereses, pugnas partidistas y estrategias electorales en sus respectivos países. No en balde, para que un funcionario sea autorizado a reunirse con el Gobierno cubano, un requisito suele ser que se entreviste con los disidentes. Así se garantiza el efecto mediático, que la oposición exhibe como trofeo y el Gobierno como casco protector.
Si Guillermo Fariñas u otros disidentes han entrado en huelga de hambre muchas otras veces, ¿por qué esta resonancia ahora? Eclipsados por la propaganda sobre los blogueros, los disidentes regresan a primera plana por la muerte de Zapata, pero sobre todo en una coyuntura internacional peculiar para la isla. A pesar de sus limitados resultados, el diálogo entre Washington y La Habana ha avanzado más en el último año que en los 10 anteriores: se han reanudado conversaciones sobre migración y correo directo; grupos semioficiales exploran avenidas de cooperación en intercepción de drogas; sin levantar las restricciones impuestas por Bush en 2005, se han vuelto a otorgar visas a académicos y artistas; corrientes en el Congreso intentan restablecer la libertad de los estadounidenses para viajar a la isla.
Por otra parte, a pesar de la “posición común” adoptada a finales de 1996, la política de la Unión Europea, liderada por España, había mejorado sustancialmente la relación con el Gobierno de Raúl Castro desde junio de 2008, al levantarse las sanciones impuestas en 2003. Este cambio también se propició por los crecientes lazos entre Cuba y el resto de la región, no solo con gobiernos de izquierda y centroizquierda, sino con otros, como el de México.
¿Qué podría pasar –se preguntaban en privado algunos expertos hace varias semanas– que interfiriera en este raprochment? La respuesta no se ha hecho esperar. Igual que en el incidente de las avionetas en 1996, se le achaca de nuevo al Gobierno cubano la “responsabilidad” por este acontecimiento “evitable y cruel” (la muerte de un “preso de conciencia”). La conveniencia para los intereses que se oponen al diálogo es obvia.
¿Algo nuevo en este viejo enfrentamiento? La ostensible racialización mediática del caso Zapata, a lo ancho del espectro ideológico: era “un albañil afrocubano” (El País, España), “un obrero negro de 43 años” (Cubaencuentro), “no por negro o albañil” (Kaos en la Red), “negro, palestino y opositor” (El Mundo, España), “un albañil de raza negra… víctima del colectivismo marxista” (El Heraldo, Ecuador). A este efecto de resonancia se suma la intensidad y saturación del tema. Solo El País publicó más de 20 artículos y editoriales en los primeros seis días posteriores al fallecimiento de Zapata.
Aparte de este inédito interés por los “disidentes afrocubanos”, la Eurocámara ha reiterado al Gobierno de la isla su pedido de “liberación inmediata e incondicional de los presos políticos y de conciencia”. ¿Cuál es la consistencia de este enfoque?
Lo primero es que el puñado de presos políticos entre los disidentes no lo está por motivos “de conciencia” o por “criticar al Gobierno”, sino por oponerse activamente al sistema, en alianza con Estados Unidos, el exilio y el viejo anticomunismo europeo. No disponen de armas, pero sí de recursos de poder, puestos a su servicio por Estados y organizaciones, con aparatos y medios de largo alcance, que hacen la guerra por otros medios.
Lo segundo, ¿qué enseña la experiencia sobre el hecho de poner a este Gobierno en la picota? Ni siquiera aquellos cubanos que pudieran considerar ineficiente su política hacia los disidentes estarían en condiciones de argumentar que deberían indultarse precisamente ahora, bajo las presiones de ese bloque de intereses creados y de su doble rasero. El Gobierno de la isla no ha negociado nunca bajo presión, ni siquiera durante la Crisis de los Misiles; sería improbable que fuera a hacerlo ahora.
Parte de este contexto político es cierta lógica perversa expresada en la pregunta “¿y qué va a hacer Cuba a cambio de…?”: el permiso para viajar a los cubano-estadounidenses, las licencias a las corporaciones para vender alimentos, la firma de un acuerdo sobre narcotráfico. Según esta lógica, Cuba debería pagar un tributo por cada mínimo cambio en la política de Estados Unidos.
De ahí que, si alguna vez ese país considerara indultar a los Cinco cubanos presos por infiltrar el exilio, la “ficha negociadora” única y obvia serían los disidentes condenados como “agentes de una potencia extranjera”. Lógica perversa, pero lógica al fin, los disidentes son peones en este tablero de poderes enfrentados. Resulta difícil imaginar cambios realistas en el trato hacia ellos mientras subsista un cuadro tan cerrado.
¿Podrá admitir el socialismo cubano en el futuro, junto con una institucionalidad democrática renovada, un sistema descentralizado, un sector no-estatal, también una oposición leal, dentro del propio sistema? Esa no es una pregunta para congresistas y europarlamentarios, sino para los cubanos que vivan su futuro en la isla.
(Fuente Proceso/Rebelión/La Jiribilla)
Por Rafael Hernández – CUBA Periodistas.
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